Mostrando entradas con la etiqueta especies matriuskas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta especies matriuskas. Mostrar todas las entradas

viernes, 20 de junio de 2025

Matriuskas

Parace que Faustino Cordón tenía razón, así como Mereschkowski o Margulis. Somos matriuskas. Hoy leo en la prensa dos artículos que lo corroboran.

Nueva estrategia de control biológico: el virus que se convierte en aliado

El SeMNPV es un baculovirus qu tiene la capacidad de alterar el comportamiento de las orugas de la mariposa rosquilla verde en beneficio de su propia dispersión. Como esta mariposa es una plaga agrícola hay interés en investigar este virus como alternativa a los pesticidas. 

Este baculovirus provoca en la mariposa rosquilla verde hiperactividad y la llamada “enfermedad de la copa de los árboles”. Esta consiste en que las larvas infectadas por el virus suben a las ramas o a las hojas de la parte superior de la planta donde mueren licuadas: sus organismos se degradan y al final “explotan” y se vuelven líquidas, lo que facilita la dispersión viral.

¿Están vivos los virus? Por fin una pista

Sukunaarchaeum como miembro de las arqueas solo tienen 189 genes, y casi todos están dedicados a replicar su propio genoma, lo que recuerda mucho a los virus. Y, también como ellos, depende para su ciclo vital del hospedador al que infecta, un dinoflagelado


miércoles, 22 de junio de 2022

Gyrodactilys: la ilusión de infinito

Gyrodactylus spp. son unos gusanos planos muy pequeños, transparentes y no poseen ojos, miden casi medio milímetro, los cuales se encuentran adheridos a la piel de los peces. Estos parásitos poseen un tipo de reproducción muy particular, la madre contiene dos embriones dentro de su útero y estos a su vez tienen embriones dentro de ellos y así sucesivamente en las diferentes generaciones, esta estrategia de reproducción les ha ganado su nombre de “Matrioskas” o “Russian Doll Killers" aunque a mi me gusta más la analogía con los espejos enfrentados que crean una ilusión de infinito
Fig. 1. Espejos enfrentados

Las hijas salen de sus madres y se prenden del mismo pez y ya están embarazadas de la tercera generación, (Bakke et al., 2007; Cable & Harris, 2002). ). Dan a luz crías completamente desarrolladas que ya contienen embriones en desarrollo en el útero (Bakke et al., 2007). Las crías de Gyrodactylus nacen a intervalos de 2 a 2,5 días (Scott, 1982). Por lo tanto, este ingenioso y extremadamente raro sistema de reproducción les permite crecer casi exponencialmente al comienzo de la infección.

Fig. 2. Micrografía óptica por contraste de fase de una hembra viva de Gyrodactylus salaris con dos hijas en el útero como "Matriuska". La falta de pene y espermatozoides en el receptáculo seminal junto con el embrión F1 casi a término en el útero indica que el parásito aún no ha dado a luz. Fuente

Los embriones pueden originanse de dos maneras: Los segundos embriones y los siguientes pueden desarrollarse igual que cualquier otro metazoario, es decir, que los ovocitos sean fertilizados por espermatozoides o bien que se desarrollen apomícticamente, es decir, sin intervención del macho. El primer embrión, sin embargo de la hija primogénita, siempre se desarrolla asexualmente sin intervención de un macho, como se puede observar en la Fig. 2.

Estos parásitos se adhieren a sus hospederos por medio de unos ganchillos, los cuales parecen unas uñitas, que se entierran en la piel y aletas del pez, creando unos orificios pequeños en los cuales se generan infecciones bacterianas y/o por hongos y han sido estudiados a nivel mundial, puesto que causan problemas en los peces cultivados de importancia comercial, entre ellos el salmón y la tilapia.

