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viernes, 14 de febrero de 2020

Alice Catherine Evans y la leche saludable

Para celebrar el papel de la mujer en la ciencia hoy voy a escribir sobre Alice Catherine Evans (29 de enero de 1881 – 5 de septiembre de 1975). Alice C. Evans se gradúa como maestra y comienza a trabajar en las zonas rurales del este de los EEUU. Gracias a un curso de la Universidad de Cornell  gratuíto para los maestros rurales se formó en bacteriología. A la hora de escoger entre un doctorado o un puesto de investigación en la División de Lácteos del USDA, prefirió la estabilidad de un puesto de funcionaria. Sin tener un doctorado, su trabajo demostrando la importancia de la pasteurización de la leche la convirtió en 1928 en la primera mujer presidenta de la Sociedad Americana de Microbiología.
En el colegio Alice C. Evans jugaba al baloncesto. Montó en avión un año después de la travesía atlántica de Lindbergh. En 1966, a sus 85 años, denunció que era inconstitucional obligar a que se revelaran las filiaciones comunistas en la solicitud del seguro público de salud Medicare. Al año siguiente, este requisito fue retirado. Fuente
En EEUU en 1900, cada año morían 800 personas por cada 100.000 habitantes debido a enfermedades infecciosas. 40 años más tarde, justo cuando se acaban de descubrir y a producir industrialmente los primeros antibióticos, la cifra se había reducido a solo 200 personas ¡Una reducción del 75% de la mortalidad! Las causas de este increible avance fueron la higiene y las vacunas.
Evolución de las muertes debidas a enfermedades infecciosas en los EEUU durante todo el siglo XX. El pico corresponde a la epidemia de gripe de 1918.
En 1864 Louis Pasteur había descrito su sistema de conservación de los líquidos por calor, que en aquella época se utlizaba para el vino y la cerveza.
Antiguamente existían vaquerías en las ciudades para reducir el tiempo entre la producción y el consumo. Fuente
En este época de pioneros hay que destacar el trabajo de Evans. Ella fue la responsable de que la leche se empezase a hervir, y lo hizo de la manera en que lo hacen las científicas: con pruebas. Ella demostró que la bacteria Brucella abortus estaba presente en la leche cruda de forma habitual, que la bacteria Micrococcus melitensis de las cabras también se encontraba en la leche de cabras. Ella demostró que ambas bacterias eran observó que eran casi idénticos. En 1917 presentó su trabajo en la Sociedad de Bacteriólogos Estadounidenses, y al año siguiente las publicó en la revista Journal of Infectious Diseases. El trabajo de Evans de que la leche cruda normal podía causar enfermedad en humanos, y de que este riesgo se eliminaba con la pasteurización, fue recibida con incredulidad por científicos, médicos y veterinarios. Los ganaderos la acusaron de trabajar para las compañías que vendían equipos de pasteurización. En 1920 se propuso un nuevo género, Brucella, para englobar a los antiguos B. abortus y M. melitensis. Este último, reconvertido en Brucella melitensis.

Todo este trabajo para que hoy unos hippies iluminados vuelvan a consumir leche cruda con los peligros que ello conlleva.

Para saber más

jueves, 25 de julio de 2019

¿Miedo a la brucelosis o el derecho al autoconsumo?

En las inmediaciones de la iglesia de la Magdalena, en el sur de Quito, en domingo, observé la venta de leche directamente de la cabra. En 2011, un estudio realizado por Gabriel Trueba, la la USFQ, demostró la presencia de brucelosis en la leche de cabra que se vende en Quito.

Es algo que se puede regular con controles periódicos. Sin embargo, quiero dar mi opinión sobre esta práctica. Creo que el estado no debe prohibir la venta callejera. Es el derecho de todos los individuos, poder trabajar. Digo esto porque en España se ha prohibido la venta callejara, y desde los poderes públicos se desincentiva el que una persona sea autosuficiente. Por ejemplo, esta noticia que reproduzco parcialmente:

"La Junta de Andalucía, en España, determinó este lunes que en diez días, el jubilado Guillermo Cana deberá sacrificar (sus 9 ovejas) en un máximo de 10 días.

