El
premio Nobel español, Santiago Ramón y Cajal, fue el primero en
darse cuenta que el
cerebro estaba constituido por una red de células muy enmarañadas.
Cajal hacía cortes de cerebros de animales adultos y no era capaz de
distinguir nada dado lo enmarañado de las neuronas. Fue una persona
analfabeta la que le sugirió la solución. A Cajal le proporcionaba
los animales con los que hacer sus cortes del cerebro un señor que
se los traía del campo. Este hombre le dijo algo así como que para
buscar cosas sencillas hay que ir a lo sencillo y le sugirió que
hiciese cortes de cerebros de embriones, no de cerebros ya adultos.
Gracias a este consejo Cajal fue capaz de ver a las neuronas de
manera individual.
Cuando
se explica, por ejemplo la bioquímica del cuerpo humano se tiende a
estudiar los sistemas como si se hubiesen desarrollado en el cuerpo
humano. Esto no es así. La mayoría de la bioquímica humana se ha
desarrollado en las bacterias. Si pensamos que de los 4000 millones
de años que tiene la vida en la Tierra, los humanos sólo
representamos una fracción de tiempo significante, entonces
buscaríamos la solución en seres vivos más sencillos: las
bacterias. Si representásemos los 4000 millones de años como la
altura de la Torre Eiffel, la aparición del hombre sobre la Tierra
estaría representado como la capa de pintura que hay sobre la bola
que hay en el mástil arriba de todo de la torre: una
insignificancia.
Para entender la complejidad bioquímica de un ser humano hay que entenderla bajo una perspectiva evolutiva. Las bacterias nos dan muchas pistas de porqué tenemos sistemas bioquímicos tan sofisticados. Por ejemplo:
Toma de
decisiones
Muchos organismos
unicelulares pueden hacer que bacterias de su propia especie que se
encuentran en sus cercanías se “suiciden”, una habilidad
conocida como "quorum
sensing" (1). Cada bacteria libera una pequeña cantidad de una
sustancia química en su entorno, un producto químico que pueden
detectar a través de receptores en su pared externa. Si hay muchas
otras bacterias a su alrededor, todas liberan el mismo producto
químico, los niveles pueden llegar a un punto crítico. En este
momento, cuando se alcanza una concentración determinada de este
producto químico se activan los receptores de todas las bacterias y
esto ocasiona que esas bacterias al unísono cambien de
comportamiento. De esta manera puden formar una película que les
ayude a vivir sobre una superficie gracias a los componentes celulares de las bacterias muertas, pueden emitir luz, resistir a los
antibióticos, producir una especie de moco que les ayude a fijarse etc. Las bacterias patógenas (causantes de
enfermedades), utilizan con frecuencia el quórum sensing para
decidir el momento de lanzar un ataque contra su anfitrión. Una vez
que han acumulado el número suficiente para abrumar al sistema
inmunológico, entonces colectivamente lanzan un asalto al cuerpo.
Bloqueando sus señales puede prepararnos de una forma de
defendernos.
Esta capacidad de
las bacterias para suicidarse de manera altruísta a favor de la
comunidad se aprovecha por la evolución. Todos sabemos que la
mitocondria, un orgánulo de las células eucariotas (las de las
personas, plantas, hongos) en origen era una
bacteria que se integró en un consorcio con otras bacterias para
formar la célula eucariota. La nueva célula eucariótica
utilizó estas habilidades para sus propios fines. Uno de los
mecanismos de suicidio que tienen las células eucarioticas es la
apoptosis. La
apoptosis es un suicidio celular programado. Muy útil, por ejemplo,
para las ranas cuando hacen su metamorfosis y van reduciendo poco a
poco su cola. O en el desarrollo humano. Nosotros nacemos con una
membrana entre los dedos que se pierde durante el desarrollo. La
membrana de los dedos y la cola de las ranas se reabsorbe mediante la
apoptosis.
