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sábado, 12 de mayo de 2018

¿Qué es un ser vivo?

La vida surge hace 4000 millones de años cuando el planeta, recién formado, comienza a enfriarse. En el barro comenzó a formarse los primeros polímeros capaces de autorreplicarse y de tener actividad enzimática: los ribozimas. Moléculas de ARN que en su secuencia almacenan información y que plegadas pueden formar pequeñas máquinas capaces de realizar trabajo.

Posteriormente, estas moléculas de ARN tradujeron su información a un código químico más rico, los aminoácidos. La secuencia de ARN se convirtió en una secuencia de aminoácidos: las proteínas. Ahora el ARN podía recubrirse de una cubierta de proteínas y poder salir del barro y conquistar toda la sopa biológica. Su cubierta de proteínas la individualizaba. La sopa biológica ya no era un gran cuarto oscuro en donde los distintos ARN se mezclaban entre si como en una orgía de moléculas autorreplicantes. Ahora, el ARN, individualizado por su cubierta de proteínas podía diferenciarse, competir y evolucionar. Esa estructura de ARN más cubierta de proteínas era un virus. Un virus que posiblemente tenía toda la maquinaria para poder replicarse y toda la maquinaria para poder traducirse a proteínas. Era un virus de vida libre porque en esos primeros tiempos del planeta Tierra el agua era una sopa rica en todo tipo de pequeñas moléculas, era lo que el biólogo ruso Oparín denominó caldo primigenio. El virus no se replicaba en el interior de una célula, aquel caldo primigenio hacía las funciones de un interior citoplasmático rico en todo tipo de moléculas que el virus necesitaba para construirse.
El virus, llamado tupanvirus, descubierto en un lago brasileño, es enorme y puede ser visto con microscopio óptico. En la foto superior vemos una fotografía de microscopía electrónica de barrido. J. Abrahão et al./Nature Communications
Hoy en día, se están descubriendo virus gigantes con genes propios con información para poder sintetizar sus propias proteínas. Virus que nos hablan de que en un pasado lejano también ellos eran organismos de vida libre, antes de que las bacterias, con un potencial metabólico muy grande, acabaran con ese caldo primigenio en la que los virus de vida libre se reproducían. A aquellos virus no les quedó más remedio que la vida parasítica.

Hoy en día existen 13 familias de virus ARN y 7 de virus de ADN. Es lógico que existan más familias de virus de ARN. Ellos fueron los primeros virus. Con los humanos sucede lo mismo. La humanidad nace en África, es por eso que el número de razas en ese continente es mucho mayor que en el resto. En África están los humanos más bajos y los más altos. Es el continente con mayor diversidad humana.

En el momento en que los virus eran las únicas entidades biológicas existentes en la Tierra se estaba viendo como ciertos virus eran capaces de guardar su información genética en un soporte bioquímico más estable que el ARN: el ADN. En ese momento de la evolución había varias familias compitiendo entre si.
Los virus tienen un modelo de vida bifásico. Los viriones son la forma extracelular. En la forma intracelular los virus existen principalmente como ácidos nucleicos que se replican y que inducen al metabolismo del hospedador a fabricar los componentes del virión para finalmente liberar las partículas víricas completas. Fuente: Murray, Microbiología Médica 8ª ed.
Solo 5 de esas 20 familias de virus, ARN y ADN, fueron capaces de crear un sistema en donde el ADN guardaba la información genética que se transcribía al ARN y que éste finalmente traducía a proteínas. Estas familias habían desarrollado lo que hoy en día conocemos como el dogma genético: la información va del ADN al ARN y finalmente a las proteínas. Es el esquema que utilizan todas las bacterias y todos los eucariotas en la Tierra.

El ADN es un excelente soporte para guardar copias exactas de información valiosa. Sin embargo, como las condiciones ambientales cambian, tener información variada puede darte una ventaja frente a otros competidores. Por ese motivo se inventó el sexo. El sexo bacteriano: conjugación, transformación, transducción, y el sexo de los eucariotas, en donde todo gira alrededor de células haploides y las diploides. En los prototistas, células eucariotas unicelulares, lo mismo que pasaba con las 20 familias de virus, hay infinidad de ciclos de división celular. Al final, el modelo que se impuso en la mayoría de seres pluricelulares fue el de: células sexuales son haploides y las somáticas diploides. Las células sexuales podrían tener la oportunidad de unirse a otras células y de esa manera pasar a la siguiente generación. El nuevo embrión, a un estadío muy temprano definiría qué células serán sexuales y por tanto tendrán la oportunidad de pasar a la siguiente generación y qué células serán somáticas, es decir, un ambiente pluricelular en donde mantener a las células sexuales hasta que encuentren su "media naranja".

Lo que no son células sexuales, es decir, el 99.99% de nosotros mismos, somos un protocadaver. Células cuyo único destino es morir. Creemos que somos seres vivos y los únicos seres vivos que ha habido en mi son los dos espermatozoides que han fecundado los dos óvulos de mi background genético.

Hay biólogos que creen que los virus no son seres vivos. Ven extraño su modo de replicación. Intenta pensar lo extraño que resulta que para replicar tengas que poner tu ADN en un background genético que va a ocupar el 50% de la carga genética de tu progenie (más el ADN mitocondrial íntegro de tu suegra).

Los virus utilizan las células eucariotas o procariotas para replicarse. Nuestras células sexuales utilizan a las células somáticas para pasar de una generación a otra. ¿Quién es el vivo y quién es el muerto?

jueves, 19 de enero de 2017

No creo que sea su papel tener posiciones públicas

Después de 20 años en ciencia y de haber conocido a muchísimos científicos, mi opinión sobre el colectivo es bastante mala. Un investigador español se marcha a Arabia Saudí. Le entrevistan en El País y suelta esta perla: "No creo que sea el papel del presidente de una universidad tener posiciones públicas sobre lo que un país debe hacer o no"
 
Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada

                                                                                      Poeta Martin Niemoller

jueves, 12 de enero de 2017

La tercera causa de muerte en los EEUU son los errores médicos

El la página Altametric recopilan los 100 artículos más discutidos del 2016. El artículo que está segundo en el ranking nos informa que la tercera causa de muerte en los EEUU son los errores médicos. Podéis leer el artículo original aquí.
De un cirujano se espera que sus intervenciones tengan un éxito del 100%. Eso es imposible. No ocurre en ninguna profesión. En la profesión médica tampoco.

