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martes, 5 de mayo de 2015

10 simbiosis entre bacterias y animales

1.- Las cigarras, o chicharras, que han incorporado en sus células no ya una, sino dos bacterias simbióticas: Hodgkinia y Sulcia. Estos endosimbiontes (simbiontes que viven dentro de las células del huésped) ayudan a la cigarra a sacar provecho de su magra dieta de vegetales, y a subsistir durante los largos periodos (hasta 17 años) que estos insectos pueden permanecer latentes en su estado de ninfas, o cícadas.

2.- El gusano Paracatenula, tanto el huésped como las bacterias simbióticas han experimentado modificaciones genómicas complementarias que convierten su unión en indisoluble. También son, por tanto, nuevas especies originadas por simbiosis.

3.- Kwang Jeon, del Departamento de Zoología de la Universidad de Tennessee (Estados Unidos)  un experimento con amebas observó cómo en uno de los lotes las amebas iban enfermando y muriendo. Observadas bajo el microscopio pudo observar que estaban infectadas por bacterias en forma de bacilo. Una pequeña proporción logró sobrevivir, eran amebas frágiles, muy sensibles a los cambios ambientales. Durante cinco años, Jeon, cuidó a estas amebas infectadas logrando que una proporción de ellas sobreviviera y se reprodujera. Pasados diez años las amebas infectadas vivían y se reproducían con total normalidad. En este punto, mediante diversos experimentos pudo observar que las amebas ya no lograban sobrevivir sin sus bacterias. En el proceso, la comunidad de bacterias en cada ameba, que en un principio se había contabilizado en unas 100.000, se había auto regulado y descendido a 40.000 y «las amebas de Jeon morían por la acción de la penicilina, que se adhería a la pared celular de las bacterias que aquellas tenían en su interior y destruían la población interdependiente que es la célula. El pacto entre las bacterias y las amebas ha llegado a ser tan íntimo y fuerte que la muerte de uno de los miembros de la alianza significa la muerte de ambos (extraído de Wikipedia).

4.- Las legumbres, las únicas plantas de cultivo que no necesitan nitratos: pueden obtenerlos directamente del nitrógeno atmosférico gracias a la bacteria rhizobium que se aloja en unos nódulos especiales de sus raíces. Este es el principio que subyace a la práctica tradicional de alternar los cultivos de cereales y de legumbres: los primeros emplean los nitratos que las segundas han depositado (fijado, en la jerga) en el suelo durante la temporada anterior. Un método de abonado verdaderamente sostenible.

5.- El calamar bioluminescente. Estos calamares obtienen los asombrosos diseños de luz y color que utilizan para camuflarse de unas bacterias luminescentes simbióticas. Pero, tanto en este caso como en el de las legumbres, las bacterias simbióticas tienen también una vida libre independiente, y son adquiridas por los huéspedes a lo largo de su vida, y no transmitidas de padres a hijos. No se pueden considerar nuevas especies, sino candidatos en transición.

6.- El gusano Olavius algarvensis
El gusano Olavius

7.- Elysia viridis es babosa de mar que en la vida adulta no se alimenta pues su piel está cubierta de bacterias fotosintéticas que le proporcionan alimento. La babosa vive en aguas someras como una planta deslizante.


Un biólogo evolutivo ortodoxo diría que no se trata de un solo individuo sino de dos organismos independientes, cada uno de ellos con sus propios intereses, y tendrían razón.

8.- Elysia chlorotica, del mismo género que la anterior, come algas e incorpora sus cloroplastos a sus tejidos.

 En un determinado momento para de comer completamente y vive de la energía del Sol.

9.- Riftia pachyptila es un gusano de tubo gigante que vive en una especie de vaina quitinosa que puede llegar a alcanzar los dos metros. Su hábitat son las fuentes termales del océano profundo. En su parte superior tiene unas estructuras en forma de pluma para filtrar el agua de su alrededor. En su interior tiene un saco llamado trofosoma, en el viven millones de bacterias simbióticas que constituyen la mitad del peso del gusano y que le ayudan a sintetizar su alimento. Este gusano también carece de tubo digestivo. Se descubrió en las Islas Galápagos en 1977.
La bacteria que vive en este gusano no se transmite de padres a hijos: tiene una vida libre independiente y el gusano la engulle durante su fase larvaria. La integración de las dos especies no es completa y puede que esté en una situación de transición: la evolución capturada con las manos en la masa.
10.- La vaca y su microbioma. La vaca no come yerba, la vaca se alimenta del ácido butírico que producen las bacterias que viven en su sistema digestivo. Si la vaca no tuviese bacterias no podría degradar la celulosa de la hierba. 




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