La vida en la
ciudad
Las bacterias no
sólo pueden ser locuaces y cooperativas, sino que también forman
comunidades. Cuando lo hacen, el resultado es una biopelícula, más
conocida como la delgada capa de limo que cubre los interiores de las
tuberías de agua, o las superficies de cocina en las residencias de
estudiantes. También se encuentran en refugios biológicos, como el
interior del sistema digestivo humano y en cualquier lugar, de hecho,
donde haya mucha agua. Muchas especies distintas viven en un lado u
otro de estas "ciudades bacterianas", masticando los
desperdicios de otros, cooperando para aprovechar las fuentes de
alimentos, y salvaguardándose unos a otros frente a las amenazas
externas, como los antibióticos. Dentro de estas ciudades se ha
observado que, dentro de la misma especie, algunas bacterias producen
sustancias para el mantenimiento de la ciudad, con el gasto de
energía que eso conlleva y otras por el contrario prescinden de
cooperar y ahorran esa energía invirtiéndola en dividirse. Cuando
hay muchos individuos “egoistas” en la ciudad colapsa y se viene
abajo.
Comunicación
Las bacterias sehablan unas a otras por medio de productos químicos como por ejemplo
Bacillus subtilis. Si los individuos de B. subtilis
crecen en un zona determinada y en esta zona se empiezan a acabar las
fuentes de nutrición entonces liberan unas sustancias químicas en
su entorno. Básicamente, dicen a sus vecinos: "No hay mucho
alimento aquí, fuera de aquí o pasa hambre". En respuesta a
estos mensajes químicos, las otras bacterias evitan aproximarse
donde viven las B. subtilis. Este tipo de comportamiento es un forma de comunicación celular, bien como paracrina (cuando ocurre en un organismo pluricelular, donde actuarían como hormonas), bien como feromona (cuando actúa sobre individuos distintos)
Mutación
acelerada
Muchos microbios
pueden acelerar el ritmo en que sus genes mutan. Esto les permite
obtener nuevas habilidades que les ayuda cuando las condiciones se
ponen difíciles. Esta es una estrategia arriesgada, ya que muchas de
las nuevas mutaciones pueden ser nocivas e incluso mortales, en
efecto, es el último recurso cuando queda poco por perder.
Los ejemplos son
legión: La Escherichia coli (E. coli) muta más
rápidamente cuando está bajo estrés (2), y la levadura también se ha demostrado que
realiza el mismo truco (3).
Durante los primeros
años de la década de 1990, los investigadores sugirieron que las
bacterias podrían tener una forma de "elegir" las
mutaciones particularmente útiles. Esta idea de la mutación
dirigida fue extremadamente controvertida, y en 2001, las pruebas se
amontonaban en su contra (4).
La navegación
Es de común
conocimiento que muchos animales pueden navegar a través de grandes
distancias, las abejas y las aves migratorias se encuentran entre los
ejemplos más conocidos. Pero los microbios son también muy buenos
en eso.
Las algas
unicelulares, llamadas colectivamente Chlamydomonas, nadan
hacia la luz, pero sólo si es de una longitud de onda que puedan
utilizar para la fotosíntesis.
Del mismo modo,
algunas bacterias se mover de acuerdo a la presencia de sustancias
químicas en su medio ambiente, un comportamiento llamado
quimiotaxis. Las E. coli, por ejemplo, se mueven como
tiburones siguiendo un rastro de sangre, si algunas moléculas de
alimentos se reducen en su entorno. Myxococcus xantus también
hace lo mismo solo que se agrupan entre ellas formando una “babosa”
movil de varios cientos de Myxococcus que se lanzan como una
manada de lobos a la búsqueda de alimento.
Otro grupo de
bacterias se adhieren al campo magnético de la Tierra, lo que les
permite direccopnarse al norte o al sur (5). Conocidas como bacterias magnetotácticas,
su especial capacidad viene determinada por unos orgánulos
especializados cargados con cristales magnéticos.
Pero tal vez, la más
notable hazaña de navegación microbiana, se realiza por la Physarum
polycephalum del limo. Esta colonia de organismos similares a las
amebas, siempre encuentran el camino más corto a través de un
laberinto.
Aprendizaje y
memoria
Cuando la ameba
Dictyostelium busca alimentos en la superficie de una
placa de Petri, lo hace en turnos frecuentes. Pero no lo hace
totalmente al azar. Busca hacia la derecha, y vuelta hacia la
izquierda, en turnos alternativos. En cierto modo, "recuerda"
cuál es la dirección de última vez. El esperma humano tiene la
misma capacidad.