Los autores de este estudio, publicado en la prestigiosa revista British Medical Journal, piden que, de alguna forma, se empiece a considerar el error médico como causa de muerte. El tema es controvertido porque todos sabemos de abogados que están a las puertas de los hospitales en busca de familiares de pacientes fallecidos que sospechan de mala práctica clínica para empezar a pleitear. Se supone que los médicos actúan con su mejor hacer en todas las ocasiones. Suponemos que no hay mala fe en el error médico. Que el error médico sea la tercera causa de muerte en los EEUU necesita un abordaje que va más allá de suposiciones. Necesitamos asumir que el error existe y debemos tratar de minimizarlo.

El experto en metainvestigación, un investigador que investiga a los investigadores :) John Ioannidis, de la Universidad de Stanford, alertaba de que el secretismo dañaba el esfuerzo en investigación biomédica. Este investigador declaraba que " la literatura biomédica publicada adolece de una falta de transparencia de grandes dimensiones”.

La ciencia se esfuerza por presentar su mejor cara, esconde sus resultados negativos y las universidades miden los resultados de los investigadores comparando los dólares gastados en relación al índice de impacto conseguido. La ciencia como un escaparate de excelencia y perfección. La práctica clínica se supone exenta del error, un 100% fiable. Es hora de asumir las imperfecciones.

La tercera causa de muerte en los EEUU es mucho. Ahora debemos de preguntarnos si esa desconfianza creciente que existe hacia los médicos y la proliferación de pseudoterapias tiene algo que ver con la negación del error en la práctica médica.

lunes, 18 de abril de 2016

¡Rescata a la ciencia ecuatoriana!

“Pueblo que no conozca su historia, pueblo que está condenado a repetirla”.

Abraham Lincoln


A lo largo de la historia y en todas partes del mundo, cientos de personas desde inventores apasionados a científicos ilustrados han sido ignorados cuando presentaron sus ideas o inventos, los mismos que más tarde fueron acogidos, mejorados y publicados por otras personas o países ganando todo el reconocimiento mundial.

Pues bien, en el Ecuador han existido brillantes descubrimientos y magnificas aportaciones en el ámbito científico por los cuales deberíamos como ecuatorianos sentirnos orgullosos, pues no solo poseemos biodiversidad, o nuestra selección “la tri”, sino que también hemos tenido científicos e inventores que han contribuido con aportaciones importantes.

Aunque algunas de las aportaciones y descubrimientos ecuatorianos en la antigüedad han sido ignoradas por diferencias de clases sociales de la época o porque simplemente no fueron acogidas con entusiasmo por el mundo, no está de más saber que no todo es como se enseñó alguna vez, o no todo ocurrió como creíamos.

Pues por siglos el Ecuador y sus personajes han en encontrado un posible remedio para una enfermedad catastrófica mucho antes que otros países, han aportaron un nuevo conocimiento científico o simplemente sirvieron y apoyaron a otras investigaciones contribuyeron a agrandar el conocimiento del mundo.

Pedro Leiva, indígena ecuatoriano aporta con remedio para la malaria

Pedro Leiva fue un indígena que nació en Malacatos, provincia de Loja, Ecuador. No se sabe acerca sus padres ni su nombre indígena. La historia nos dice que Pedro se bañaba en diferentes zonas del río, y se dio cuenta que en una localización concreta con el árbol concreto, él se sentía mucho mejor de los síntomas y fiebres de la malaria.
Fig. 1: Malaria: enfermedad causada por el protozoo Plasmodium. Cada año fallecen 2,7 millones de personas a causa de esta enfermedad
Concluyó por medio del método causa- efecto que la corteza de la quina era lo que le ayudaba. Si tomaba partes de la corteza, ponía en agua y lo bebía hallaba alivio. Así fue como se descubrió una medicina para calmar los síntomas de esta enfermedad llamada malaria. Este remedio llegó a ser famoso en los Malacatos cuando Pedro Leiva curó al padre jesuita Juan López.
Fig. 2. Árbol de la quina. La corteza de este árbol es medicinal. Este árbol pertenece a la familia de las Chinchonas y se encuentra en la cuenca de la Amazonía
Para llegar a ser reconocido fuera, en 1639 el médico del Virrey de Perú Juan de Vega y su esposa enfermaron, ambos fueron tratados con la quina y comprobaron su utilidad y se encargaron de propagar el conocimiento desde Ecuador hasta Roma y así fue como la quina se hizo uno de los 10 medicamentos más importantes del Siglo XVII, un avance médico para el mundo que nos proporcionó bases para nuevos conocimientos.
Fig. 3. Escudo del Perú: nótese que tiene como uno de sus tres iconos al árbol de la quina. Este hecho ha pasado desapercibido para los ecuatorianos que en nuestro escudo tenemos dos árboles laurel y palma.
La quina fue el aporte ecuatoriano dirigido por Pedro Leiva, lastimosamente en el Ecuador se le dio poca importancia a diferencia de Perú, quienes si reconocieron la quina a tal punto en que forma parte del escudo de su bandera y fueron los que llevaron al remedio a que sea conocido. Como conclusión se sabe de la relevancia de la quina, quienes y cuando la propagaron pero se ha ignorado quien lo
descubrió fue el indígena orgullosamente ecuatoriano Pedro Leiva.

Eugenio Espejo, el mestizo de la teoría infecciosa

Aunque siendo uno de los precursores de la teoría de infección por contagio y dejando un legado en sus escritos de cómo evitar la infección por viruela, es escasamente reconocido.
Fig. 4. Viruela: es una enfermedad en la cual brotan ampollas y cuando se secan forma costras y marcas permanentes, siendo una enfermedad contagiosa que es de igual de contagiosa en sus fases finales como iniciales
La razón del escaso reconocimiento de su labor como médico tiene que ver con el hecho de ser latinoamericano y mestizo. A mediados del S.XVIII, las clases sociales estaban fuertemente ligadas al tono de piel. Este es uno de los motivos por el cual no se le reconoce a Espejo su aportación a la teoría de infección por contagio. No se le menciona en ningún registro de la historia de esta teoría. En el Ecuador, sin embargo, se lo tiene muy presente como uno de los padres de la independencia ecuatoriana.
Fig. 5. Eugenio Espejo: un investigador, escritor científico, pensador, medico, periodista, abogado ecuatoriano, que en sus escritos relata de infecciones adquiridas por estar en contacto con enfermos
Higiene, asepsia y antisepsia de los pacientes, son algunos de los temas que constan en los escritos de Eugenio Espejo. Este autor recalca que las enfermedades no se deben por un castigo divino sino por una adquisición de microorganismos mediante tres orígenes: el primero es por contacto con la persona que ya está contagiada; el segundo es por distancia, es decir, que este tipo microorganismos podía de diseminarse de una población a otra creando grandes epidemias y por último el tercer tipo de contagio, propuesto por el Dr. Espejo se trababa de un contagio a través de estructuras no vivas que transportaban bacterias, por ejemplo la saliva o las gotas del estornudo.
Fig. 6. Estornudo: crea una explosión de gotas que tienen una velocidad de 100 km/h conteniendo muchos bacterias que causan enfermedades
Cuando los quiteños abrazaron la vacunación décadas antes que en Europa

La Expedición Balmis fue una misión con el pensamiento de ayudar al mundo llevando el nuevo descubrimiento de la vacuna contra la viruela. Se llevó a cabo en el siglo XIX donde reinaba Rey Carlos IV. Ya había la vacuna durante un par de años en España, las autoridades de Santa Fe le pidieron ayuda al rey, porque ya había brotado la viruela en su territorio y así es como comienza la misión para poder llevar la vacuna.

