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miércoles, 17 de julio de 2013

También en ciencia los pobres son más productivos que los ricos.

Esta ha sido la conclusión de un trabajo publicado en PlosOne, un revista científica de acceso libre, por dos investigadores canadienses: Jean-Michel Fortin y David J. Currie. La pregunta que se hicieron antes de comenzar el trabajo fue: los científicos más ricos, es decir, los que reciben más fondos, son los que más publican y los que lo hacen en mejores revistas. Pero... ¿Y si comparamos los índices de publicación con el dinero que reciben? ¿Quiénes son más rentables los científicos que reciben mucho dinero o los que reciben poco?. Bien, la conclusión de su trabajo es que los científicos menos financiados son más productivos comparados con los científicos que han recibido mayores fondos.

Bravo. Ya era hora de que alguien hiciese este trabajo. Ya está bien de "científicos de élite". ¿No les llega con los deportistas de élite para ver la cantidad de monstruos que genera la supercompetición?.

La pregunta que se formularon estos dos investigadores canadienses no es una tontería. Hay países como Australia que se han decantado por financiar sólo a primeras espadas de la ciencia. Investigadores muy buenos, con muchísimas publicaciones, adictos al trabajo reciben unas dotaciones de dinero poderosas. Normalmente publican en las mejores revistas. A priori este parece un buen sistema, pero lo “a priorístico” no siempre es lo que ocurre en la realidad. Para contestar una pregunta de este tipo la estadística viene muy bien.

¿Cómo hicieron el trabajo estos dos autores?

Para empezar consideraron cuatro índices para medir el impacto del trabajo de los científicos: número de artículos publicados; número de veces que otros científicos citan esos trabajos en sus artículos; el artículo más citado y el número de artículos más citados, todo esto en un periodo de cuatro años. Relacionaron esos índices con la cantidad de dinero recibida por la agencia canadiense que financia la ciencia pública.

Lo primero que vieron era que el impacto de los trabajos científicos por dolar era menor en aquellos científicos que recibían mayores fondos. Este resultado se daba de bruces con el pensamiento “apriorístico” de “Mayor financiación lleva a mayores y mejores descubrimientos”. También vieron que el impacto científico estaba limitado solo ligeramente por la financiación. La recomendación de estos dos autores es que las estrategias de financiación debieran de favorecer la diversidad en vez de la excelencia científica ya que parece que la diversidad es mucho más productiva.

La fuente original se puede bajar de aquí:

http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0065263
Citation: Fortin J-M, Currie DJ (2013) Big Science vs. Little Science: How Scientific Impact Scales with Funding. PLoS ONE 8(6): e65263. doi:10.1371/journal.pone.0065263. Published: June 19, 2013

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