Estos gusanos actúan como agentes de dispersión de bacterias patógenas como las del género Aeromonas spp., probando ser un factor de epizootiología de enfermedades microbianas. Muchos han sido los esfuerzos para encontrar tratamientos para su control, pero cada vez este parásito se vuelve más resistente a ciertas concentraciones de los tratamientos con agentes químicos que se han utilizado. Una de las formas que se están estudiando para su control, es el uso de microorganismos (bacterias) o agentes de biocontrol frente al uso de agentes químicos y antibióticos en especies en cultivo, para minimizar el impacto que se da tanto en los peces y en el medio ambiente

Referencias: 


Bakke, T. A., Cable, J., & Harris, P. D. (2007). The Biology of Gyrodactylid Monogeneans: The “Russian-Doll Killers.” In J. R. Baker, R. Muller, & D. Rollinson (Eds.), Advances in Parasitology (Vol. 64, pp. 161–460). Academic Press. https://doi.org/10.1016/S0065-308X(06)64003-7

Cable, J., & Harris, P. D. (2002). Gyrodactylid developmental biology: Historical review, current status and future trends. International Journal for Parasitology, 32(3), 255–280. https://doi.org/10.1016/S0020-7519(01)00330-7

Harris, P. D., & Lyles, A. M. (1992). Infections of Gyrodactylus bullatarudis and Gyrodactylus turnbulli on guppies (Poecilia reticulata) in Trinidad. The Journal of Parasitology, 78(5), 912–914.

King, T. A., & Cable, J. (2007). Experimental infections of the monogenean Gyrodactylus turnbulli indicate that it is not a strict specialist. International Journal for Parasitology, 37(6), 663–672. https://doi.org/10.1016/j.ijpara.2006.11.015

Scott, M. (1982). Reproductive potential of Gyrodactylus bullatarudis (Monogenea) on guppies (Poecilia reticulata). Parasitology, 85(2), 217–236. https://doi.org/10.1017/S0031182000055207

miércoles, 12 de junio de 2019

El material genético creado en las neuronas paternas se integra en el cerebro de los hijos

Interesante e importantísimo trabajo realizado por la Universidad de Tel Aviv que ha descubierto que el sistema nervioso de los nematodos machos transmite información a su descendencia a través de la información de pequeñas moléculas de ARNip, que regulan la expresión génica. No es el genoma lo que contiene el 100% de la información. El ARN, la primera molécula de la vida, se encuentra regulando el ADN. Es el starter, el que desencadena la lectura de esa gran biblioteca que es el ADN. Heredamos un ADN de la madre y del padre y hasta ahora se creía que solo el ARN de la madre era el importante para desencadenar, para empezar a leer el código, que es el ADN. Este trabajo que en futuro seguro que consigue el premio Nobel, nos dice que también las moléculas de ARNip del padre, y las experiencias acumuladas en él influyen en como se va a leer la biblioteca del genoma.

Las bacterias no son los organismos vivos más pequeños. Es el mundo ARN, los virus, los ARNs que controlan la expresión del huevo fecundado en los eucariotas. Los organismos somos como matriuskas genéticas. El ARN aparece hace 4500 millones de años. La primera molécula de la vida y se ha resistido a desaparecer, a convertirse en un mero intermediario. Yo no puedo considerarme ARN, como no puedo considerarme solo genes, como no puedo considerarme biología sin la influencia de mi cultura. Cada nivel funciona sobre otros niveles subyacentes. La idea de que los organismos somos fruto de varios niveles recoge las intuiciones de Sigmund Freud cuando hablaba que somos el el ello, el superyo y el yo.
Me gustaría enlazar al blog de Javier Peteiro, el cual tiene una visión mucho más amplia de este fenómeno, en donde el logos no deja de encarnarse en sistemas de información y comunicación mucho más vastos e incomprensibles.