Se dice que los que trajeron la enfermedad a América fueron los hombres de Pánfilo Narváez que iban a apresar a Cortés. En ese entonces era una enfermedad mortal, más o menos para los finales del Siglo XVIII ya había matado aproximadamente unas 400 mil personas.

La vacuna fue hecha por Edward Jenner y llevada a través de niños como idea del doctor Francisco Javier Balmis. La expedición se llevó a cabo con el Cirujano Militar el doctor Balmis y José Salvany como directores. Esta expedición se inició por América y Filipinas, empezando por la Coruña. Después la expedición se dividió uno para Popayán y el otro haca el Sur. Salvany fue quién recibió
Fig. 7 Real Expedición de la Vacuna: realizada con fines filántropicos consistió en llevar la vacuna en 22 niños inoculados con el virus de la viruela desde A Coruña hasta América para realizar la campaña de salud pública más exitosa de la historia.
Rodrigo Fierro ganador de la batalla contra el bocio

El Dr. Rodrigo Fierro es un médico e investigador ecuatoriano que ha contribuido en el desarrollo de la investigación. Quien inició sus estudios de medicina en la Universidad Central del Ecuador y los culmino en España para lograr especializarse en España y Estados Unidos.

Fue pionero de la endocrinología en el país, por lo que se adentró en la investigación del efecto que produce la deficiencia de yodo y la alimentación incorrecta en la sierra del Ecuador, gracias a su investigación ha publicado acerca del bocio endémico, que es consecuencia de la mala nutrición y deficiencia de yodo.

Gracias a su investigación se logró incorporar el yodo en la sal que es usada para el consumo doméstico y de esa manera evitar la patología ya mencionada.
A lo largo de su carrera ha recibido varios premios pero el que más destaca es la Gran cruz que recibió a los 85 años por parte del presidente Rafael Correa en el 2015.
Fig. 8. Dr. Rodrigo Fierro, médico ecuatoriano descubridor de la cura del bocio.
Ejemplos positivos de ecuatorianos en la ciencia

Nuestro propósito como alumnos de medicina ecuatorianos es la de dar reconocimiento a los innumerables ecuatorianos que han dedicado y dedican su vida a la investigación y que han hecho aportaciones muy importantes a la ciencia.

Podemos sentirnos orgullosos de Miriam Bucheli, una investigadora que esta desarrollando en la Universidad de Massachusetts, un programa que trata de mejorar la esclerosis lateral amiotrófica, una de las enfermedades más incidentes en el Ecuador.
Fig. 9. Miriam Bucheli, Investigadora ecuatoriana, actualmente trabaja en el departamento de neurología de la universidad de Massachusetts como investigadora asistente
El ejemplo más destacado actualmente es el del médico genetista César Paz y Miño que actualmente forma parte del cuerpo de docencia de la Universidad de Las Américas, el cual es reconocido internacionalmente por sus logros en materia de investigación, en la cual ha hecho una de sus investigaciones genéticas sobre la población del Ecuador expuestos al herbicida glifosato en el cual se llego a la conclusión que este químico es precursor de mutaciones genéticas que afectan a las personas que se encuentran en contacto con este.
Fig. 10. Dr. Cesar Paz y Miño, genetista ecuatoriano, destacado por sus investigaciones y publicaciones de 11 libros por lo cual obtuvo el premio Enrique Garcés, trabaja actualmente como científico e investigador en la Universidad De Las Américas, Ecuador
Cabe destacar la inversión que ecuador está haciendo a favor de la educación superior con una suma que bordea el dos punto catorce porciento del producto interno bruto, el cual lo convierte en el país latinoamericano que más apuesta tiene por el conocimiento, sabemos que el conocimiento es la base de una economía sustentable futura.
Fig. 11. Cartel del Congreso sobre el desarrollo de talento científico para la población de jóvenes y niños
Autores: Pablo Pasquel, Josue Tera, Andrea Badillo y Nathalia Witt, alumnos de la Escuela de Medicina de la Universidad de las Américas, Quito. (Entrada pendiente de revisión)

jueves, 23 de julio de 2015

Publicar os hará libres

Es a los esclavos y no a los hombres libres a quienes se recompensa por su buena conducta (Baruch de Spinoza, Ética II, 15, esc.)
En vez de "El trabajo os hará libres" la perversidad del sistema científico se traduce ahora en "Publicar os hará libres"

Javier Peteiro, lector de este blog, critica en su libro "El autoritarismo científico" que la actividad científica está dirigida a producir  artículos científicos, cuantos más mejor. En sus palabras "No importa la creatividad, sino la productividad, es decir, el número e impacto bibliométrico de publicaciones, más allá de su interés real en los ámbitos fundamental o aplicado". La explicación a esta logorrea científica es la necesidad de pasar una evaluación. A los científicos, sobre todo a los de bajo rango, nos están evaluando constantemente. Antes era cada cinco años (años dorados), luego empezaron a ser cada tres. A mi personalmente, en mi actual beca, se me examina cada mes y exhaustivamente cada año. Esto supone que gran parte de mi tiempo de trabajo se esfuma en pasar controles. Eso, y perseguir a los proveedores para que entreguen los productos a tiempo, o pidiendo facturas de productos no entregados para poder cursarlas antes del cierre de años económicos etc. Tener muchas publicaciones te permite tener un currículum que no sufra demasiado en las manos de los gestores científicos. Pero ya no solo eso. Ahora los gestores quieren patentes, el amo quiere patentes y todos nos devanamos los sesos para conseguir patentes, casi todas inútiles a efectos prácticos, pero que dan puntos en las evaluaciones (telemáticas como no podía ser de otra manera) de becas, proyectos etc. Luego se les ocurrió valorar en el CV del investigador su participación en asesorías en la elaboración de políticas públicas, gestión de recursos nacionales e internacionales, diseño de programas de postgrado y dentro de poco empezarán a valorar la divulgación científica. 