La E. coli
todavía es mejor. Esta bacteria, dedica parte de su ciclo de
vida a viajar por el sistema digestivo humano, encontrando diferentes
ambientes allá por donde va. En el curso de su viaje, se encuentra
la lactosa antes de que se encuentre relacionada con el azúcar, la
maltosa. En su primera digestión de la lactosa, se activa la
maquinaria bioquímica para digerirla, pero también se activa, en
parte, los mecanismos de la maltosa, de modo que estará lista para
una fiesta tan pronto como la alcance.
Para demostrarlo,
los investigadores de la Universidad de Tel Aviv alimentaron una E.
coli durante varios meses con lactosa, pero sin maltosa.
Descubrieron que las bacterias gradualmente cambiaron su
comportamiento, de manera que ya no se molestaban en cambiar el
sistema para digerir maltosa (6).
La invención del cadaver
Myxococcus xantus consigue desarrollar el primer cadaver. Cuando hay escasez de alimento Myxococcus forma una colonia que crea un tallo y un cuerpo fructífero. Recuerda a una seta. Hay ciertas células, llamadas egoístas, que se sitúan en la cúspide del cuerpo fructífero, son aquellas que van a tener la mayor probabilidad de dispersarse a otros lugares en donde quizás en tengan la oportunidad de encontrar alimento. Las células altruístas que han formado el tallo desgraciadamente permanecerán ancladas al lugar actual sin recursos y morirán de inanición. Las células egoístas de Myxococcus son un remedo de las células reproductivas en los humanos (espermatozoides y óvulos), mientras que las células altruístas seríamos
nosotros sin las células sexuales: un carrier que sólo trata de pasar las células
egoístas a la siguiente generación buscando un background genético
apropiado para mezclar genes y darle mayores oportunidades de tener
éxito en su vida.
Referencia:
(1) Nealson, K.; Platt, T.; Hastings, J.W. (1970). "The cellular control of the synthesis and activity of the bacterial luminescent system". Journal of Bacteriology 104 (1): 313–22. PMC 248216. PMID 5473898.
(2) Science, DOI:
10.1126/science.1082240
(3) Critical Reviews in Biochemistry and
Molecular Biology, DOI: 10.1080/10409230701507773
(4) Nature Reviews Genetics, DOI:
10.1038/35080556
(5) Science, DOI:
10.1126/science.170679
(6) Nature, DOI: 10.1038/nature08112
Excelente post
ResponderEliminarCreo que el “quórum sensing” es uno de los fenómenos más impresionantes del mundo bacteriano, porque hace que nos replanteemos el concepto de “individuo”. En el caso de un organismo pluricelular, creemos que las cosas son más claras: un conjunto de células íntimamente relacionadas y diferenciadas funcionalmente. Habría grados de individualidad: células, tejidos, órganos, organismos y, si vamos más allá, sociedades de insectos (o humanas). Pero eso no siempre es claro. El Populus tremuloides sería quizá un ejemplo de la dificultad de discernir lo individual.
Las bacterias supondrían una flexibilidad en ese sentido: de la bacteria individual a la “comunidad” bacteriana, aunque propiamente esa comunidad exista aunque esté latente. El mecanismo es de una importancia literalmente vital en Medicina.
Desde luego, me parece muy oportuna esta referencia a ir a lo más simple. La Biología de fagos supuso el gran avance en su tiempo y el estudio de la “genética de estructura fina” por Benzer y, ya no digamos, los del gran Brenner, muestran hasta dónde puede llegar la elegancia experimental y, en el caso de Brenner, el acierto repetido en la elección de modelos experimentales.
Que una bacteria pueda llegar a construir en su interior cristales de magnetita es sencillamente asombroso.
Este post muestra un mundo tan complejo como maravilloso (la estética siempre es importante) en lo supuestamente simple.
Gracias Javier. Estas entradas son producto de la preparación de mis clases en la universidad aquí en Quito. Un abrazo
EliminarPues ya me gustaría a mí ir a unas clases así.
EliminarExcelente post, me sirve mucho para mis estudios
ResponderEliminarQue suerte la de sus alumnos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarExcelente post, me sirve mucho para mis estudios
ResponderEliminarQue suerte la de sus alumnos.
Saludos desde la Fac. de Ciencias Médicas de la Univ. de Guayaquil
ResponderEliminarMuchas gracias Irving. Me agrada que un ecuatoriano esté visitando el blog y le sirva de algo. Un saludo. Esteban
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