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domingo, 16 de agosto de 2015

El Proyecto Prometeo y la pequeña vendedora de fósforos.

Ayer se ha acabado mi contrato Prometeo en Ecuador. El contrato duró un año. Durante este tiempo he realizado un trabajo en el que he aislado bacteriófagos líticos (que destruyen) bacterias (Escherichia coli) enteropatógenas (que provocan infecciones intestinales). Cualquiera que sepa de ciencia sabe que un año es un periodo de tiempo insuficiente para desarrollar cualquier proyecto de biomedicina. En Ecuador, debido a que ha bajado el precio del barril de petroleo de 100$ a 35$, hay en este momento recorte de fondos públicos.

Lo que prometía el programa era un periodo de tres años, renovable año a año, para desarrollar un proyecto. Bien, no ha sido así. La economía manda y el proyecto que justo comenzaba a dar frutos tendrá que quedar en el congelador ¿Cabe ser pesimista? No. El pesimismo es un estado mental perjudicial para iniciativas de este tipo. Debemos analizar cómo mejorar todo el proceso de la construcción de una cultura científica en el Ecuador y en América Latina por extensión pero no caer en el derrotismo.

Una de las cosas que se observan en el Ecuador es la visión negativa que se tiene del país en muchos aspectos. Se ha construido una visión nacional negativa en parte porque otros países son exitosos y éste no. Es cierto que EEUU, Alemania y otros países son mucho más desarrollados que el Ecuador, pero el éxito de estos países no menoscaba los desarrollos que se producen en esta sociedad. El hecho de que parezca que la brecha entre esos países y el Ecuador es insalvable y que incluso se acreciente hace que la percepción de nosotros mismos (y aquí me permito hablar como ecuatoriano, que no lo soy pero por lo pronto trabajo en este país) sea siempre en negativo. Cualquier iniciativa que se haga parece condenada al fracaso o claramente insuficiente.

Sería injusto criticar el sistema de ciencia que está tratando de construir el país. Es un intento necesario y valiente. Hay que apoyarlo. Obviamente es un proceso mejorable. Muy mejorable. Sobre todo porque las soluciones son fáciles. En este blog he hablado de la importancia de los "Task forces": grupos dotados de libertad operativa, donde una persona experta lidera y toma las decisiones sin intermediarios y donde la única evaluación es la consecución de objetivos. Las críticas, sin embargo, no deben de empañar el hecho de que apostar por el conocimiento es una decisión valiente y acertada que debemos apoyar.

Debemos proyectar una sensación de ilusión y éxito en el proyecto. Una sensación positiva basada en el análisis y en la reflexión y no en la propaganda. El optimismo es necesario pero encarna un riesgo grande: la decepción. El optimismo es necesario para revertir esa percepción negativa de nosotros mismos, una percepción que nos hace daño, que crea desánimo y que, a veces, también es excusa para evitar la reflexión y la autocrítica. Pero si el optimismo nos ciega y al final del camino vemos ha todo ha sido ilusión el efecto en el ánimo es devastador. Es la amargura del cuento "La vendedora de fósforos": una niña que en Navidades, con nieve, pasa frío en la calle vendiendo fósforos y enciende uno tras otro para tener sensación de calor e imaginarse que vivía en una casa rica con chimenea. Al final se le acaban los fósforos que tenía que vender y la niña se muere de frío. Es un cuento trágico que como siempre hacen los cuentos nos enseña algo: no debemos dejar que la ilusión no nos permita ver que nos estamos en el fondo muriendo de frío.
La pequeña vendedora de fósforos es un cuento de H.C.Andersen.

Respecto al dinero me gustaría recordar aquí una carta que había escrito una ama de casa inglesa al final de la Segunda Guerra Mundial. Esta señora había vivido las penurias económicas vividas en Europa después del crack del 29 del siglo pasado. En los años 30 no había dinero, había escasez y mucho paro. Cuando estalló la guerra el gobierno comenzó a construir armamento sin ningún tipo de restricción. Esta señora se preguntaba de dónde había salido todo ese dinero, dinero que unos años antes brillaba por su ausencia. Supongo que mucho de ese dinero salió de las expectativas de crecimiento que habría después de una guerra tan destructiva como la Segunda Guerra Mundial. Pero, ¿Qué hubiese pasado si el Reino Unido hubiese perdido esa guerra? ¿Iban los alemanes a pagar todo el esfuerzo bélico británico? No nos olvidemos del cartel "Stay calm and keep going" que las autoridades británicas habían impreso para pegar en las calles del Reino Unido el día después de ser invadidas por los alemanes. La invasión alemana era una posibilidad plausible. Afortunadamente los alemanes perdieron la guerra, la economía creció, parte de las deudas alemanas se condonaron al calor del crecimiento económico que vivió Europa desde el fin de la guerra hasta 1972.
“Mantén la calma y sigue adelante” (Keep Calm and Carry On) era un mensaje que se utilizaría solo si los alemanes llegasen a invadir el país. Fuente El País.