Esto en que se traduce, en que para cada una de estas evaluaciones, tengas que subir a la aplicación telemática (solo el nombre me pone en alerta del pánico que le tengo) todos los PDFs acreditativos de tu participación en cada una de estas actividades
Estos son los papelitos acreditativos de mi CV. Cada vez que presento algo tengo que subir el PDF de cada uno a la aplicación telemática (sólo oír esta palabra hace que me estremezca)
No sigo para no aburrir y para evitar ser un llorón. La pregunta ahora sería ¿Quién evalúa a los evaluadores? ¿Cómo evitar que el tiempo de trabajo de un investigador sea sólo el 10% de su tiempo de trabajo total? La solución es que sean científicos los que contraten a los científicos. Se que puede haber sesgo y que el proceso no sea todo lo "objetivo" que se quisiese, pero creo que es un sistema más efectivo. Además quien quiere objetividad si una vez que has contratado a esa persona no la dejas trabajar ahogada en una evaluación permanente. Un científico senior no necesita miles de papeles, sólo con hablar con la persona sabe perfectamente si esa persona vale o no vale. Libertad operativa, responsabilidad con el proyecto, trabajar por objetivos y una patada en el culo si no se logran los objetivos. Esas son las bases de los "task forces" anglosajones que tan bien han funcionado. 
Lo llaman CV porque lo escribes una media de 105 veces a lo largo de tu vida.
La aplicación telemática es la recreación moderna del mito de Sísifo
Postdata: 

Mi amigo Luis Mariñas, investigador y emprendedor, me manda su colección de papelitos y se solidariza con el "Mal de Sísifo" que sufrimos los investigadores a manos de los gestores
Los papelitos del CV de Luis Mariñas

sábado, 13 de junio de 2015

¡Qué sorpresa! ¡Hay científicos que son unos gilipollas!

Obviamente el tío es Sir
¡Qué sorpresa! ¡Hay científicos que son unos gilipollas!
En los resultados de una encuesta de Metroscopia publicada en 2013, el colectivo de los científicos era el que obtenía una mayor aprobación por parte de la población española, un 94%. En 2011 aparecen los resultados de una encuesta similar realizada en Mexico: el 84% de los mexicanos reconocen que confían mucho en la fe y poco en la ciencia. Un 57% de los mexicanos cree que los científicos son peligrosos porque tienen "poder". 

Los resultados parecen que favorecen a los españoles. Sin embargo en España un 25% de la población cree que la Tierra gira alrededor del Sol. 

La entrada de hoy trata sobre las declaraciones machistas del premio Nobel Tim Hunt. A Tim Hunt le dieron el premio por sus trabajos sobre el ciclo de división celular. Un gran trabajo sin duda. Ahora bien... ¿Ser capaz de realizar un trabajo de excelencia en ciencia te garantiza que tus opiniones en otras áreas sean igual de excelentes?

Se puede decir más alto pero no más claro
Un científico, sólo por el hecho de serlo, no está más autorizado que cualquier otro ciudadano para emitir una opinión o un juicio fuera de su campo. Obviamente si hablamos de física la opinión de Einstein cuenta. Lo mismo que si se trata de DNA la de Watson cuenta. Einstein y Watson eran unos misóginos recalcitrantes, lo mismo que Hunt. ¿Es su opinión sobre este tema relevante? pues no. Ninguno de ellos ha hecho estudios o alguna labor que legitime su opinión y la convierta en un referente o en un criterio de autoridad. Por lo tanto ¿A quién le importa que Tim Hunt sea un varón blanco machista?
Importa porque los científicos se han vuelto un referente social. Quizás incluso han desplazado a filósofos, sociólogos e intelectuales de "letras". En fin, un error. Las opiniones y criterios de autoridad deben de estar avalados por la trayectoria, por las reflexiones y trabajos previos de esa persona. Que seas un especialista en ciclinas de levaduras sólo te capacita para que opines de esos temas, de biología, de la célula y ¡YA!


Un 57% de los mexicanos cree que los científicos son peligrosos porque tienen "poder". Fuente: El Universal 5 enero 2011.


Encuesta del 10 de enero de 2013 publicada por el periódico español El País


miércoles, 3 de junio de 2015

¿Para cuándo el contrato único en ciencia?

"Me encuentro en la recta final de la tesis, con algo menos de dos meses para acabarla y no voy a poder terminar los experimentos" ¿Cuál es la razón de este sinsentido? pues la política de contratación de los entes públicos. Para trabajar en un organismo público, por ejemplo CSIC, pero también otros tipo televisiones públicas, servicios de salud de las comunidades solo se puede entrar mediante oposición o contrato  "de los de convenio". 
Ejemplo de precarización de los trabajadores en el sector público. Lo que se hizo para protegernos se ha vuelto contra nosotros para solaz de aquellos trabajadores que ya están dentro.

Hay en la administración una ley que obliga a hacer fijos a los trabajadores contratados. Pero ¡Ay! esa sería una manera demasiado fácil de permitir que los trabajadores entren en ese paraíso laboral. Para evitar hacer fijos a los trabajadores se les precariza, se les expulsa para así tener que evitar hacerlos fijos, ¿Qué estás a mitad de unos experimentos? eso no importa. Lo importante es no hacer fijos a los trabajadores. 

Se supone que estas leyes están para proteger a los trabajadores pero a la postre lo único que han hecho es precarizar a aquellos que no están dentro del sistema. Quiero un contrato único ya en los organismos públicos. Está bien que ciertos trabajadores tengan una plaza de por vida: jueces, policías, inspectores de Hacienda, investigadores con demostrada capacidad y rendimiento. Para el resto nos vendría muy bien tener un contrato único que nos permitiese trabajar de manera continuada sin tener que recurrir a los contratos por obra y servicio, contratos de prácticas, becas y todos esos subterfugios que se inventa la administración para evitar decir que estás contratado con ellos. De esta manera también eliminaríamos las famosas "subcontratas" que son un foco de corrupción. Yo mismo estuve subcontratado por una empresa, Sermasa, que está en el centro de la operación Pokemon que ha destapado una red de corrupción a nivel ayuntamientos de toda Galicia por eso se de lo que hablo.

Muchos centros han recurrido a las famosas fundaciones. Las fundaciones son chiringuitos semipúblicos que sirven para saltarse a la torera todas esas regulaciones del sector público que en su origen han sido creadas para proteger a los trabajadores y que se han convertido en una trampa para nosotros mismos. 