Neuronal Small RNAs Control Behavior Transgenerationally. Rachel Posner et al. Cell, June 06, 2019. DOI:https://doi.org/10.1016/j.cell.2019.04.029

martes, 23 de abril de 2019

Cautivos del mal: los virus se alian con las bacterias

Cautivos del mal, titulada "The bad and the beautiful", dirigida por Vicente Minelli. Fuente

En la película "Cautivos del mal" de Vicente Minelli, y guión de Charles Schnee, el personaje del productor Shields es un manipulador sin escrúpulos para quien lo esencial es el producto artístico final, tal como él lo concibe, aunque para conseguirlo deba apropiarse de ideas ajenas y rechazar la participación del que parecía su mejor amigo, enamorar a una actriz con la autoestima baja y demasiado pendiente de la botella o alejar (con desastrosas consecuencias) a la entrometida esposa de su exitoso guionista. A pesar del resentimiento frente a Shields tanto el director, como la actriz o el guionistas reconocen que nunca hubiesen alcanzado la fama si no hubiese sido por las malas artes del productor.

Lo que no te mata te hace más fuerte: la viruela dio una ventaja competitiva a los europeos

La viruela y el sarampión fueron una ventaja evolutiva que permitió el éxito y la expansión europea en América. Según el antropólogo Jared Diamond, Pizarro contó con una ayuda microscópica en la batalla de Cajamarca contra fuerzas incas que los superaban en un ratio de 1:50. Según publica en su libro "Gérmenes, armas y acero" el sarampión y la viruela ya habían causado pánico y estragos en la población previamente a la batalla.
El sarampión en adultos es más letal que en niños. Fuente

¿Por qué los incas eran tan susceptibles a la viruela? La viruela originalmente es un virus de vaca. Cuando las poblaciones de Eurasia comenzaron a domesticar la vaca, el virus comenzó a infectar a las poblaciones humanas. La mayor parte de los europeos que llegaron a América tuvieron los virus en la etapa infantil y pudieron pasar las viriasis en esa etapa, por lo que ya disponían de inmunidad natural protectora. En el caso de los indígenas, la falta de contacto previo supuso una ‘virginidad inmunológica’, una falta de respuesta defensiva frente a las nuevas infecciones y por eso, al infectarse de adultos la mortalidad era tan alta.

Los virus bacteriófagos le dan una ventaja competitiva a Pseudomonas aeruginosa

Pseudomonas en principio era una bacteria medioambiental. Vive en todo tipo de lugares, desde piscinas y spas hasta en el jabón desinfectante de hospitales. Por su extraordinaria capacidad metabólica pudo crecer en los ambientes limpios de los hospitales. Al ser los hospitales ambientes en los que los antibióticos están siempre presentes, con el tiempo se seleccionaron cepas resistentes a los antibióticos. Hoy en día, esta bacteria es la principal responsable de las infecciones adquiridas en los hospitales. Recientemente hemos aprendido de que, lo mismo que Pizarro se benefició de su historia evolutiva previa, Pseudomonas también se beneficia de un bacteriófago que antiguamente la parasitaba. Este virus bacteriofago (fago) engaña al sistema inmunitario para que este ignore a la bacteria.


Con los fagos ocurre lo mismo que con el virus del herpes labial que vive insertado en el ADN de nuestras neuronas. Sólo cuando detectan que su hospedador está estresado es cuando deciden salir de la célula que lo alberga. En el caso de los fagos rompiendo desde dentro a la bacteria, en el caso de las neuronas viajando desde el núcleo de la neurona por todo el axón hasta llegar a las células del labio en donde causa un sarpullido lleno de virus que le permite transmitirse a otro hospedador por un beso, un vaso compartido etc.
Diferencia entre fagos líticos (los que destruyen a las  bacterias) y los lisogénicos (que pueden insertar temporalmente su ADN en el ADN de la bacteria hospedadora)

