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sábado, 28 de mayo de 2022

"El poder de uno necesita la estupidez del otro"

Entrada dedicada a mi hijo Antón

Las bases de la vida que hemos visto hasta ahora contemplan varios mecanismos. Primeramente, la evolución se basa en la selección natural de aquellas entidades autorreplicantes que llamamos seres vivos. Aquellos con capacidad para pasar su descendencia a la siguiente generación, bien por que se repliquen más rápido, o por que se las ingenien para conquistar nuevos territorios, son las que prevalecerán y desplazarán a las que tengan menos capacidad. Es una evolución basada en la competición. El siguiente mecanismo es la evolución basada en relaciones parasíticas. El territorio de él se produce a expensas del yo. El yo intenta evitar la invasión, la colonización con mecanismos inmunológicos que buscan preservar la única identidad del territorio del individuo, que hasta ahora es la célula, ya que todavía no han aparecido en la Tierra los organismos pluricelulares. Cuando la coevolución del parásito y el hospedador es muy estrecha, los dos organismos, él y yo, acaban por pactar, por ceder, por negociar, por aceptar un centro de decisión común. Ganan ambos al desarrollar una estructura biológica más sofisticada pero cada uno de ellos pierde autonomía e identidad. Es el proceso de mestizaje que puede ser muy doloroso como bien saben en América Latina. A nivel biológico el mejor y más exitoso ejemplo de mestizaje o de simbiosis es la aparición de la célula eucariota. De eso tratará el siguiente capítulo. Pero antes, tenemos que deleitarnos con un nuevo mecanismo por el cual la vida se organiza. Un mecanismo que fue desarrollado por las bacterias. En concreto, una de esas bacterias sociales, Myxococcus xanthus, es la que los científicos emplean para descifrar un mecanismo que podríamos denominar "El poder de uno necesita la estupidez del otro". Esta frase pertenece al pastor luterano Dietrich Bonhoeffer 


Un principio de este mecanismo es la multicelularidad, es decir, que exista un número alto de clones. Esto es novedoso porque para que la evolución basada en la competición ocurra tenemos que tener una población diversa. La diversidad genética es básica, bien por mutaciones, por recombinaciones, por sexo. La selección natural ocurre sobre una población diversa. El mecanismo "El poder de uno necesita la estupidez del otro" se genera a partir de la uniformidad de múltiples individuos

Fig. 1. Evolución por la estupidez del otro. Un célula, a la izquierda, se reproduce hasta formar un conglomerado clónico. De repente, por un mecanismo que todavía se está desentrañando, una de esas células se convierte en él, célula en rojo, y a partir de ese momento, yo y todas las que son como yo, células azules, vamos a trabajar para él.

Este es el mecanismo que desarrolla Myxococcus xanthus en situaciones de estrés alimenticio. El protozoo eucariota Dyctiostelium discoideum, también lo emplea. Lo emplean los insectos sociales de la clase himenóptera como hormigas, termitas, abejas y avispas. Lo emplean las ratas topos. Y lo más asombroso... todos los seres pluricelulares utilizan este mecanismo... si, los seres humanos también. Lo que voy a contar a continuación va a cambiarte la forma en que, estimado lector, te ves a ti mismo.

En los animales sociales se entiende bien. Todos los animales de la colonia proceden de una hembra reina. Pongamos por ejemplo las ratas topo. Solo la reina tiene descendencia, el resto de las ratas son estériles y trabajan en pro de la descendencia de la rata reina. La reina tiene altos niveles de hormonas en su orina que esterilizan a las demás ratas hembras. Si la rata reina se muere, las hormonas empiezan a desaparecer de los túneles de la colonia, al desaparecer la hormona esterilizante las hembras recobran poco a poco su fertilidad, con ella su capacidad de producir hormonas esterilizantes que van a liberar con su orina. La primera hembra en generar capacidad para producir grandes cantidades que esterilicen a las otras se convertirá en la nueva reina de la colonia. 

En los organismos pluricelulares como el ser humano, cuando el óvulo fecundado comienza a dividirse, va a formar una mórula, un pequeño agregado de células 2n clónicas. Es en ese momento cuando una célula de esa mórula se convierte en él, y el resto de las células van a trabajar para él el resto de su vida. A él le llamamos célula sexual y las demás células se les llamará células somáticas. Lo que conocemos por el yo biológico no somos más que células somáticas.

La biología, sobre todo la evolutiva, así como la historia, son disciplinas que entienden que los procesos se producen en tres dimensiones y también en una cuarta dimensión que es el tiempo. Cuando les pregunto a mis alumnos ¿Dónde estarás tu en 2100? la respuesta es: ¡Muerto!. Si, posiblemente estés muerto. Biológicamente es posible que estés vivo si has sido capaz de encontrarle a tus óvulos o a tus espermatozoides un background genético para que ellos sigan sobre la Tierra cuando tu ya no estés. No solamente heredas tu ADN, también tus valores y tus ideas. Es algo que se aprende cuando estudias biología o historia: a tener una sensibilidad por la cuarta dimensión que es el tiempo. 