Nuestra generación ya ha aceptado que seremos precarios toda la vida. Ahora lo que pedimos es que no haya un abismo entre el discurso público y el discurso oculto. Somos precarios, pues bien, hágame un contrato como que estoy trabajando para Ud y olvidemos finiquitos, convenios laborales etc. Hay quien me acusará de entreguismo, de aceptar la pérdida de derechos laborales. A mi edad yo no he tenido derechos laborales, lo único que pido es que se reconozca mi estado de precario y no se me oculte debajo de la alfombra de subcontratas y contratos por obra y servicio. Conseguir esto sería, para mi, una mejora laboral y lo que es mejor, una posibilidad de trabajar que ahora no tengo.

lunes, 1 de junio de 2015

“He perdido la fe en el mundo académico”

El estudiante Gene Bunin se retiró decepcionado de su doctorado que estaba a punto de concluir y escribió esta carga a todos los estamentos académicos, profesores, investigadores y estudiantes de la prestigiosa Escuela Politécnica Federal de Lausana. Hay una frase de la carta (que ya tiene dos años de haber sido publicada) que dice:  "los 'becarios' trabajan para los jefes con el objetivo de que los jefes tengan más poder para contratarlos o sacarles una plaza". La estructura feudal del mundo académico es algo que hay que replantear. Especialmente cuando la pirámide feudal "maestro, oficial, aprendiz" tiene una base muy ancha. 

Para leer la carta pincha aquí 

“He perdido la fe en el mundo académico”
El estudiante Gene Bunin se retiró decepcionado de su doctorado que estaba a punto de concluir

Terry Pratchett, retrata con su Universidad Invisible muchos de los vicios de la Academia. Y no solo de forma divertida, sinó también de forma terriblemente certera. Cada vez me parece menos descabellado el concepto que el objetivo real del mundo académico es mantener a gente demasiado inteligente para su propio bien y el del resto de la Sociedad ocupados con temas banales e inofensivos.

La genial cómica americana hace eco de las ideas de Pratchett en este monólogo

jueves, 9 de abril de 2015

Reinventar los laboratorios es hacerlos más pequeños

Por fin alguien pone los puntos sobre las ies:

The real solution to the postdoc problem, Tilghman says, lies in dramatically changing the composition of labs to make them smaller, with a higher ratio of permanent staff scientists to trainees. This was also a key recommendation in the National Academies report. “The more I have thought about this question, the more I’m convinced that at the heart of the problem is the structure of the lab,” says Tilghman, who headed up a 2012 study of the NIH workforce (see go.nature.com/wsqzgj).

¡Bravo Tilghman! ya está bien de tener científicos divos yéndose cada semana a un congreso diferente. ¡Poneos a trabajar cabrones!

Referencia:

http://www.nature.com/news/the-future-of-the-postdoc-1.17253?WT.mc_id=TWT_NatureNews

jueves, 29 de enero de 2015

Los artículos más citados son sobre técnicas

Un artículo publicado el año pasado en Nature analiza los 100 artículos científicos más citados. El método de Lowry (1951) ha sido citado 300.000 veces. Este artículo sobre un método para cuantificar proteína es seguido por otros que incluyen métodos en bioquímica, bioinformática y filogenómica. ¿Por qué no están entre los más citados los trabajos de Einstein o el de Watson y Crick? la razón es que el conocimiento científico una vez que está probado no hace falta referirse a él. Sin embargo, en la sección de materiales y métodos es útil hacer referencia al artículo original para así no tener que explicar la técnica de nuevo. Este es un ejemplo de como las distintas secciones de un artículo científico modifican uno de los parámetros más importantes para  determinar si un trabajo científico es relevante: el número de citas.

Modified Lowry Protein Assay Reagent protocol.
Lowry’s
El método de estimación de la cantidad de proteína de Lowry fue descubierto por Sir Folin Lowry. Es capaz de detectar hasta 10 μg/ml de proteína y es el método más usado a pesar de que solo sea un método relativo.
Referencia:


Van Noorden R, Maher B, Nuzzo R. (2014) The top 100 papers.  ;514(7524):550-3

lunes, 8 de diciembre de 2014

Los 12 descubrimientos más importantes de la medicina

Hoy es la entrada número 1000 de este blog

De los 12 hitos más importantes de la medicina de todos los tiempos 5 tienen que ver con las enfermedades infecciosas. ¿Cuántos con la astronomía? cero. Es en el campo de la medicina en donde los avances en lo microscópico han ganado a los macroscópico por goleada.  Y eso que no están aquí el gran Pasteur, Koch y otros pioneros de la microbiología, que no he puesto por no abusar :)

1. Anatomía moderna. Vesalio (1514 - 1564)



Andrés Vesalio (retrato procedente de su obra Fabrica). La Fabrica de Vesalio contenía muchos dibujos extremadamente detallados de disecciones humanas, algunos de ellos en posturas alegóricas.


Andrés Vesalio (Bruselas 1514 - Zante 1564), autor de uno de los libros más influyentes sobre  , De humani corporis fabrica (Sobre la estructura del cuerpo humano). Basó sus estudios anatómicos en la observación directa, rechazando algunos errores anatómicos presentes en la obra de Galeno, por lo que es considerado el fundador de la anatomía moderna.


2. Teoría sobre la circulación de la sangre. Harvey (1578-1627) y Servet

El médico inglés William Harvey (1578-1627) desveló la anatomía del corazón y el modo en que la sangre circula por el cuerpo. Años atrás, entre 1242 y 1559, anatomistas de origen español, árabe e italiano, en forma independiente, habían comprendido en gran medida el mecanismo de circulación. El libro de Harvey, Del movimiento del corazón y de la sangre puso punto final a las ideas de Galeno. Esta obra representa el comienzo de la anatomía y la fisiología modernas, a pesar de que la escuela de medicina de esa época se reveló contra sus estudios.
Miguel Servet fue un teólogo, astrólogo y médico español nacido en 1511, Convertido al protestantismo, ejerció la medicina en Francia. Fue el descubridor del sistema de circulación sanguíneo menor, es decir el que va del corazón a los pulmones.

