Leishmaniasis es parte de las nueve enfermedades tropicales más importantes a nivel mundial, debido a su morbilidad y mortalidad. Registrándose de 1.5 a 2 millones de casos nuevos al año, considerándose un problema de salud pública grave. En Ecuador existe Leishmaniasis como se puede comprobar en esta revisión bibliográfica.
La leishmaniasis es una enfermedad endémica en la región nor- occidental de la provincia de Pichincha en Ecuador, pero su distribución no se limita a esta zona. El MSP a través de la Dirección de Vigilancia Epidemiológica reportó una tasa nacional de 5.83 casos por 100000 habs.
Las viviendas en áreas rurales o urbanas con malas condiciones constructivas, como falta de ventanas con mallas o paredes sin acabado, proporcionan hábitats ideales para los vectores de la enfermedad. Un cambio en las técnicas constructivas, puede mejorar la calidad de las viviendas, implementar medidas de control vectorial y asegurar un urbanismo adecuado, puede reducir significativamente la incidencia de la Leishmaniasis. Sin embargo, la erradicación total de la enfermedad también requiere de intervenciones integrales que incluyan educación, servicios de salud accesibles y políticas públicas efectivas.
En Ecuador, la leishmaniasis es un importante problema de salud pública reportado en 21 de 24 provincias del país, en áreas subtropicales de la costa del Pacífico, áreas tropicales amazónicas y tierras altas andinas. Durante 2010 y 2014 se registraron 6.608 casos en el Ministerio Público Salud, Ecuador, oscilando anualmente entre 899 y 1.629 (promedio 1.321,6), y en 2014, 262 (22,1%) de los 1,183 casos se derivaron de la provincia de Pichincha, seguida de Santo Domingo de los Provincias de Tsáchilas (148 casos, 12,5%), Esmeraldas (136 casos, 11,5%), Orellana (94 casos, 7,9%), Sucumbios (88 casos, 7,4%) y Morona Santiago (87 casos, 7,4%) ell departamento de Epidemiología, Ministerio de Salud Pública, 2014.
El mapa muestra que la especie más ampliamente distribuida en Ecuador es L. (V.) guyanensis, seguida por L. (V.) braziliensis. También se observa la presencia de otras especies como L. (V.) lainsoni y L. (L.) mexicana en provincias específicas. Las áreas costeras y amazónicas tienen una mayor diversidad de especies de Leishmania en comparación con los Andes, donde la incidencia es menos frecuente. Las áreas de color gris oscuro muestran la meseta andina. (>1.000 m de altitud), y las áreas de color gris claro muestran selva alta o laderas andinas (400–1.000 m de altitud). Actualmente, se hallan ocho especies de Leishmania, Leishmania mexicana, Leishmania amazonensis, Leishmania majorlike, Leishmania guyanensis, Leishmania panamensis, Leishmania braziliensis, Leishmania naiffi y Leishmania lainsoni. Se identificaron como agentes causantes de Leishmaniasis cutánea (CL) y mucocutánea humana (MCL) en Ecuador.
La relación entre la leishmaniasis y el código postal se puede entender mejor al considerar la epidemiología regional de la enfermedad, ya que ciertas áreas geográficas están más afectadas que otras debido a factores ambientales, sociales y económicos. El código postal sirve como un indicador de la localización geográfica y, por ende, del riesgo de exposición a la leishmaniasis en esas áreas. Aquellas regiones cuyo código postal pertenece a zonas con climas cálidos y húmedos, y con abundante vegetación, tienen mayor riesgo debido a la presencia de hábitats adecuados para los flebótomos. La enfermedad tiene una mayor prevalencia en regiones que se encuentran entre 0 y 1500 metros sobre el nivel del mar y donde las temperaturas superan los 20°C. Sin embargo, por debajo de los 8°C, la actividad del vector se ve reducida.
El cuadro presenta el número de muestras analizadas de diferentes especies de Leishmania en tres regiones ecológicas de Ecuador: la Costa del Pacífico, los Andes y la Amazonia. La especie más comúnmente encontrada es L. (V.) guyanensis con 93 muestras en total, seguida de L. (V.) braziliensis con 25 muestras. Las otras especies no fueron encontradas o analizadas en este estudio. Asimismo, las áreas cuyos códigos postales pertenecen a países en vías de desarrollo pueden presentar viviendas menos adecuadas y menor acceso a servicios de salud. La disponibilidad de servicios de saneamiento y control de vectores varía según la región, afectando la incidencia de la enfermedad. Un ejemplo es Ecuador, donde la transmisión ocurre en áreas rurales, desde zonas bajas hasta altitudes de 2500 metros sobre el nivel del mar. La configuración geográfica del país favorece la presencia del vector. La mayoría de los casos de leishmaniasis en Ecuador se asocia con las condiciones adversas de las zonas rurales, especialmente en áreas tropicales y subtropicales.
