Escribo para mí, para recordar algunas ideas que me interesan. Con el tiempo he descubierto que existe más o menos un nexo común en esas ideas. Aviso: Este blog no es un consultorio de salud.
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jueves, 14 de abril de 2022
Ya no eres tu, ahora eres yo
Dedicada a mi hija Flavia que me recomendó el video
Las tres relaciones básicas entre tú y los demás se pueden resumir en este gráfico:
Fig. 1. El territorio representado por el círculo puede ser equivalente a una célula o un individuo. En el primer caso, competición, si tu territorio está ocupado por él entonces es que te han comido o te han eliminado de tu territorio. En la simbiosis, ambos prevalecen en el mismo territorio. En el caso del parasitismo, el parásito es aquel que ocupa parte de tu territorio.
Respecto al parasitismo, la frase que mejor ilustra la relación entre el yo y el parásito es la canción de Héctor Lavoe "¡Quítate tu pa´ ponerme yo!". Cymothoa exigua es un crustáceo que devora la lengua de los peces para vivir en ese espacio. Como el pez tiene que tragar y necesita la lengua, C. exigua hace las funciones de la lengua empujando el bolo alimenticio garganta abajo.
Elysia marginata pierde la cabeza para desembarazarse de parásitos, como se puede ver en el video 1. Este comportamiento interesante. De alguna manera, la cabeza prevalece sobre el cuerpo que está infestado de parásitos. Lo que hace Elysia marginata es autotomizarse, es decir, separar la cabeza del cuerpo, para liberar a la cabeza del cuerpo parasitado. Elysia marginata, como otras especies de Elysias puede vivir sin sistema digestivo por que es capaz de robar los cloroplastos de las algas de las que se alimenta y exponerlas bajo su piel. Un robo de cloroplastos que se llama cleptoplastia, una especie de endosimbiosis.
Lo que ocurre con la autotomización del cuerpo de Elysia marginata se podría representar de la siguiente manera:
En el video se ve que realmente la autotomización elimina el 80% del cuerpo de E. marginata. Debe de compensarle cuando lo hace. A esta especie la simbiosis le parece bien, la competición también. Lo que no le gusta es el parasitismo. Este gesto indica, de alguna manera, una autopercepción de E. marginata. En 2018 hice una entrada sobre este tema: ¡Qué bien se vive sin parásitos!
En el video también se ve como muchos parásitos, como por ejemplo, los nematomorfos, o Toxoplasma gondii, controlan la mente de los parasitados. Es fácil, al fin y al cabo no hay más que controlar principios básicos, a nivel neuronal, y esto hace del parasitado un zombie que trabaja para el parásito. Un poco lo que hacen los líderes de las sectas destructivas. Hay un conflicto entre yo y el. ¿Cómo me protejo de él? desarrollando sistemas inmunes. ¿Cómo él se protege de mi? pues manipulándome, haciéndome creer que yo soy él, que lo que me interesa es lo que él me propone.
Thomas Hobbes, el pensador inglés del S XVII que fundó la filosofía política moderna, estableció que por interés propio las personas realizaban pactos con otras personas. Obviamente, estos pactos crean obligaciones que tenemos que cumplir. No vale el excusarnos en el interés propio cuando hemos firmado un pacto, o un juez ha establecido un pacto entre dos partes en litigio. Ser parte de una comunidad y aceptar sus beneficios implica la aceptación de la norma. Pero... hay individuos que por interés propio intentan no responsabilizarse de los pactos. Greg Velicer (Velicer et al, 2000) postuló que en una población homogénea de la bacteria social Myxococcus xanthus existen dos clases de individuos: los altruístas y los engañadores. Los que engañan suelen tener más fácil vivir a expensas de los otros.
Los psicópatas, perversos narcisistas y manipuladores también llevan una vida parasitaria. Viven de los recursos de los demás. Es habitual que en poco tiempo de conocerte se instalen en tu casa y pretendan no participar a medias en los gastos. La responsabilidad de cuidar a otras les queda grande. La irresponsabilidad es la que hace obligatoria la vida parasitaria: buscar a alguien que le aporte lo que ellos no pueden conseguir o simplemente no quieren hacerlo. Si tenemos cabeza, como Elysia marginata, debemos desprendernos de los parásitos para volver a ser nosotros mismos.
Bibliografía:
Velicer, G., Kroos, L. & Lenski, R. Developmental cheating in the social bacterium Myxococcus xanthus . Nature 404, 598–601 (2000). https://doi.org/10.1038/35007066
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