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jueves, 2 de junio de 2011
Histerichia coli
Lo del brote de E. coli en Alemania está dando algunas perlas informativas. Hoy en El País aparece un artículo interesante. El director de la Clínica Universitaria de Hamburgo, Jörg Debatin, reconocía hace unos días su "sensación de impotencia" ante el agresivo germen. "La sensación de impotencia es como la que se tenía en la Edad Media ante la peste", dijo el microbiólgo de la Universidad de Kiel Stefan Schreiber. En la Edad Media se moría de la cuarta a la tercera parte de la población. A día de hoy estamos hablando de 17 muertes. Muere más gente en la carretera durante un puente. No le quito desde luego importancia a este brote. Hablamos de 1500 personas afectados, de los cuales 124 presentan síndrome urémico hemolítico, que es un cuadro bastante grave. Me molesta la histeria generada y la cobertura dada. Es un problema de salud, desde luego, pero pienso en las familias de los 2 millones de niños que se mueren al año de diarreas en el mundo, niños del Tercer Mundo claro. Les tiene que hasta hacer gracia todo el revuelo mediático alrededor de los pepinos contaminados. La foto aparecida en El País de la enfermera ultraprotegida también me parece alarmista. E. coli se transmite por las manos, es una bacteria fecal. No entiendo porque lleva marcarilla y protección para el pelo. Vestida así en la foto da la sensación de que la bacteria se transmite fácilmente por el aire y que requiere de medidas extremas. Otra foto de risa es la de abajo. Políticos andaluces vestidos de CSI comiéndose un pepino. ¡Qué para comerse un pepino no hace falta vestirse de marciano!
Las declaraciónes del director de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, Roberto Sabrido, son maravillosas en su estulticia: "los análisis españoles han sido tan tajantes sobre la limpieza de las verduras que ese resultado no cambia aunque ahora entre en juego otra cepa. "No es que no hubiera un tipo de E. coli; es que no hizo falta ni serotiparlo [ver la variante], porque no había bacteria de ninguna clase", afirmó.
Pero vamos a ver, hombre, si hay bacterias en todas partes. ¿Cómo no va a haber bacterias en unas hortalizas? ¿Estaban esterilizadas?. Así arreglan muchos políticos los problemas en España. Por ejemplo, se construye una autovía que tiene un trazado irregular, con incorporaciones en curva, cosa que está prohibida, pendiente pronunciada etc como consecuencia hay muchos accidentes. Sale el político de turno negando tajantemente que haya problemas en la autovía. El problema es que la gente se ha pensado que es una vía de alta velocidad cuando en realidad es una vía de alta capacidad. Y ya está. Todo arreglado. No hace falta serotipar, es decir, hacer pruebas para saber qué tipo de bacterias van en los pepinos, no señor, porque las hortalizas españolas, si si ha oído ud bien, HORTALIZAS ESPAÑOLAS, no tienen bacterias. Las de otros países no sabemos, pero las españolas NO tienen bacterias. Y asunto arreglado.
La histeria generada ha obligado a tirar cosechas de hortalizas, mayoritariamente españolas.
Los alemanes se han cubierto de gloria. Examinan cuatro pepinos, 3 españoles y uno holandés. Encuentran bacterias de E. coli enterohemorrágicas, de las peligrosas, pero que no eran las que habían causado el brote y ale, como son españolas y para nosotros España es un país de pandereta, ya no hace falta buscar más: la culpa las hortalizas españolas. Vamos a ver, seamos serios. No se puede sacar conclusiones epidemiológicas a partir de 4 pepinos. De acuerdo que había prisa por saber cual era la fuente de la contaminación. Casi todos los casos se concentran en el área de Hamburgo. Pues empiecen buscando en su propia casa. Entiendo todas las razones, pero tienen que admitir que se han columpiado y que lo español venía bien como chivo expiatorio.
Otra cosa: si las hortalizas se lavan bien, se les quita la piel, o si se cocinan no son peligrosas. ¿Ha quedado esto claro? porque si es así no hace falta tirar los pepinos o negarse a su importación.
Aparte de la agricultura española, en los medios ha aparecido, de manera subrepticia, un posible culpable: la agricultura ecológica. En la noticia de El País aparece esta foto
El pie de foto dice: "Plantación ecológica de lechugas en Teltow (Alemania)". Claro, como los ecologistas usan abono orgánico, es decir, a partir de restos fecales de vacas, y E. coli es una bacteria fecal... um creo que ya tenemos al culpable. Vamos a ver, la agricultura no ecológica TAMBIÉN puede utilizar abono orgánico. Pero claro poniendo la foto de las lechugas orgánicas estamos ya apuntando a lo orgánico como culpable todo esto sin pruebas. Esto es lo que realmente está mal.
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