La enfermedad está asociada a las malas condiciones de vivienda, es posible que ciertos tipos de arquitectura y condiciones de vivienda puedan influir en la propagación de la enfermedad en ciertas áreas, especialmente aquellas con malas condiciones de vivienda y recursos limitados. De esta manera se puede disminuir el índice epidemiológico de Leishmaniasis en Ecuador, implementando sistemas adecuados de eliminación de basura, promover la construcción de casas con materiales que no permitan la entrada de mosquitos, fumigación de hábitats de mosquitos en áreas de alto riesgo, sistemas de eliminación de residuos y programas de salud pública enfocados en áreas identificadas por códigos postales de alto riesgo. La relación entre la arquitectura, el código postal y la leishmaniasis resalta la importancia de una aproximación multifacética para el control y prevención de esta enfermedad, combinando mejoras estructurales, intervenciones comunitarias y políticas de salud pública efectivas.
La historia de las enfermedades infecciosas es la de la arquitectura
La leishmaniasis, es una enfermedad parasitaria
ligada a la pobreza y a las guerras. En Ecuador está presente, en provincias
fronterizas, que además, son provincias con una baja renta per cápita, como son
las provincias de Esmeraldas (en el Norte) y el Oro (en el sur).
De acuerdo a la distribución de casos a nivel nacional, la leishmaniasis existe en forma de zoonosis en la
mayor parte de la selva húmeda tropical y subtropical del Ecuador. Según el análisis de
datos registrados en el Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical en
Guayaquil y con las encuestas epidemiológicas realizadas en el país durante
varios años, la enfermedad es endémica en la costa del Pacífico y en la región
amazónica.
En el
Ecuador en el año 2023 se reportaron 1.040 casos confirmados, de estos L. Cutánea 1.011 casos (97,21%) y 29 casos de Leishmaniasis mucocutánea (2,78%). En la SE 21 del año 2024, se han notificado 374
casos confirmados de Leishmaniasis a nivel nacional, mayormente asociados a
Leishmaniasis Cutánea y recientemente se ha observado un nuevo tipo de
leishmaniasis en el altiplano andino. De acuerdo con el informe epidemiológico,
de las 24 provincias del Ecuador, 23 se encuentran dentro de zonas de
leishmaniasis endémica: Esmeraldas, Pichincha, Bolívar, Manabí, Los Ríos,
Guayas, Cañar, Azuay, El Oro, Loja, Napo, Pastaza, Morona Santiago y Zamora
Chinchipe.
Fig. 1. Mapa de distribución de casos de Leishmania en Ecuador por provincias 2024 - S27
Distribución Geográfica y Factores de Riesgo:
- Altitudes Andinas: La leishmaniasis se encuentra en diferentes altitudes en los Andes
ecuatorianos, con la especie Lutzomyia ayacuchensis identificada como vector a altitudes superiores a los 650
metros. Esta distribución sugiere que la leishmaniasis puede propagarse en
áreas de mayor altitud en los Andes (Gomez et al., 2014)
Nuevos Hallazgos y Distribución Temporal:
- Nuevas Infecciones en el
Altiplano Andino:
Recientemente, se ha identificado un tipo de leishmaniasis en la región andina
de Ecuador, mostrando la capacidad de expansión de la enfermedad en diferentes
altitudes y entornos ecológicos (
Hashiguchi, et al.,2017)
- Análisis Espacial-Temporal: Estudios recientes han analizado la distribución espacial y temporal de las especies de flebótomos en áreas endémicas, revelando patrones bimodales relacionados con bajas precipitaciones y preferencias de hábitat forestal, lo que aumenta el riesgo de transmisión de la leishmaniasis en diferentes estaciones ( Hashiguchi, et al.,2017)
Impacto en la Lucha contra la Enfermedad
El
conocimiento detallado de cómo la geografía influye en la distribución de la
leishmaniasis permite a las autoridades de salud pública diseñar estrategias de
intervención más específicas y eficaces. Por ejemplo, en áreas de alta
incidencia, se pueden implementar campañas de control vectorial más intensivas,
como el uso de insecticidas y la promoción del uso de mosquiteros. Además, la
educación comunitaria sobre la enfermedad y sus vectores puede ser más
focalizada, atendiendo a las particularidades de cada región (Bezemer et al.,
2023). También es esencial para la planificación de recursos médicos y el
establecimiento de centros de diagnóstico y tratamiento en áreas
estratégicamente seleccionadas.
Conclusión
La geografía del Ecuador juega un papel crucial en la distribución de la leishmaniasis, afectando tanto la presencia del vector como la incidencia de la enfermedad. Comprender esta relación es vital para desarrollar y aplicar estrategias de control y prevención efectivas, adaptadas a las condiciones locales. Este enfoque geográficamente informado puede mejorar significativamente los esfuerzos de salud pública para combatir la leishmaniasis en Ecuador.
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