El argumento de esta decisión según la Junta se basa en que se trata de una explotación clandestina y acusa al propietario de los animales de usarlos para autoconsumo, de acuerdo con Europa Sur.

Guillermo recibió a principios del pasado junio la visita de una inspección veterinaria de la Dirección Provincial de la Agencia de Gestión Agraria de Andalucía.

Como el anciano no tiene un certificado veterinario que indique que los animales que cuida desde pequeñitos -cuatro ovejas, tres chivos, una cabra y un carnero- están en perfecto estado, los inspectores le comunicaron que se le sancionó por una falta grave, por supuestamente tener una explotación de animales sin identificación".

Los niños de Turín no podrán llevar comida de casa al colegio
La higiene como excusa para fomentar la comida industrial. Si, como lo leéis. Noticia aquí. Dice el juez que “posible violación de los principios de igualdad y de no discriminación, en base a las condiciones económicas, así como del derecho a la salud, teniendo en cuenta los riesgos higiénicos y sanitarios de un almuerzo individual y no controlado”.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Brucella en la leche de cabra sin hervir a la venta en las calles

El estudio fue conducido por Gabriel Trueba y Verónica Barragán, profesores del Instituto de Microbiología de Quito, Ecuador, detectaron la bacteria Brucella, causante de la fiebre ondulante o fiebre de malta, en muestras de leche de cabra sin hervir a la venta en calles de varias zonas de Quito y alrededores.

La bacteria Brucella es causante de la Brucelosis, enfermedad que se transmite al humano por consumo de productos lácteos no pasteurizados (leche sin hervir), o carne cruda o semi-cocida de animales como cabras y vacas. Esta enfermedad produce fiebre ondulante o fiebre de malta, que se caracteriza por ataques de fiebre intermitentes y sudoración, dolor articular, muscular, anemia y debilidad.
Imagen: Leche de cabra expendida en calles de la ciudad de Quito.
Fotografía cortesia del Instituto de Microbiología de la USFQ

Desde junio del 2011, los investigadores analizaron 300 muestras de cabras (100 muestras de leche, 100 ganglios linfáticos y 100 muestras de sangre). Las muestras de leche de cabra fueron colectadas en barrios del sur y norte de Quito, así como en Amaguaña y Guayllabamba; mientras que las muestras de sangre y ganglios fueron colectadas en el Camal Metropolitano de Quito.

Con el uso de avanzadas técnicas de análisis genético, el estudio pudo determinar que un 9% de las muestras de leche de cabra y un 13% de las cabras faenadas en el camal Metropolitano. estaban infectadas con la bacteria Brucella.

De no ser tratada adecuadamente, la Brucellosis se torna crónica y puede causar infecciones severas que involucra a los huesos y orquitis (inflamación del testículo). Más aún, recientes investigaciones han revelado que puede producir aborto.

El tratamiento de la Brucellosis es complejo pues requiere administrar a los pacientes infectados con una combinación de hasta 3 antibióticos durante largos períodos de tiempo.

El hallazgo de Brucella en leche y carne de cabra expendida en Quito es de gran importancia para la salud pública de la población Quiteña debido a que la leche de cabra es consumida frecuentemente en las calles de nuestra ciudad. Existe la creencia popular de que esta leche fresca (recién ordeñada) posee propiedades curativas para contrarrestar problemas respiratorios, infertilidad, control de anemias e inmunidad para evitar resfríos y gripes.

Es necesario tomar en cuenta que cualquiera sea nuestra creencia sobre las propiedades de la leche, ésta debe ser hervida o pasteurizada antes de ser consumida. Además, es importante conocer que la Brucelosis también produce severos síntomas en los animales, siendo el aborto la consecuencia más crítica.  

Afortunadamente, el control de esta enfermedad tanto para animales y humanos es fácilmente preventible mediante la vacunación de los animales.