El yo, en este caso Esteban Fernández Moreira, es un cadaver andante. Todo lo que veís acabará en un traje de madera. Solo dos de sus células sexuales han tenido la fortuna de pasar a la siguiente generación. Se trata de los dos espermatozoides a los que tuve que procurar un óvulo. A partir de ahí, el 50% genético de Flavia y Antón que procede de mi, tendrá que buscar cómo pasar su ADN a la siguiente generación, que serán mis nietos. 

El nacimiento del cadáver

En el catálogo de Netflix abundan las series sobre gurús que mediante técnicas básicas de control mental han conseguido enriquecerse y manipular a cientos de personas. Es muy interesante observar el estupor de los ex adeptos cuando narran cómo se comportaban cuando estaban dentro de la secta. Es un patrón general. Cuando se liberan de la secta odian al gurú, cuando estaban en ella lo amaban. La diferencia entre un estado y otro es que dentro de la secta se regían por una serie de normas muy estudiadas, lo que se llama control mental, y cuando estas normas desaparecen, por ejemplo porque alguien los desprograma, como cuando la policía irrumpe y desbarata la secta, en ese momento, es como si despertasen de un sueño y es ahí cuando comienzan a regresar a su vida anterior. Este es un patrón de abuso que se refleja en muchos de los cuentos populares en los que el protagonista en un momento de la historia está "hechizado" bajo el poder de alguien que lo utiliza para sus propios fines. Es el caso del cuento "La Reina de las Nieves" de Andersen.

En estas páginas no trato de hablar de microbiología. Trato de reflexionar sobre de dónde venimos, quiénes somos y a dónde vamos, desde una perspectiva biológica. La biología, lo mismo que la historia, la linguística... tiene muy presente el impacto de la cuarta dimensión: el tiempo, en todos los procesos. Nuestro material hereditario está esculpido por el tiempo. Las personas que estudian embriología suelen decir: la ontogenia, es decir, el desarrollo del embrión, recapitula la filogenia, es decir, durante el desarrolo del embrión se puede ver como pasamos por todos los estados previos: protozoo, mórula, gusano, reptil, mamífero y finalmente alcanzamos aquellas características que nos definen como humanos.

Tendemos a vivir sin tener noción real del tiempo. Nacemos y en nuestros primeros años el cerebro se va amoblando con las enseñanzas de nuestros padres, luego la escuela, los amigos. Llega un momento en que nos vemos adultos e inmortales, sin saber, que somos un eslabón en una cadena, un parpadeo. Absorbemos como esponjas aquello que nos enseñan nuestros padres los primeros años porque estamos ansiosos de ser mayores, de independizarnos. Al absorber perdemos identidad. Es en la adolescencia en donde ponemos en tela de juicio aquello que absorbimos y dimos por bueno. Con la vejez nos damos cuenta de que la mayoría de nuestra experiencia y de nuestras historias son irrelevantes. Con suerte todo se puede resumir en un párrafo, quizás, si nuestra vida ha sido plena, un par de carillas. Algunos ancianos esta realidad les permite distinguir con mayor claridad lo que está bien de lo que está mal. Por eso mismo, en la antiguedad, siempre había un consejo de ancianos y la voz de los mayores era respetada. Asumimos que los ancianos son más propensos a decir la verdad de una manera instintiva. Lo mismo que cuando somos niños no somos capaces de sospechar que quizás nuestros padres sean unos gilipollas. 

Lo que nos cuentan de niños, porque es la primera vez que lo escuchamos, y lo que escuchamos de los viejos porque quizás sea la última vez que lo escuchamos, tienen en nosotros un peso especial. Por eso recuerdo a mi abuelo Antonio cuando me contaba una anécdota que le había sucedido en Brasil. Se estaba quemando el bosque de una isla y cinco monos trataban de huir. Formaron una cadena y empezaron a hacer que esa cadena oscilase. Cuando tuvieron suficiente impulso, el mono que estaba más abajo saltó y logró atravesar el río, el siguiente mono que estaba más abajo haciendo que la cadena oscilase más fuerte fue capaz de saltar y ponerse a salvo en la otra orilla. Los otros tres monos vieron que carecían de impulso, por eso no saltaron y evitaron ahogarse en el río. Mi abuelo no contaba que había pasado con los tres monos que no pudieron ponerse a salvo, aunque el final trágico se adivinaba. 

