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sábado, 17 de noviembre de 2012

Ginodiocea: cuando los orgánulos se sienten todavía bacterias



El sistema de reproducción más frecuente en angiospermas ("plantas con flor") es la ginodioecia. Éste consiste en que en una misma población hay individuos (¡de la misma especie!) que son hermafroditas (sus flores son bisexuales) e individuos que sólo son hembra (carecen de órganos sexuales masculinos) y que, por lo tanto, están "obligados" ha cruzar su material genético con otros individuos para tener descendencia. Se calcula que un nada despreciable 7,8% de las especies de angisopermas europeas presentan poblaciones naturales que se reproducen mediante ese sistema.

¿Es ventajosa o desventajosa la ginodioecia?

Primero habrá que saber para quién; y la respuesta (aunque pensemos en "el individuo resultante" o en "la especie") no es tan evidente. Hay bastantes casos de ginodioecia en los que, al parecer, lo que se suele dar es un conflicto genómico (dentro del mismo individuo, sí). Digamos que la ginodioecea se da, en muchas ocasiones, porque los genomas citoplásmicos, del cloroplasto o la mitocondria, aportan un gen que provoca la esterilidad, o directamente la no formación, de la parte masculina de la flor; y eso acaba siendo una ventaja para dicho genoma citoplásmico porque los recursos energéticos que se utilizarían para crear gámetos masculinos se ha comprobado que, en muchas ocasiones, se reinvierten en aumentar la producción de gámetos femeninos, y por lo tanto, semillas. Por lo tanto ese genoma citoplásmico que lleva ese gen de esterilidad estará más presente en la población en la siguiente generación. 


Esquema de la teoría endosimbiótica de Lynn Margulis

Esto es una ventaja evolutiva, ¡pero para el genoma mitocondrial o cloroplástico! por que hay que recordar que los cloroplastos y las mitocondrias sólo se heredan vía materna, el polen no lleva en su interior estos dos orgánulos. En cambio, el genoma nuclear se ve claramente perjudicado (desventaja evolutiva) al estar presente en la siguiente generación sólo en la mitad de las ocasiones de lo que estaría presente en caso de poder realizar la autofencundación, esto es, sin presencia del gen de esterilidad que lleva el genoma citoplásmico. Así, el genoma nuclear que tendrá una ventaja evolutiva será el que lleve un gen, o serie de genes, capaces de revertir o regular la expresión del gen mitocondrial o cloroplástico que provoca la esterilidad, ¡y los hay! (para más info., mirad Sistemas de Esterilidad Citoplásmica Masculina, CMS), apareciendo así el conflicto genómico al que hacía referencia: lo que es ventajoso para el genoma citoplásmico no lo es para el nuclear, y viceversa.

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