Si has sido el primero ¿Por qué llamarle de otra forma?
En 2012 hablé de Fray Pedro Manuel Chaparro, pionero de la vacunación, en esta entrada. Todavía no había venido a vivir a Ecuador. Como no había vivido en Latinoamérica, la historia de este médico me pasó desapercibida. Hoy, que llevo 10 años en Ecuador y con un hijo guayaquileño, esta historia no me pasa desapercibida.
Resulta que nadie se atreve a reclamar la autoría de la vacuna para este fraile y médico chileno. Leo entradas de blogs y nadie da ese paso.
¿Hay alguna conexión entre Chaparro y Eugenio Espejo?
EugenioEspejo fue un médico, escritor, político, científico, pensador, periodista, abogado y prócer independentista ecuatoriano nacido en Quito en 1747. Su padre era indígena y su madre una quiteña criolla de ascendencia vasconavarra. Que siendo mestizo, Eugenio Espejo llegase a ser médico habla de su valía y determinación personal.Hay que recordar que en el siglo XVIII, en una colonia española, el color de piel condicionaba fuertemente la posición social de las personas. Al margen de su papel como inductor de la independencia del Ecuador, Eugenio Espejo es considerado hoy en día como uno de los pioneros en proponer que el origen de las enfermedades infecciosas se debe, no a maldiciones divinas sino a causas biológicas y que para evitar su dispersión se deben de implementar medidas higiénicas. Estas observaciones están recogidas en su aporte al libro “Reflexiones sobre las viruelas”. Su obra trata temas para la prevención de la viruela en referencia al estado de los hospitales, higiene y epidemias propias de la comunidad ecuatoriana en esos tiempos. Su trabajo fue tan acertado en el campo científico que el médico español Francisco Gil la añadió como apéndice en su trabajo. Eugenio Espejo, en esta obra propone que:
- Existen varias maneras de contraer una enfermedad infecciosa como la viruela, entre las que se mencionan: por contacto, por objetos infectados o bien por el medio en el que el individuo se encuentra.
- Es erróneo pensar que las viruelas son epidemias y que el aire es un conductor directo de ellas hacia cuerpos sanos, más bien se contagian por contacto físico directo con un portador.
- En la mayoría de los casos la viruela toma de víctimas a los niños. Dependiendo de la gravedad algunos quedan ciegos, sufren deformaciones en el cuerpo especialmente en labios, asimetría en el rostro debida a cicatrices, prominencias u hoyos que permanecen luego de la enfermedad.
- La viruela se combate cuidando la higiene y el aseo personal.
- La viruela no proviene de la llamada “Ira de Dios hacia un pueblo”.
- La viruela llegó de España; a medida que aumentaba el comercio entre América y Europa, mayores eran los casos de viruela en la comunidad.
- La naturaleza produce nuevas enfermedades que en general son contagiosas.
- La atmósfera con vapores podridos contrae una naturaleza maligna que provoca una enfermedad epidémica con características propias que actúan como un veneno en el organismo vivo que la contiene.
- Una pronta detección de la viruela permitirá erradicarla sin dejar efectos adversos en el individuo. Mientras que la detección tardía de esta será perjudicial para la salud incluso luego del tratamiento dejando tos, asma o fiebre de por vida.
Estas ideas propuestas por Espejo preceden varios años a los trabajos de pioneros de la microbiología como Pasteur y Koch. De esta manera, Eugenio Espejo entra a formar parte de la historia de los pioneros que, de alguna manera, propusieron un origen infeccioso de las enfermedades.
¿Cómo llegó Pedro Manuel Chaparro a descubir la vacunación?
Puede que por prueba y error. El método científico utiliza esta aproximación. Se hace una observación y se busca encontrar una causa efecto, ver que esa causa efecto es reproducible. También se busca aislar esa causa de otros posibles factores. Esto es lo que hizo Pedro Leiva cuando descubrió en la planta de la quina un remedio contra la malaria. América Latina es tan variada que posiblemente esto haya podido ser una de las claves en el descubrimiento del dr Chaparro. Que la viruela, lo mismo que la malaria, sean dos enfermedades que llegan a América con el contacto con los europeos y africanos hace que el descubrimiento de la vacuna sea tan extraordinario.
Sabemos que América Latina estaba unida a China a través del galeón de Manila que periódicamente comunicaba el puerto de Acapulco con Manila, ciudad que pertenecía a la corona española y que servía de nexo de unión entre China y España. Sabemos que los chinos conocían la variolización desde hacía 1000 años. Por lo tanto, no es descabellado pensar que el Dr Chaparro conocía esta técnica a través de las noticias que llegaban de China.
Sabemos que de China, la idea de la variolización pasó a Oriente Medio y África. Lady Montagú en 1716 entra en contacto con la idea de la variolización en Constantinopla, actualmente Estambul, y de ahí la lleva a Inglaterra. Emmanuel Timoni, (1670-1718) fue médico al servicio de la embajada británica en Constantinopla a principios del siglo XVIII. Su nombre permanece unido a la propagación de la inoculación contra la viruela en Europa. Graduado de la Universidad de Padua, miembro de la Royal Society de Londres desde 1703, el doctor Timoni publicó en 1713 en las Philosophical Transactions of the Royal Society su tratado sobre la inoculación. Su trabajo fue publicado nuevamente al año siguiente en Leipzig. En este trabajo mencionó a mujeres otomanas que, para protegerse de la viruela, adquirieron el hábito de contagiarse levemente pinchándose con una aguja empapada en pus.
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