3. Microscopía. Antón Van Leewenhoek (1632-1723)

Anton van Leeuwenhoek fue un comerciante y científico neerlandés.
Fue el primero en realizar importantes observaciones con microscopios fabricados por él mismo. Hasta su muerte realizó numerosos descubrimientos. Introdujo mejoras en la fabricación de microscopios y fue el precursor de la biología experimental, la biología celular y la microbiología.
Replica del microscopio de Leewenhoek
 4. Vacunación. Edward Jenner (1749-1823)


Descubridor de la vacuna de la viruela, enfermedad que se había convertido en una terrible epidemia en varios continentes. La gente de su pueblo lo creía loco, porque en 1796 probó la vacuna contra la viruela en un niño con resultado favorable por lo que lo utilizó con otras personas. Publicó su primer artículo en 1798.
Ilustración satírica sobre la vacunación en donde a los recien vacunados les aparecen vacas en los brazos. Las personas creían que si se vacunaban le iban a crecer apéndices vacunos en el cuerpo y sobre eso se hizo una sátira llamada "The cow pock" (1802).
Tan solo 5 años después de la publicación de su primer artículo parte el 30 de noviembre de 1803 la Expedición Balmís que dio la vuelta al mundo y duró de 1803 hasta 1814 con el objetivo de que la vacuna de la viruela alcanzase todos los rincones del por entonces Imperio Español, ya que la alta mortandad del virus estaba ocasionando la muerte de miles de niños. Esta expedición está considerada como la primera expedición sanitaria internacional en la historia.
Recorrido de la Expedición Balmís


5. Anestesia quirúrgica. W. Long Crawford (1815-1878)

Médico y farmacéutico estadounidense principalmente reconocido por ser uno de los primeros en utilizar éter etílico como anestésico.
Administración de anestesia general a un hombre que sufrirá la amputación de la pierna derecha. El paciente ha sido previamente anestesiado


6. Antisepsis. Ignác Semmelweis (1818 – 1865)

Médico húngaro que consiguió disminuir drásticamente la tasa de mortalidad en un 70 % por sepsis puerperal (una forma de fiebre puerperal) entre las mujeres que daban a luz en su hospital mediante la recomendación a los obstetras de que se lavaran las manos con una solución de cal clorurada antes de atender los partos.
El gran escritor L.F. Celine le dedicó un libro a este pionero de la antisepsis

7. Epidemiología. John Snow (1813-1858) 


Médico inglés precursor de la epidemiología, hasta el punto de ser considerado padre de la epidemiología moderna. Demostró que el cólera era causado por el consumo de aguas contaminadas con materias fecales, al comprobar que los casos de esta enfermedad se agrupaban en las zonas donde el agua consumida estaba contaminada con heces, en la ciudad de Londres en el año de 1854. Ese año cartografió en un plano del distrito de Soho los pozos de agua, localizando como culpable el existente en Broad Street, en pleno corazón de la epidemia. Snow recomendó a la comunidad clausurar la bomba de agua, con lo que fueron disminuyendo los casos de la enfermedad. Este episodio está considerado como uno de los ejemplos más tempranos en el uso del método geográfico para la descripción de casos de una epidemia.
John Snow cartografió en un plano del distrito de Soho los pozos de agua, localizando como culpable el existente en Broad Street, en pleno corazón de la epidemia. 


8. Rayos X. Wilhelm Röntgen (1845 - 1923)

Desde que Röntgen descubrió que los rayos X permiten captar estructuras óseas, se ha desarrollado la tecnología necesaria para su uso en medicina. La radiología es la especialidad médica que emplea la radiografía como ayuda en el diagnóstico médico, en la práctica, el uso más extendido de los rayos X.
Radiografía tomada por Wilhelm Röntgen en 1896 de la mano de su esposa (se aprecia el anillo de compromiso)

 9. Cultivo de los tejidos. Ross Granville Harrison (1870-1959)


Biólogo y anatomista estadounidense, conocido por ser el primero en trabajar con éxito con cultivos de tejidos artificiales. Su descubrimiento es el primer paso hacia la tecnología de las células madre
Ross Granville Harrison fue pionero en trabajar con éxito con cultivos de tejidos artificiales

10. Capacidad aterogénica del colesterol. Nikolay Nikolaevich Anichkov (1885-1964)

Patólogo ruso que descubrió por primera vez las células del miocardio y la importancia del colesterol como agente causante de la ateroesclerosis.
File:Anichkov, Nikolay Nikolayevich.jpg
Nikolay Nikolaevich Anichkov (1885-1964) descubridor del colesterol como causante de problemas vasculares

11. Penicilina. Fleming (1881-1955)


Famoso por descubrir la enzima antimicrobiana llamada lisozima. También fue de los primeros investigadores en observar los efectos antibióticos de la penicilina obtenidos a partir del hongo Penicillium chrysogenum. En su discurso al recibir el premio Nobel tuvo la caballerosidad de reconocer que
Ernest Duchesne (31874 – 1912) un médico francés, había sido el precursor teórico de la terapia con antibióticos. 
El científico nicaragüense Clodomiro Picado Twight, ya había trabajado con penicilina para sus estudios en la investigación de tratamientos contra venenos, sus resultados además fueron publicados por la Sociedad de Biología de París en 1927, un año antes de los estudios de Flemming.
El conocimiento de estos estudios lo convierten en un precursor dell descubrimiento de la Penicilina.
  12. Descubrimiento del ADN. Avery, Mc Leod, McCarty, Watson, Crick. Karen Mullis
Trabajando con Streptococcus pneumoniae Avery y colaboradores descubrieron que los ácidos nucleicos eran los responsables del almacenamiento de la información genética. Personalmente creo que esta prueba es más importante que el descubrimiento de la doble hélice.
 El descubrimiento del ADN ha abierto la puerta a diagnósticos genéticos, producción industrial de insulina, la importancia del daño genético en la aparición del cancer, pruebas de paternidad y un largo etc.

sábado, 6 de diciembre de 2014

¡La suma del trabajo cotidiano bien hecho!

Todo hombre en quien anide la grandeza, la sacará a relucir no en un instante imponente, sino en la suma de su trabajo cotidiano. Beryl Markham. Al oeste con la noche



La suma del trabajo cotidiano bien hecho. Esta es la principal satisfacción del trabajo del investigador. Cuando he entrevistado a investigadores les he preguntado muchas veces cuales han sido esos momentos mágicos en los que realmente han disfrutado la ciencia. Para mi sorpresa todo las personas a las que he entrevistado me han reconocido que esos momentos son pocos, escasos, hay pocos "instantes imponentes". Un investigador llega a ser investigador cuando valora el trabajo cotidiano bien hecho y esa es su principal fuente de satisfacción.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Política científica ridícula en países totalitarios

La ciencia sólo se puede dar en sociedades democráticas y liberales (ojo, hablo del viejo liberalismo) en donde el estado no dicte consignas e imponga mecanismos de control regidos por burócratas. Cuando la ciencia se da en sociedades totalitarias y burocratizadas se pueden dar situaciones como las que se relatan en esta artículo publicado por Javier Yanes en El País. Fijaos como "La ciencia siempre paga", este bioquímico en los ochenta no tenía reactivos así que aprovechó para pensar y consiguió un trabajo crucial para el avance de la ciencia en el campo del plegamiento de las proteínas



Gunter Fischer, a la entrada al Instituto de Bioquímica de la Universidad de Halle, en 1989.