La bacteria y el fago, llamado Pf, establecen una relación de simbiosis que se sospecha que está más extendida en el mundo microbiano de lo que se creía. Pseudomonas crece en las heridas abiertas de los pacientes de los hospitales. Las Pseudomonas que no tienen en su interior fagos sobreviven menos que aquellas Pseudomonas que si los tienen porque cuando el fago detecta que el sistema inmune ataca a Pseudomonas sale de entre el ADN de la bacteria, hace muchas copias de si mismo, mata a la bacteria y sale por decenas al cuerpo del paciente. Esto hace que el sistema inmunitario se dedique a matar fagos dándole un respiro a las bacterias que pueden seguir colonizando la herida abierta aunque tengan que pagar el peaje de que muchas de ellas revienten por culpa de la proliferación de los fagos. El fago "distrae" al sistema inmune como un señuelo. De esa manera, dejan de acosar a la bacteria que es el hospedador del fago. Este hallazgo ha sido publicado el pasado 28 de marzo en Science y ayudaría a explicar por qué el sistema inmunitario tolera las bacterias beneficiosas, como las presentes en el intestino, y podría guiar el diseño de mejores tratamientos para las infecciones.

Heridas abiertas infectadas por bacterias cautivas del mal

Para comprobar si los fagos influyen en el modo en el que las bacterias interactúan con sus huéspedes, el inmunólogo Paul Bollyky, de la Universidad Stanford, recogió muestras de heridas crónicas, como quemaduras infectadas, de 111 personas. De estas muestras, 37 presentaban infección por P. aeruginosa.

Bollyky y sus colaboradores encontraron que el 68 por ciento de las heridas que contenían P. aeruginosa albergaban también el virus Pf. Cuando transfirieron estas bacterias infectadas por el fago a heridas abiertas de ratones, descubrieron que el número de bacterias necesario para iniciar la infección en los roedores era menor y que estos eran más propensos a morir a causa de esas heridas que cuando eran infectados únicamente con la bacteria P. aeruginosa.
Internalización del fago Pf en una célula de mamífero. La endocitosis de Pf por las células dendríticas y otros leucocitos dispara los receptores de reconocimiento viral, los cuales suprimen la limpieza y eliminación de las bacterias. Esta imagen tridimensional fue generada utilizando microscopía confocal y imágenes apiladas en Z. Púrpura tiñe las fibras de actina, azul el ADN mediante DAPI, el verde es el fluoróforo Alexa Fluor 488 unido a un anticuerpo antiPf4. Fuente

Las bacterias atraían a unas células del sistema inmunitario llamadas fagocitos, los cuales «engullen» a las bacterias pero no a los virus. Los fagocitos intervenían en las heridas infectadas por P. aeuruginosa y Pf y se marchaban poco después de haber engullido unas pocas bacterias. Luego envíaban señales que atraían a otras células del sistema inmunitario encargadas de atacar solo a los virus del área.
Se logró reducir las infecciones causadas por P. aeuruginosa mediante la vacunación de los ratones contra los Pf, antes de infectarlos con la combinación de bacteria y virus.

La matriuska genética expande el territorio de las especies

La matriuska genética son genomas dentro de otros genomas. El caso de Wolbachia es paradigmático: la bacteria es parasitada por un virus que le da la capacidad de manipular el ratio entre sexos en especies de artrópodos. Tenemos virus, bacteria y pluricelulares trabajando juntos en un espacio común. En el caso que nos ocupa P. aeuruginosa y Pf inauguran un nuevo territorio: las heridas abiertas de pacientes de hospitales. Un nuevo territorio para P. aeuruginosa y también para el fago Pf.  Los médicos tratarán a estos pacientes con antibióticos y la bacteria irá adquiriendo material genético de manera horizontal para hacer frente a esos nuevos antibióticos.

Para saber más:

https://www.nature.com/articles/d41586-019-00991-4
https://science.sciencemag.org/content/363/6434/eaat9691
https://www.investigacionyciencia.es/noticias/algunos-virus-bacterifagos-engaan-al-sistema-inmunitario-para-que-no-ataque-a-las-bacterias-17386

martes, 22 de septiembre de 2015

Una avispa transfiere sus genes a varias especies de lepidópteros mediante un virus

Reproduzco de El País

Las hembras de la avispa Cotesia congregata de la familia de los bracónidos desarrollan partículas de un virus (bracovirus) en sus ovarios. En el momento de la puesta, inyectan tanto los huevos como el bracovirus en su huésped. El virus neutraliza el sistema inmune de la oruga para que no ataque a los huevos de la avispa, los huevos eclosionan y se alimentan de la oruga hasta matarla

