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martes, 21 de junio de 2011

"Hay que promover el espíritu científico"

El positivismo es la unión de dos tesis, la epistemológica y la político-moral. Esta última se basa en la conveniencia de promover el “espíritu científico” en la sociedad. Cuando empecé a hacer divulgación científica creía esta segunda tesis a pies juntillas. Hoy empiezo a tener mis dudas. El “hay que promover la ciencia en la sociedad” es una postura condescendiente y agresiva. La mayor parte de la gente no reacciona bien ante una imposición, aunque sea por su bien. Recuerda el chiste “Se ha muerto el Fary” de Faemino y Cansado. Al Fary cantante se le recuerda con cariño, al Fary científico se le hace chufla, pese a que lo ha atropellado un coche, por pedante, por dar unas opiniones que hacen que los que los rodeen parezcan estúpidos. “Hay que promover el espíritu científico en nuestra sociedad” recuerda al “no es lo que tu país puede hacer por ti, sino lo que tu puedes hacer por tu país” esta frase la he oído del tipo “no es lo que el gallego puede hacer por ti, sino lo que tu puedes hacer por el gallego”… El hay que es como una obligación, un deber. Pero, ¿nos hemos preguntado si la sociedad quiere que se le promueva el espíritu científico?. Luego resulta que Amancio Ortega no ha estudiado, como tampoco ha estudiado el Pocero, como tampoco ha estudiado el Ministro de Fomento, Bill Gates no acabó la universidad. “Oiga mire, que le quiero promover el espíritu científico; pues mire, a mi como que no”. En mi opinión se debe promover una educación de calidad, una educación que tenga en cuenta los distintos perfiles del alumnado y no sólo premiar y promover a los chapones, a los que son capaces de estarse quietos, memorizar los apuntes y vomitarlos en los exámenes. Una educación que fomente el que se resuelvan problemas, que aprendan a trabajar y ha ganar dinero. Para que promocionar la ciencia en un país donde existen becarios de 40 años, que todo el mundo conoce algún caso, peleando por enganchar una beca postdoctoral a otra. El becario no rompe esa dinámica por que no sabe hacer otra cosa. Al final la ciencia ha sido un disciplina que en vez de abrirle el mundo se lo ha estrechado.

Cuando voy a mis charlas en colegios o institutos siempre les muestro los sitios que he visitado, les hablo de la gente que he conocido. Creo que al final se quedan con el tipo de coche que conduzco. Al final todo se reduce a un sistema de incentivos. La ciencia carece de esa importancia social que debiera tener. El público lo percibe y no quiere que le cuenten milongas. Se lleva a los niños al museo de ciencia por que se lo pasan bien, y se vuelve de mayores al museo para llevar a los niños y ahí se ha acabado toda la promoción de la ciencia. Desde los periódicos se hace una buena labor, pero la sociedad sigue sin demandar el conocimiento o el espíritu científico. El día que se asocie a dinero será la sociedad la que demande de motu propio.Por último os dejo un vídeo de Leticia Sabater grabado en un puticlú con su móvil de la canción estrella de su disco, que está actualmente promocionando. El mensaje es ¿para qué estudiar?

1 comentario:

  1. Y que esta chica gane mas dinero que mi padre que se pasa las horas trabajando... asi va el país...

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Cada vez que lees un artículo y no dejas un comentario, alguien mata a un gatito en alguna parte del mundo...