Que un científico domine el inglés es hoy de obligado cumplimiento. Y que un alemán hable este idioma parece lo más natural. Pero cuando se trata de un científico de la RDA que ha vivido la mayor parte de su vida al otro lado del Telón de Acero, se adivina que él, como otros colegas suyos de la Europa del este, tuvo que añadir un reto extra al esfuerzo investigador: el de aprender una lengua que, en su tiempo y en su país, era el idioma del enemigo, pero también el de la ciencia mundial.
Es quizá por eso que el bioquímico Günter Fischer (Altenburgo, Turingia, 1943) rebusca tranquilo sus palabras desde el otro lado de la línea telefónica en su despacho de la Unidad de Enzimología de Plegamiento de Proteínas del Max Planck, que ha dirigido hasta su jubilación en 2011. Ahora su retiro, más teórico que real, le permite un cierto sosiego. “Sigo trabajando; por suerte, en el Max Planck te dejan hacerlo más allá de los 65 años, pero más relajado”, confiesa el investigador, que en la década de 1980 descubrió las primeras enzimas implicadas en el plegamiento de las proteínas.
La reunificación alemana fue muy exitosa para la ciencia”, reflexiona el bioquímico
Nacido en plena guerra mundial, antes de la caída del nazismo, a Fischer le tocó vivir de totalitarismo en totalitarismo, de la esvástica al compás, el martillo y el anillo de espigas. “Después de la guerra, los primeros 15 años fueron muy duros, con restricciones en la distribución de alimentos”, recuerda. El joven Fischer se trasladó a Halle, a unos 90 kilómetros de Altenburgo, para estudiar química en la Universidad Martín Lutero de Halle-Wittenberg, una de las más veteranas de Alemania. Esta ciudad de Sajonia-Anhalt acoge además una institución que presume de ser la sociedad científica más antigua del mundo: la Leopoldina, hoy Academia Nacional de Ciencias de Alemania.

Una isla de tolerancia

La Leopoldina sería crucial en la carrera científica de Fischer desde que era un joven universitario, en la década de 1960. En una ocasión, cinco premios Nobel visitaron la academia y solicitaron un almuerzo con un grupo de jóvenes estudiantes. Fischer logró ser uno de ellos. “Comimos en un restaurante de Halle, cinco premios Nobel y unos diez estudiantes, y aquello fue genial; fue determinante para mi vida científica”, relata.
Pero la Leopoldina era una extraña isla de tolerancia que gozaba de un privilegio especial. Esta academia, de la que el régimen de Adolf Hitler había expulsado a los científicos judíos incluido un tal Albert Einstein, quedó en Alemania Oriental después de la guerra, pero se mantuvo como una institución libre y resistió a las presiones de nacionalización del gobierno. “Era la última organización común del este y el oeste”, resume Fischer. “El presidente estaba en Halle, el vicepresidente en Gotinga (Alemania Occidental) y sus miembros eran de todo el mundo, así que tenían el privilegio único de invitar a científicos occidentales a dar conferencias, lo que me dio la oportunidad de conocerlos y hablar con ellos”.
Un 30% de los científicos contratados eran informadores de la Stasi, según Fischer
La situación era muy diferente en la Universidad donde Fischer trataba de conseguir un doctorado, y donde encontró un obstáculo en el camino que no tenía nada que ver con sus aptitudes como científico. “Era muy difícil hacer un doctorado si no eras miembro del Partido Comunista. Trataron de alistarme, pero me negué”. Por suerte, el joven contó con la ayuda de un catedrático de bioquímica que le abrió las puertas. En 1971, ya con su doctorado y un puesto de ayudante en el Instituto de Bioquímica de la Universidad, Fischer trataba de investigar, pero la presión política no era el único impedimento. “En los setenta la situación no era tan mala, pero en los ochenta empeoró por la falta de fondos. No podíamos conseguir materiales de los países occidentales ni podíamos reparar los equipos”. Con esta carencia de recursos, lo que un bioquímico podía hacer no era mucho, salvo una cosa: “Pensar”. “Nadie me preguntaba a qué me dedicaba, así que tenía tiempo para pensar”.
Los pensamientos de Fischer se dirigieron hacia el campo del plegamiento de las proteínas, en el que por entonces reinaba el llamado Dogma de Anfinsen, establecido por el bioquímico estadounidense y ganador del premio Nobel Christian B. Anfinsen. El dogma establecía que el plegamiento de una proteína en su conformación espacial era algo exclusivamente determinado por la secuencia de aminoácidos, y que por lo tanto era un proceso espontáneo que no requería de ninguna ayuda externa. Fischer lo puso en duda. “Ideé experimentos muy simples con lo poco que tenía y los resultados sugerían que podía haber una biocatálisis”. Es decir, un factor celular que facilitaba y aceleraba el proceso de plegamiento: una enzima plegadora, o foldasa (del inglés fold, plegar). “Nadie lo había ensayado y en 1984 yo lo encontré”, apunta el investigador.

