Escribo para mí, para recordar algunas ideas que me interesan. Con el tiempo he descubierto que existe más o menos un nexo común en esas ideas. Aviso: Este blog no es un consultorio de salud.
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sábado, 13 de junio de 2015
¡Qué sorpresa! ¡Hay científicos que son unos gilipollas!
¡Qué sorpresa! ¡Hay científicos que son unos gilipollas!
En los resultados de una encuesta de Metroscopia publicada en 2013, el colectivo de los científicos era el que obtenía una mayor aprobación por parte de la población española, un 94%. En 2011 aparecen los resultados de una encuesta similar realizada en Mexico: el 84% de los mexicanos reconocen que confían mucho en la fe y poco en la ciencia. Un 57% de los mexicanos cree que los científicos son peligrosos porque tienen "poder".
Los resultados parecen que favorecen a los españoles. Sin embargo en España un 25% de la población cree que la Tierra gira alrededor del Sol.
La entrada de hoy trata sobre las declaraciones machistas del premio Nobel Tim Hunt. A Tim Hunt le dieron el premio por sus trabajos sobre el ciclo de división celular. Un gran trabajo sin duda. Ahora bien... ¿Ser capaz de realizar un trabajo de excelencia en ciencia te garantiza que tus opiniones en otras áreas sean igual de excelentes?
Se puede decir más alto pero no más claro
Un científico, sólo por el hecho de serlo, no está más autorizado que cualquier otro ciudadano para emitir una opinión o un juicio fuera de su campo. Obviamente si hablamos de física la opinión de Einstein cuenta. Lo mismo que si se trata de DNA la de Watson cuenta. Einstein y Watson eran unos misóginos recalcitrantes, lo mismo que Hunt. ¿Es su opinión sobre este tema relevante? pues no. Ninguno de ellos ha hecho estudios o alguna labor que legitime su opinión y la convierta en un referente o en un criterio de autoridad. Por lo tanto ¿A quién le importa que Tim Hunt sea un varón blanco machista?
Importa porque los científicos se han vuelto un referente social. Quizás incluso han desplazado a filósofos, sociólogos e intelectuales de "letras". En fin, un error. Las opiniones y criterios de autoridad deben de estar avalados por la trayectoria, por las reflexiones y trabajos previos de esa persona. Que seas un especialista en ciclinas de levaduras sólo te capacita para que opines de esos temas, de biología, de la célula y ¡YA!
Un 57% de los mexicanos cree que los científicos son peligrosos porque tienen "poder". Fuente: El Universal 5 enero 2011.
Un post necesario. Una de las peores formas de cientificismo es precisamente la denunciada aquí, la del intento de extensión de una autoridad merecida en un campo a ámbitos dispares que no tienen nada que ver. Efectivamente, uno puede ser una lumbrera en mecánica cuántica o en biología de retrovirus y decir auténticas chorradas sobre aspectos de la vida cotidiana. Recuerdo el impacto que tuvo un comentario racista de Watson. Ahora tenemos esto de Hunt. Einstein era Einstein y, excluyendo casos de imbecilidad como los que se dieron en la Alemania hitleriana, nadie puede dejar de reconocer su genialidad como científico; eso no tiene nada que ver con la posición que mostró como esposo o como padre. Y es que no hay propiamente vidas ejemplares o, más bien, hay muchas vidas ejemplares en algo; sólo en algo. A pesar de ello, suele oscilarse por parte de mucha gente entre la admiración totalizante y bobalicona hasta la descalificación global por algún defecto. Ser un científico genial, incluso reconocido con un Nobel, no inmuniza frente a la atracción de la magia y así Montagnier, por ejemplo, parece empeñado en demostrar que la homeopatía tiene una base científica. Ser humano va más allá, para bien y para mal, de ser científico y esto último supone aplicar un método. Hablar desde felices ressultados en un área de investigación sobre lo desconocido en otros campos supone, aunque se sea científico, una traición a la ciencia misma, al olvidar, aunque sólo sea por un momento que sólo hay ciencia cuando hay método científico y no mera opinión. En el caso individual, el cientificismo supone la rendición a la doxa y la trainción a la episteme, algo que ya había denunciado Platón hace muchos años.
Gracias Javier por tu comentario. En septiembre daré un curso para periodistas. "Hay vidas ejemplares en algo" y "Sólo hay ciencia cuando hay método científico" son dos conceptos que quiero trabajar. Dos conceptos muy necesarios para los ecuatorianos. Aquí se pasa de ser un santo a un demonio en cero coma segundos. La razonar causa-efecto también les cuesta bastante. La idea general es que todo viene de fuera. Ya sea porque así lo ha diquispuesto Dios, los norteamericanos o el hecho de que son un país pequeño. Viven en la excusa. Y a pesar de todo les va bien. Es fascinante observar como el hecho de que "Diosito" se preocupa por ellos y ellos tienen comunicación directa con "Diosito" los hace personas felices. Los pone en el centro del Cosmos. ¿Y quién no es feliz cuando el Universo gira alrededor de uno?
Un post necesario. Una de las peores formas de cientificismo es precisamente la denunciada aquí, la del intento de extensión de una autoridad merecida en un campo a ámbitos dispares que no tienen nada que ver.
ResponderEliminarEfectivamente, uno puede ser una lumbrera en mecánica cuántica o en biología de retrovirus y decir auténticas chorradas sobre aspectos de la vida cotidiana. Recuerdo el impacto que tuvo un comentario racista de Watson. Ahora tenemos esto de Hunt.
Einstein era Einstein y, excluyendo casos de imbecilidad como los que se dieron en la Alemania hitleriana, nadie puede dejar de reconocer su genialidad como científico; eso no tiene nada que ver con la posición que mostró como esposo o como padre.
Y es que no hay propiamente vidas ejemplares o, más bien, hay muchas vidas ejemplares en algo; sólo en algo. A pesar de ello, suele oscilarse por parte de mucha gente entre la admiración totalizante y bobalicona hasta la descalificación global por algún defecto.
Ser un científico genial, incluso reconocido con un Nobel, no inmuniza frente a la atracción de la magia y así Montagnier, por ejemplo, parece empeñado en demostrar que la homeopatía tiene una base científica.
Ser humano va más allá, para bien y para mal, de ser científico y esto último supone aplicar un método. Hablar desde felices ressultados en un área de investigación sobre lo desconocido en otros campos supone, aunque se sea científico, una traición a la ciencia misma, al olvidar, aunque sólo sea por un momento que sólo hay ciencia cuando hay método científico y no mera opinión.
En el caso individual, el cientificismo supone la rendición a la doxa y la trainción a la episteme, algo que ya había denunciado Platón hace muchos años.
Gracias Javier por tu comentario. En septiembre daré un curso para periodistas. "Hay vidas ejemplares en algo" y "Sólo hay ciencia cuando hay método científico" son dos conceptos que quiero trabajar. Dos conceptos muy necesarios para los ecuatorianos. Aquí se pasa de ser un santo a un demonio en cero coma segundos. La razonar causa-efecto también les cuesta bastante. La idea general es que todo viene de fuera. Ya sea porque así lo ha diquispuesto Dios, los norteamericanos o el hecho de que son un país pequeño. Viven en la excusa. Y a pesar de todo les va bien. Es fascinante observar como el hecho de que "Diosito" se preocupa por ellos y ellos tienen comunicación directa con "Diosito" los hace personas felices. Los pone en el centro del Cosmos. ¿Y quién no es feliz cuando el Universo gira alrededor de uno?
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