Artículo original 

Photo published for Mariposas naturalmente transgénicas

viernes, 21 de marzo de 2014

La relación del parásito-hospedador sería algo así como el contrapunto barroco


Cuando se habla de parásitos siempre se utiliza la metáfora del monstruo. Los monstruos tienen cierto atractivo y siempre despiertan nuestro interés. A mi me gustaría que de vez en cuando hablasen de genomas, de genomas que utilizan otros genomas para sus fines.
Aquí voy a ser provocador: nuestras células sexuales son un genoma que vive a expensas de nosotros y nos controlan. Creemos que somos individuos y no somos más que carcasas desechables, zombis cuya única misión es la de transmitir nuestras células sexuales desde nuestra generación a la siguiente y luego morimos lo mismo que el cyborg en la película Blade Runner.
Crecemos, somos niños jugamos aprendemos y nos desarrollamos. Nos salen granitos, nos viene la regla, despierta en nosotros el instinto sexual, nos apareamos y el instinto de protección hace que hagamos infinidad de sacrificios por nuestra prole y por último nos encontramos diciendo unas palabras delante de un anuncio de TDK y ya es hora de morir.
Si pensamos en genomas y no en individuos los parásitos dejan de ser monstruos para convertirse en otra cosa. Si utilizamos la música como metáfora y los genomas fuesen melodías la relación del parásito-hospedador sería algo así como el contrapunto barroco.
(Por favor que alguien me de un trabajo YA)

http://www.wired.com/wiredscience/2014/03/parasitic-junk-trunk/

strepsiptera crawler stage
Fotografía de microscopía electrónica de Strepsitera, a la izquierda saliendo del abdomen de su hospedador y a la izquierda participando en un concurso de culturismos (¿Qué os pensais, que los bichos no tienen vida?). Beani et al, 2005

 

