domingo, 3 de febrero de 2019

El humor negro es como los niños sin vacunar, nunca envejece

Una madre pregunta en internet cómo puede hacer para proteger a su hija, que no está vacunada, del sarampión. Las respuestas que le dan los internautas es una antología del humor negro antivacunas.
Los antivacunas suelen ser seres más inteligentes y más formados que el resto (desde su punto de vista claro). Son personas de fuertes creencias. Estas creencias que les hace mejores que a las demás personas, a veces les exigen este tipo de compromisos.

En la edad media, en Europa, existió una cruzada de niños que se dirigieron a Tierra Santa y que, obviamente, fueron engañados por esclavistas y vendidos como tales. Sacrificios personales de personas relacionadas con sectas son frecuentes. Las sectas destructivas saben que hay personas que quieren ser "curadas" y que son manipulables. Por ese motivo, las sectas proliferan como setas.

Antivacunas y sectas van a menudo de la mano

Con el desarrollo de la medicina en el siglo XX, comenzaron a aparecer sectas curativas. Sectas que sustituían la purificación del espíritu por la curación del cuerpo. Como las sectas son un negocio tan rentable, ahí las tenemos en internet, asociadas a grupos new age, meditación... esparciendo sus mensajes. Pero no las minusvaloremos. Hay más gente enganchadas a sectas en nuestro alrededor inmediato de lo que podemos pensar. El Grupo de Derivas Sectarias del Colegio de Psicólogos de Catalunya, tiene localizadas unas 200 sectas activas en España y calcula que 600.000 personas están afectadas. Un porcentaje elevado de población. Las sectas tienen en común la obediencia de los iniciados a un líder de personalidad fuerte. Este líder tiene que desautorizar a las autoridades sanitarias para poder justificar su poder. Atacar a las vacunas es uno de los mecanismos. Las vacunas son la mejor herramienta que tiene la medicina para tratar a las enfermedades infecciosas. Desprestigiando a la mejor herramienta de la medicina el líder sectario aumenta su prestigio y autoridad personal.

Los antivacunas son una masa de personas que se creen mejores y más informadas que el resto. Pero no están solos. Como personas manipulables están organizados alrededor de personas sin escrúpulos que hacen negocio de su idealismo y deseo de trascender. Es muy curioso observar como el tipo de actividades que realizan estos líderes no son delictivas. Pretender curar el cáncer con ajo no es delito. Cobrar por ello, a sabiendas de que es un fraude tampoco. Es como si las leyes en el fondo fuesen darwinistas.

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