Colaboración clandestina

Con su flamante descubrimiento, Fischer trató de hacer lo que todos los científicos, publicarlo en una revista internacional de primera fila. Pero aquello era la República Democrática Alemana. “Estaba prohibido publicar resultados en revistas internacionales como Nature o European Journal of Biochemistry, y aún peor si eran revistas de Alemania Occidental”, recuerda. Por entonces, todo científico que pretendiera publicar debía solicitar aprobación a la Oficina de Relaciones Internacionales, propia de la Universidad y dependiente de la Stasi, el servicio de inteligencia. “Ellos podían concederte el permiso o no, pero no estaban obligados a darte ninguna razón de ello”. Esta oficina se encargaba además de filtrar la correspondencia. “Si escribías a un científico de Alemania Occidental, debías darle la carta a ellos, que la enviaban o no, pero nunca te informaban. Si no recibías respuesta, era posible que la hubiera y que no te la hicieran llegar, o bien que nunca hubieran enviado tu carta”. La presión política era intensa y además había profesores que actuaban como informadores o “espías internos”. Y era sabido que Fischer no simpatizaba con el régimen.
En los setenta la situación no era tan mala, pero en los ochenta empeoró por la falta de fondos. No podíamos conseguir materiales ni reparar los equipos”, lamenta
Naturalmente, rechazaron su petición para publicar en el extranjero, por lo que el científico debió conformarse con divulgar sus importantes resultados en una revista de Alemania Oriental y en el idioma de su país. “Nadie lo leyó, excepto gente de la Leopoldina”. Por suerte, entre ellos se contaba un investigador muy influyente en el campo del plegamiento de proteínas, Rainer Jaenicke, de Ratisbona (Alemania Occidental). Jaenicke le puso en contacto con un colaborador suyo, Franz Schmid, de Bayreuth, y aquel encuentro fue providencial. En 1985, Fischer logró invitar a Schmid a su universidad y así arrancó una colaboración clandestina que culminaría con el envío de un estudio a Nature, algo que Schmid pudo hacer desde Bayreuth. “No pedí permiso; asumí un gran riesgo personal”, valora Fischer. Pero mereció la pena: en 1987, la revista británica publicaba el trabajo de los investigadores.
Respecto a los motivos por los que la Oficina de Relaciones Internacionales de la Universidad de Halle no advirtió la publicación, Fischer no puede sino especular: “Probablemente en esa época tenían otros problemas, y de todos modos era impensable que alguien pudiera ser tan tozudo y asumir ese riesgo”. Tal vez, apunta el bioquímico, ayudó a que su estudio pasara inadvertido el hecho de que en la fecha de publicación él se encontraba destinado en Berlín, en un proyecto de la industria farmacéutica. En cuanto a su supervisor en Halle, el que le había abierto las puertas a la investigación, Fischer ríe al recordar su respuesta cuando le informó de su intención de publicar en Nature: “Me dijo: 'Bien, tú me dices lo que vas a hacer, pero yo no he oído nada”.

“¡El muro ha caído!”

Fischer y Schmid repitieron publicación en Nature dos años después, en 1989, y en esta ocasión el riesgo fue aún mayor debido a un detalle sin ninguna importancia científica, pero sí de mucho calado político en la Alemania Oriental de entonces: “La Unión Soviética trataba de hacer de Berlín una unidad política separada; decían que Berlín Occidental no pertenecía a la República Federal de Alemania. Así que nosotros enviamos la información sobre los autores a Nature detallando que una colaboradora, Brigitte Wiettmann-Liebold, trabajaba en Berlín Occidental. Pero en la redacción de Nature escribieron: Berlín, República Federal de Alemania”. Aquello podía ser interpretado por las autoridades germanoorientales como una provocación. “Era muy peligroso para mí porque era contrario a la visión política oficial”, expone Fischer.
Después de dar una conferencia, de repente alguien entró y gritó: ¡El muro ha caído!”, recuerda. No imaginó que llegara a suceder
Por fortuna, aquel mismo año ocurrió algo que el propio científico, reconoce, jamás imaginó que llegaría a suceder. Fischer lo narra así: “En octubre de 1989 conseguí un permiso para viajar con Schmid a Ulm, en Alemania Occidental, para dar una conferencia. Era el 9 de noviembre. Después del acto estábamos en un restaurante, cuando de repente alguien entró y gritó: ¡El muro ha caído!”.
“Nunca pensé en escapar de Alemania Oriental”, rememora Fischer. “Tenía a mis padres, a mi mujer y a mis hijos. Era imposible planear una huida”. Pero desde aquel 9 de noviembre, todo comenzó a cambiar. “La reunificación alemana fue muy exitosa para la ciencia”, reflexiona el bioquímico. “En el campo científico no sufrimos los problemas que el proceso trajo para la industria y la sociedad. Los científicos, también los del este, pudieron trabajar, comprar materiales, equipos... Excepto, claro, los espías de la Stasi, que fueron despedidos. Eran un 30% del total”. En 1992, Fischer se trasladó a la Sociedad Max Planck, el equivalente del CSIC en Alemania. Ahora, desde su retiro, recuerda con emoción los tiempos difíciles. “Llegué a aceptar que no podría hacer carrera. Me habían dicho directamente: puedes trabajar, trabajar y trabajar, pero si no eres miembro del partido, jamás te ascenderemos. Y pensé que siempre sería así”. Luchó durante décadas oponiendo la razón a la sinrazón, pero ni siquiera presume de sus méritos: “A veces la vida te sorprende con grandes oportunidades de cambio que no esperas. Fui muy afortunado”.

lunes, 27 de octubre de 2014

¿Por qué el Ecuador debe de investigar?

La responsabilidad es un concepto que nace de analizar porqué ocurren las cosas y cuál es nuestro papel en ello. Eso es precisamente el método científico que se opone a la idea tan querida por las pseudociencias de que todo está predeterminado, bien escrito en los astros bien en las rayas de la mano. Como país debemos desarrollar una cultura científica, que además de cambiar la matriz productiva nos ayude a entender que nuestra realidad es fruto de nuestros actos y nuestras decisiones. Hay naciones que quieren ser de primera categoría y otras no.

Las naciones de primera categoría hacen investigación. ¿Es cuestión de riqueza económica? No necesariamente, muchos de los países árabes nadan en la abundancia y no han conseguido destacar en ciencia. En el mundo hay 1400 millones de musulmanes y sólo dos de ellos han conseguido el premio Nóbel de ciencias. Hablamos español 500 millones de personas y sólo 7 han conseguido el premio Nóbel. ¿Es cuestión de tradición histórica? No, Japón era un país feudal cerrado al Mundo en 1863. Corea, en 1950, antes del estallido de la guerra, era un país agrícola con un producto interior bruto similar al de Namibia. Japón crea su primera universidad en 1858 y Corea en 1885, Ecuador en 1586, 1651 y 1681, casi 300 años antes (1). 

Hoy Ecuador apuesta por la ciencia y la investigación. Nuestra responsabilidad es divulgar, comunicar y permitir participar a la sociedad de este esfuerzo colectivo. Cuando los ecuatorianos deseen ciencia estaremos camino de mejorar como sociedad.
  1. Universidad de San Fulgencio fundada en 1586; Universidad de San Gregorio Magno fundada en 1681, Universidad de Santo Tomás de Aquino fundada en 1681. Posteriormente estas universidades se fusionarán en la Universidad Central del Ecuador. En Japón la primera universidad, Universidad de Keio, se funda en 1858, y en Corea, la Universidad de Yonsei en 1885.

El Observatorio Astronómico de Quito, es uno de los más antiguos de América (1877). El Observatorio fue el centro de actividades de la Segunda Misión Geodésica Francesa, cuyo objetivo fue medir la declinación de un meridiano.