Un territorio en peligro, cinco monos, tres se sacrifican para que dos puedan huir. Tradicionalmente, los microbiólogos nos hemos dedicado a investigar moléculas. Eso ha moldeado el discurso científico, todo tiene que ser explicado en función de relaciones moleculares. Cuando estas relaciones son sencillas y evidentes, como en el caso de los sistemas toxina-antitoxina, nuestro entendimiento es claro. Cuando tratamos con realidades más complejas, o con conceptos más abstractos como el territorio, el tiempo... ahí, el excesivo reduccionismo de la biología molecular no nos deja entender realmente qué está ocurriendo. 

Como trabajar con monos es complicado, hacerlo con bacterias es más sencillo. La bacteria social Myxococcus xanthus es una bacteria modelo y lo es gracias a su ciclo celular que consta de cuatro estadíos a saber: 

 Fig. 2. Ciclo vital de Myxococcus xanthusEn el estadío 1, la bacteria crece por división binaria como lo hacen todas las bacterias, de una se divide en dos, esas dos en cuatro... cada bacteria lleva una existencia individual. Este estadío es el que tiene lugar cuando hay abundancia de alimento. Cuando el alimento comienza a escasear, M. xanthus se agrupa en lo que se viene a llamar una "manada de lobos" 2. En este estadío M. xanthus forma un enjambre de células que van perseguir a bacterias de otras especies para rodearlas y eliminarlas mediante enzimas hidrolíticas para luego alimentarse de sus restos. Cuando la comida comienza a escasear de veras y ya no compensa hacer expediciones en busca de comida, las bacterias comienzan a formar un pedestal. En el tope de ese pedestal una serie de bacterias se van a convertir en esporas. Esas esporas se van a dispersar y si por casualidad una de ellas aterriza en un lugar en donde hay abundante alimento, la espora germina, es decir se abre, y de ella surge una nueva célula de Myxococcus. 

Si observamos la Fig. 2 tiene muchas similitudes con la Fig. 1. ¿Sabrías encontrar estas similitudes?

Las células sexuales, las que van a prevalecer en el tiempo van a disfrutar de este oportunidad a expensas de células que son exactamente igual que ellas y que se van a sacrificar en aras de la capacidad que tienen esas células de sobrevivirles. Este esquema es el que tiene también el ciclo vital de los humanos. A esas células rojas, egoistas, les llamamos células sexuales. Aunque esas células provienen del mismo zigoto que las somáticas, habrán pasado por dos procesos que las convierten genéticamente distintas a las somáticas: la segregación cromosómica y la recombinación. Pero hablaremos de esto más adelante.

Fig. 3. Ciclo celular de los humanos. Estadío 1, las células sexuales, las únicas que van a tener la oportunidad de continuar vivas en el tiempo, están repartidas en dos sexos. La célula sexual masculina nadará hacia el óvulo y al fecundarlo ese óvulo se convertirá en un zigoto, estadío 2, con una dotación cromosómica doble, la proveniente del espermatozoide y la del óvulo. El zigoto comienza a dividirse y cuando llega al estadío mórula, se diferencias aquellas células que van a dar lugar al linaje sexual, en rojo, de las que van a ser somáticas, es decir, células que no van a tener oportunidad de continuar vivas en el tiempo

El poder de las células rojas sobre las azules necesita que sean homogeneas, especializadas y estúpidas para poder manipularlas. Ambientes y territorios complejos necesitan estrategias complejas.

El primer libro me lo regaló mi padre. Se trataba de una edición de Bruguera de Huckleberry Finn de Mark Twain, una edición abreviada para niños. La mitad de las páginas eran de texto y la otra mitad comic. Tenía seis años y ese fue el primer libro con texto, no infantil. Recuerdo leerlo con indignación cuando Mark Twain narra el viaje de Huckleberry y el esclavo Jim camino de los estados del Norte en donde no existía la esclavitud. Su viaje se ve retrasado porque acogen a dos tahures en su balsa. Los tahures se dan cuenta que es extraño un esclavo negro y un muchacho navegando por el Mississipi. Enseguida empiezan a sacar partido de esa situación. Huckleberry y Jim no se dan cuenta al principio porque de alguna manera empatizan con los dos polizones, sin embargo estos dos sujetos los están retrasando en su viaje e incluso los están poniendo en peligro.

Pasajeros indeseados. No han sido personas hostiles las que más me han apartado de lo que deseaba hacer, han sido esos pasajeros indeseados que sin ser molestos, siendo incluso "amigos", conseguían que acabase haciendo cosas que en principio ni me apetecía ni tan siquiera me había imaginado hacer. Encontrar el camino, el deseo de cada uno, exige de personas que escuchen, de personas que sepas que tienes un sitio en su casa para guarecerte, un plato de sopa si es necesario. Personas como Gerda, en el cuento de Ándersen, La Reina de las Nieves, que son capaces de hacer un viaje para que vuelvas a ser parte de su vida. Para poder compartir momentos juntos, en un espacio, que en el cuento de la Reina de las Nieves, es una pequeña terraza compartida.

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