http://www.youtube.com/watch?v=lyaPfR-Mj98


jueves, 20 de marzo de 2014

Especies rítmicas. A vueltas con Margulis y la evolución


La biología es extremadamente conservadora. En 2014 todavía se le llama teoría a lo que podría llamarse en toda regla ley de la evolución de tan probada que está por miles de experimentos y por su base matemática que permite hacer predicciones. La clasificación aristotélica duró más de 2500 años y de alguna manera todavía seguimos pensando en primates, secundates y terciates al hablar de los organismos superiores e inferiores. Un debate siempre caliente es el de qué es especie y que no lo es. Personalmente hay algo que me obsesiona en biología y de lo que no se oye hablar mucho y es cómo lo rítmico tiene una lectura y un marco en biología.
Hay procesos rítmicos que deben de tener a la fuerza una base biológica. Por ejemplo los cantos de los pájaros y la construcción de un territorio alrededor de ellos. La complejidad de ese canto se respeta en la comunidad de machos de ciertas especies. Si grabas a uno de estos pájaros y con un ordenador haces que el canto se vuelva más complicado y esta grabación modificada la haces sonar en un bosque alrededor de este canto artificial se creará un espacio libre de machos que “respetaran” la complejidad de este canto.
Hay también una frase en el libro “Acquiring genomes” de Lynn Margulis que me parece profundamente inspiradora, habla de que los líquenes son dos especies, hongo y bacteria, que funcionan como una sola especie cuando existen alternancia de sequedad-humedad, luz-oscuridad.
¿Es posible que estemos frente a frente a un lenguaje biológico todavía no explorado? Si consideramos esta frase de Margulis como una visión fugaz a un lenguaje real todavía no explorado y nos aventuramos a comprobar su vigencia en la naturaleza podremos entender muchos fenómenos de parasitismo. Los parásitos forman “especies” nuevas de manera temporal y rítmica pues tienen que adaptarse a la finitud de sus hospedadores. Parasitar y dispersarse para buscar otro hospedador: ritmos dentro de los ciclos de los parásitos.
¿Cuándo un parásito toma control de su hospedador, son dos especies o es una nueva? Una especie “temporal” pero que tiene un genoma determinado para que esa especie temporal se forme. Intentaré explicarme porque no soy filósofo y me cuesta dominar el lenguaje.
Una especie un genoma adaptado a el tipo de vida que esa especie desarrolla. Cuando una especie determinada comienza a “parasitar” a otra especie normalmente ocurre que su genoma sufre una reducción en el número de genes. Las bacterias con menor genoma son aquellas de vida intracelular obligada. la evolución de estos genomas tiende a perder genes esenciales para que el hospedador asuma las funciones de estos genes. Esto permite que la comunicación entre ambos genomas, el de la bacteria y la del hospedaor, sea más armoniosa, no existan duplicidades ni competencias entre ambos. De esta manera surgen las relaciones simbióticas en donde a la bacteria se le proporciona un ambiente estable y, a su vez, la bacteria suministra nutrientes básicos que el hospedador no puede tomar de su dieta, por poner un ejemplo. 
¿Podemos considerar a la relación entre el pulgón Cinara cedri y la bacteria Buchnera aphidicola, un ejemplo claro del caso anterior una especie nueva o una simbiosis entre especies? Es el mismo caso que el del liquen. Consideramos al liquen como una asociación entre dos especies. Cada genoma puede vivir independientemente (no así en el caso de Buchnera aphidicola), si pones al liquen es oscuridad el hongo acaba digiriendo a las bacterias cianoficeas y si los sumerges en agua el hongo muere pero las cianoficieas no. Sin embargo cuando hay alternacia de luz-oscuridad, humedad-sequedad en ese caso sólo la asociación existe, pero es que además en ambos genomas hay genes para que esa asociación exista y existe desde hace 200 millones de años, e incluso tiene
Después de leer una guía de líquenes ¿Hay quién piense que no son auténticas especies?
Un problema de los genomas simbiontes es que no pueden propagarse yendo juntos de la mano. Cada uno se propaga en la especie en la que está confinado. Es un momento crítico y que condiciona muchísimo la relación simbiótica. Aquí tenemos a Wolbachia que ha resuelto esto de manera elegante primando las hembras y propagándose de manera vertical a través de éstas. Los virus, si los consideramos no como especies sino como genomas, han arreglado esto muy bien con sus mecanismos de toxina-antitoxina. El ADN vírico tiene en su genoma dos genes uno codifica para un veneno que mata a la célula hospedadora y otro es un antídoto que la cura. Cuando uno de estos virus, un plásmido por ejemplo, entra en una bacteria ésta no puede desembarazarse de ellos. ¿Por qué? Pues por que el virus codifica el veneno y la antitoxina. La vida media del veneno es larga y la de la antitoxina es corta. Supongamos que la bacteria se divide y en una de las dos bacterias hijas no hay plásmido, bien, en esta bacteria libre de plásmido existen moléculas de veneno y antitoxina, la antitoxina desaparace primero por mor de su vida media corta, es entonces cuando el veneno mata a la bacteria libre de plásmido. Una vez que el plásmido entra en una población de bacterias no hay manera de deshacerse de ellos.
En organismos “superiores” por ejemplo insectos que parasitan otros insectos las cosas no son tan fáciles y los genomas de los parásitos han desarrollado un regulación genética sofisticada que hace que los hospedadores se conviertan en auténticos zombis al servicio de sus parásitos. ¿Es el parásito una especie? Si no consideramos a los virus como especies tampoco deberíamos considerar a estos parásitos especies porque no son de vida libre, sin su hospedador no podrían tener vida libre independiente. Si aplicamos esta definición estrictamente veríamos que la mayoría de las especies necesitamos de otras especies en algún u otro momento de nuestras vidas. Es ahí cuando creo que habría que traer el concepto ritmo a este tipo de debate. Colaboramos rítmicamente con otros genomas. Nuestros genomas necesitan de esas colaboraciones puntuales. El ritmo tiene una impronta en nuestros genes o al menos en la regulación de nuestros genes. