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viernes, 18 de octubre de 2024

Prueba y error son los otros nombres de variación y selección

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la desaparecida Unión Soviética, Gennadi Gerasimov, en la época que gobernaba Gorbachov, contaba una anécdota: en el caso de la Unión Soviética hubiera invadido con éxito y conquistado al resto del mundo, deberían de haber dejado libre a Nueva Zelanda ¿Por qué? Para que las autoridades soviéticas pudieran conocer el precio de mercado de las cosas. ¿Por qué a los economistas soviéticos les resultaba tan difícil conocer los precios?  Porque no podían obtenerlos mediante prueba y error. 

Podemos probar cuando hay muchas posibles soluciones. Eso es variación. El error es cuando fallamos y somos eliminados, de la solución o de los genes que pasan a la siguiente generación. Pongamos un ejemplo sencillo: Hemos fabricado un celular, gama media, digamos 350 dólares. También hemos fabricado 1 lápiz, digamos de 1 $. Imaginemos que se los doy a un extraterrrestre y le reto a que les ponga precio, con la condición de que el más barato cueste un dolar. Posiblemente, el extraterrrestre le asigne el dolar al lápiz, pero dudo que asignase un valor semejante a 350$ al celular. Por la complejidad, tecnología, horas empleadas en la fabricación y en el desarrollo de software, estoy seguro que en vez de 350 diría una cifra 1000 veces superior. Ahora bien, el lápiz se puede vender por un dolar, pero un celular por 350.000 dólares es imposible venderlo. 

Cuando vas a vender un producto se pueden dar tres escenarios: a) que lo vendas por debajo de su valor y te empobrezcas, b) que lo vendas por encima de su valor y te enriquezcas y c) que el precio sea demasiado elevado y no lo vendas. La alternativa a probar nuestro producto en un intercambio que se resuelve con estos tres escenarios es la de realizar un sesudo estudio contemplando una serie de variables: materiales, diseño, tecnología, horas empleadas, patentes...

La evolución es un sistema ciego, no inteligente que se basa en la selección, sobre una variabilidad previa, y la expansión de aquello que ha sido seleccionado a expensas de los que no. 

El precio de ambos productos depende también de en qué momento queremos vender el celular o el lápiz. Un celular recién salido al mercado tiene un valor que va perdiendo con el tiempo. A los cinco años está completamente desfasado, algunos años más y será incompatible y por lo tanto carecerá de utilidad. El lápiz tiene un valor que se mantiene en el tiempo. 

Los niños empiezan a encajar figuras por error y prueba






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