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jueves, 21 de mayo de 2015

Funcionarios enchufados "por nuestros cojones" y las bacterias simbióticas

En economía hay sistemas que premian la competencia, como es el caso del capitalismo, o la fidelidad al poder establecido, como el caso del feudalismo o el comunismo. La competencia se basa en Adam Smith nos explicó que nuestro sistema funciona porque " No es la benevolencia del carnicero o del panadero la que los lleva a procurarnos nuestra comida, sino el cuidado que prestan a sus intereses". El motor del capitalismo es que actúas por egoísmo y si eres eficiente económicamente te irá bien y serás competitivo. Ser competitivo es poder desplazar a tus competidores del reparto del pastel. Charles Darwin describía las relaciones entre los distintos organismos de la naturaleza como una esfera llena de cuñas insertadas en ella. Cada vez que se golpeaba una de las cuñas para insertarla más en la esfera, necesariamente otra cuña sale desplazada al exterior. Gracias a Adam Smith y a Darwin entendemos cómo funcionan los sistemas competitivos en la naturaleza.

La competencia la entendemos como un “juego de suma cero”, es decir, varios machos, una hembra, sólo habrá uno de ellos que la fecunde. Varios jugadores un ganador. La teoría de juegos también nos habla de que existen “juegos de suma no cero” es decir, yo gano y tu también ganas. Esa parece la estrategia de la relaciones que se establecen en los ayuntamientos corruptos españoles.

A Juego de suma distinta de cero B Juego de suma cero (uno gana y el otro pierde)

Me explico: Los puestos de trabajo valen dinero. El más cotizado es el de funcionario. Por ejemplo, se crea una plaza de funcionario auxiliar administrativo para un enchufado de 27 años. Este funcionario cobrará 21.000 euros al año durante 40 años hasta su jubilación. Con aumentos por antiguedad se supone que a lo largo de su vida ganará cerca de un millón de euros. 
A veces el discurso oculto se hace público como en el caso de este vídeo grabado a un concejal de Jaén (España). El discurso público dice “¿Acaso tú no enchufarías a tu hermano si está en paro? ¿Quién no lo haría?” el discurso oculto implica un negocio que comprende el pago por el puesto de trabajo o el canjeo por favores políticos

El político es el que crea la plaza de funcionario y hace el examen. Aquí hay que explicar a los lectores no hispanos, que las preguntas se le proporcionan al enchufado y que sino saca la mejor prueba siempre están las entrevistas que se valoran subjetivamente. Hay bastante poco control en estas pruebas. Por crear este puesto de trabajo el político recibirá dinero o favores canjeables en dinero. Estamos ante un escenario de "juego de suma no cero". Ambos ganan.

Las amebas son protozoos, muy parecidos a los macrófagos del cuerpo humano, que comen bacterias. La relación entre bacterias y amebas es generalmente un juego de suma cero. Si te como yo gano y tu pierdes.
En este vídeo se observa como una ameba se come a una bacteria que tiene a la derecha. 


Un investigador, Kwang Jeon, de la Universidad de Tennessee (EEUU) que trabajaba con amebas observó un día por casualidad que uno de los lotes de amebas iba enfermando y muriendo. Pudo ver que estas amebas estaban infectadas por una bacteria que él llamó bacteria X, una bacteria que es prima de nuestra conocida Legionella pneumophila. Unas pocas bacterias lograron sobrevivir. Eran muy delicadas y sensibles a los cambios ambientales. Durante diez años Jeon cuidó de estas amebas que llegaron a reproducirse y a vivir de manera similar a las bacterias que no estaban infectados con la bacteria X. Durante este tiempo Jeon se dió cuenta que las primeras bacterias infectadas tenían alrededor de 100.000 bacterias en su interior, pero al cabo de diez años las bacterias que vivían en el interior de estas amebas era de 40.000. Es decir, la bacteria X había autorregulado su nùmero para que las amebas pudiesen tener un comportamiento “sano”. En ese punto de la coevolución de las dos especies la relación entre ambas era tan fuerte que si se trataba a las amebas con penicilina, que sólo mata bacterias, las amebas al verse privadas de sus bacterias morían. La simbiosis había sido tan fuerte que si uno de los miembros de esa relación íntima moría el otro se moría con él. 
Elysia viridis es babosa de mar que en la vida adulta no se alimenta pues su piel está cubierta de bacterias fotosintéticas que le proporcionan alimento. La babosa vive en aguas someras como una planta deslizante
En la naturaleza hay muchos ejemplos de simbiosis. Para empezar todas las células de nuestro cuerpo proceden de la simbiosis de varias bacterias, de nuestro cuerpo y del cuerpo de los hongos, plantas y animales. Hay ejemplos también de simbiosis que se ven delante de nuestros ojos entre animales y bacterias. Los ejemplos más espectaculares son los de los gusanos que tienen en su piel bacterias fotosintéticas que los alimentan de forma tan efectiva que los gusanos han evolucionado y perdido su aparato digestivo, es decir, carecen de boca, estómago, intestinos...
En biología entendemos la lógica de los sistemas competitivos, darwinianos, sin embargo carecemos de conocimientos para entender este tipo de relaciones simbióticas. Afortunadamente nuestros políticos corruptos han entendido que hay maneras de generar beneficios sin producir ningún bien a cambio, simplemente canjeando estabilidad laboral, un nicho ecológico a cambio de dinero. Tenemos que felicitarnos por contar con mentes tan preclaras entre nosotros. El problema de estas relaciones simbióticas basadas en “intercambio de favores” es que no suelen ser tan eficientes como las relaciones basadas en la selección por competencia. La simbiosis ha dado ejemplos tan maravillosos como Olavius algarvensis que carece de sistema digestivo porque unas bacterias le alimentan oxidando sulfuro de hidrógeno, pero este ejemplo de simbiosis sólo puede vivir en volcanes submarinos a mucha profundidad. Si Olavius algarvensis viviese allí donde existen muchos más animales acabaría siendo eliminada por especies más eficientes. A las naciones les pasa lo mismo, así que no se alegren los políticos pensando que la naturaleza justifica sus trapicheos. Permitiendo el enchufismo y la corrupción acabaremos recibiendo órdenes de los alemanes. ¿O no lo estamos ya?

Esta entrada está dedicada con cariño a Manuel Vicente, conductor del programa Efervesciencia de la Radio Galega

1 comentario:

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