Me gustaría saber más de cómo funciona el dinero y de cuáles son las razones que lo sustenta. Visto desde fuera, el uso del dinero parece que obedece a razones que van más allá de ser una metáfora de algo valioso. A partir de la ruptura de los acuerdos de Bretton Woods en el año 1971, en donde se elimina la paridad dolar/oro, el dinero ya no está sostenido por una conversión al oro, al eliminarse esta convertibilidad los bancos tienen las manos libres para imprimir todo el dinero que necesiten. El dinero ya no basa su valor en las reservar de oro y su valor pasa a ser las perspectivas de crecimiento futuro. Estas perspectivas hace que lo financiero comience a crecer exponencialmente mientras que la industria de bienes y servicios lo haga discretamente. Se nos dice que mucho del dinero que hoy circula se basa en un futuro. Si ese futuro no se traduce en crecimiento entonces estamos dentro de una burbuja, una ilusión de valor que no es tal.

Puestos a que el valor es intangible y depende de qué queremos considerar valioso deberíamos replantearnos las bases de lo que consideramos importante. Es difícil pensar en sustitutos a la moneda porque es un concepto tan universal, omnímodo y necesario en nuestras sociedades, pero al menos debiéramos plantearnos qué es importante en nuestras sociedades, priorizar nuestros esfuerzos, definir si el proceso de creación de ciencia y conocimiento es un divertimento, algo a lo que nos podamos dedicar cuando las vacas gordas y prescindir cuando las vacas flacas. ¿Por qué la URSS pudo desarrollar un programa de ciencia y tecnología que le llevó desde el atraso a ser una potencia mundial? Recordemos que hubo 26 millones de muertos en la URSS debido a la Segunda Guerra Mundial, que el comunismo no era un sistema de producción tan eficiente como el capitalista, y a pesar de todo, llevaron el hombre al espacio, construyeron aviones de guerra sofisticados etc. Estas modestas reflexiones las hago porque creo necesario no quedarnos en "la escasez de dinero" para cesar los programas de investigación comenzados. Hay otras maneras y debemos de encontrarlas si realmente consideramos importante el proyecto y la aventura que hemos comenzado.



2 comentarios:

  1. Acabo de leer este post. Me parece triste lo que ocurre. No sólo en Ecuador.
    Baja el petróleo y se suprimen proyectos científicos. Es difícil entender esa relación. Seguro que hay mil explicaciones macro y microeconómicas y también políticas. Pero es difícil entenderlo, porque parece irracional.
    Te refieres a la segunda guerra mundial.
    El proyecto Manhattan cambió radicalmente la visión de la ciencia. No sólo con respecto a las implicaciones éticas de su uso. También en el método. Ya con la paz vino el informe de Vannevar Bush y la ciencia no volvió a ser lo que era ... para bien y, quizá más aún para mal.
    Se entró en la gran paradoja: Por un lado, hay una visión cortoplacista, utilitaria, que propicia proyectos, memorias, protocolos y toda la carga burocrática que has comentado en otro post. Por otro, la pretendida gran ciencia es la de los grandes proyectos y, si eso tiene lógica aplastante en el ámbito de lo pequeño, en el de la Física de Partículas, no parece tan clara su eficacia en el ámbito de lo complejo, de la Biología.
    Se dice muchas veces que nunca hubo tantos científicos vivos. Yo creo que, a pesar de eso (habría que aclararse con lo que significa propiamente ser científico), la ciencia atraviesa uno de sus peores momentos a pesar de todo el espectáculo montado en torno a ella.
    ¿Volverás a España? Si es así, dame un toque por correo electrónico.
    Un abrazo

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  2. Gracias Javier por tu comentario. Hablas del "espectáculo montado" alrededor de la ciencia. Hoy he visto esta noticia http://www.efefuturo.com/noticia/simon-peres-ciencia-politica/ En la que Simon Péres dice que "La ciencia es más importante que la política". La ciencia como el gran detergente que lava todo tipo de responsabilidades, el gran justificador. Necesitamos más que nunca voces que, como en el cuento del traje del Emperador, nos digan que el Emperador está desnudo.

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