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martes, 6 de diciembre de 2016

In the shadow of Motown

El fundador de la discográfica Motown, Berry Gordy, antiguo trabajador de la Ford, empleó el sistema de producción en cadena de esta empresa a la producción discográfica. Desde una perspectiva territorial, Berry estableció un territorio, Motown, los artistas y los músicos eran sus empleados, no participaban de los beneficios de la explotación de su talento. El sistema era el siguiente: Berry compraba los derechos de explotación de una canción. Le daba esta canción a sus músicos de estudio y las estrellas contratadas la cantaban. A veces hasta cinco estrellas distintas probaban suerte con esa canción, luego Berry decidía quien lo había hecho mejor y se promocionaba la canción y a ese interprete. 

Hoy en día la mayor parte de los músicos de estudio de Motown siguen viviendo en Detroit. Ellos grabaron más números uno que los Beatles, Beach Boys, Rolling Stones y Elvis Presley juntos... a pesar de eso tienen que seguir tocando en hoteles para completar su escasa pensión.
Cuando alguien establece un territorio y trabajas para la persona que explota ese territorio recibes a cambio un salario pero el fruto de tu trabajo y talento va en exclusiva para esa persona. Este tipo de relaciones son las que se estilan en ciencia. Muchas veces ni siguiera el propietario de ese territorio científico te paga el salario. El salario se paga con fondos públicos y los beneficios son explotados por el científico principal.

En un sistema económico como en el que estamos inmersos "lo mio es mio y lo tuyo ya veremos" es la norma, n  no es lo justo. La revista Nature publicó una encuesta en la que muestra que dos terceras partes de los científicos están pensando en dejar la ciencia. Son esas dos terceras partes de científicos que trabajan para esos investigadores principales.

En una sociedad donde los individuos se definen por su lugar en la producción, por su trabajo, no tener empleo es una de las formas más inmediatas de no tener una identidad funcional.

Afortunadamente siempre hay salidas. En este artículo, un científico cuenta como ha podido seguir trabajando en ciencia desde un instituto de formación profesional en los EEUU.

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