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domingo, 20 de marzo de 2022

Gestación subrogada: ¿Parasitismo o simbiosis?

 


Este argumento se sostiene en el hecho de que las únicas células que tienen la posibilidad de perdurar en el tiempo son las células sexuales. Células, que son por cierto, unicelulares. La parte somática, es decir, no sexual, constituida por células clónicas del zigoto diploide, todas esas células están destinadas a formar un cadáver. Producimos gametos haploides (óvulos y espermatozoides) toda nuestra vida reproductiva adulta con la esperanza de que encuentren a su background genético, un espermatozoide para el óvulo o viceversa, y vuelta a empezar. El tiempo para las células sexuales es circular, para las células somáticas es lineal. Desde ese punto de vista, el humano es un portador de células sexuales hasta la siguiente generación. 

¿Podemos analizar la gestación subrogada desde un punto de vista biológico?

La gestación subrogada se suele contemplar desde dos puntos de vista: el ético y el liberal. 

Desde el punto de vista ético, la mayoría de las opiniones son contrarias a la gestación subrogada. Se considera un abuso contra la mujer porque los progenitores de intención se aprovechan de la condición de necesidad económica de las gestantes. Desde el punto de vista liberal, la mayoría son favorables: es un acuerdo libre y consensuado entre los futuros progenitores dispuestos a pagar por el alquiler de un vientre en el que se desarrolle su zigoto fecundado y la gestante.

Desde el punto de vista biológico caben dos opciones: el parasitismo y la simbiosis. Parasitismo porque hemos visto como uno de las características del parasitismo es el "quítate tu pa ponerme yo". No se compite, se accede al espacio, al territorio del otro para medrar y propagarse uno mismo. El otro, la simbiosis, hace hincapié en el hecho de que esa acción parasitaria tiene una contraprestación económica. ¿Qué es el dinero para esas gestantes? la posibilidad de poder vivir y poder mantener a sus hijos o a sus futuros hijos. 

Video de la cómica Victoria Martín sobre los vientres de alquiler

Si no hubiese dinero de por medio, la gestación subrogada podría ser de tipo altruista, como se da de hecho y está legislada en muchos países.

¿Los hijos? ¡Mis parásitos favoritos!

La estructura parasitaria es algo que todavía no tenemos en mente cuando nos enfrentamos a problemas biológicos. Una de las ideas que trato de inculcar en mis alumnos es que las células sexuales son las únicas células vivas de nuestro cuerpo porque son las únicas que se van a mantener en el tiempo. La parte somática de nuestro cuerpo, es decir, lo que somos nosotros, vivimos exclusivamente para mantener a nuestras células sexuales vivas hasta la siguiente generación. 

Las células sexuales, como protozoos parásitos que son, nos manipulan, hacen que con la pubertad se nos vuelva imperioso fijarnos en el otro sexo, que busquemos procrearnos. Como buenos zombis en manos de esos protozoos egoístas, ponemos todo de nuestra parte para que crezcan sanos, para que tengan la mejor formación. Procuramos, como buenos padres, lo mejor para nuestros hijos.

Todo ese esfuerzo por salir, gustar, ser atractivo, no es más que esa pulsión por buscarle a uno de tus protozoos sexuales el background genético que les permita crear un "carrier biológico" a tus células sexuales, lo que viene a ser sus hijos y tus nietos. Mientras están en esa tarea, los hijos son egoístas, todo les parece poco. Luego vendrá la toma de conciencia que llega cuando te conviertes a tu vez padre y comprendes todo lo que ellos han hecho por ti. Ser padre te vuelve más humano. La piedad filial surge cuando, de mayor, te das cuenta de que gran parte de tu vida has sido un parásito de tus padres. Es en ese momento que reparas en esas personas que te entendieron y te apoyaron, que te amaron más allá de la biología. 

Ligar, salir a buscar pareja, es el esfuerzo de ese protozoo por salir de un cuerpo que, genéticamente, sabe que tiene el tiempo contado. Para esa célula sexual, ese protozoo parásito, nada importa más que la transmisión. Por eso somos miles de millones. 

La explicación biológica es limitada y presenta problemas

Existen sesgos ideológicos en las teorías sobre la evolución del sexo. Esto es debido a que la sociobiología es una ciencia blanda. Las ciencias blandas pueden utilizar el método científico pero en algunos casos llegan a conclusiones teóricas únicamente a través de razonamientos, sin ser posible la experimentación

Y mejor que no haya experimentación. Al menos en humanos. Los médicos nazis llegaron a probar cuanto aguantaban los instintos maternales de enfermeras y matronas cuando les entregaban niños que, por medio de una intervención quirúrgica, no paraban de llorar. Con satisfacción sádica comprobaban que acababan matando a esos bebés. La explicación a este comportamiento es que el lloro del bebé activa nuestros centros de estrés para que calmar ese lloro se convierta en nuestra prioridad. Si no puedes calmarlo, el estrés que te produce es superior a tu sentido de protección de un bebé. 

Los mamíferos estamos programados instintivamente para proteger a los animales con cabeza y ojos grandes, por ese motivo se dan casos de leonas que amamantan temporalmente a los bebés de los animales que acaban de matar. Al final, cuando tienen hambre acaban matando también a esos bebés. 

El principal problema no de la ciencia sino del cientificismo es el reduccionismo. Llegar a creer que el ser humano es un protozoo. Explicarnos, desde ese cientificismo reduccionista como máquinas, como materia es empobrecernos. Hay una "explicación" biológica, y ojo, una explicación en el fondo no es ciencia. Esa "explicación" lo único que logra es minimizar la responsabilidad ética en nuestras acciones. Lo que nos hace humanos no es la biología. La biología es una base material, exclusivamente. Lo que nos define como humanos va mucho más allá.

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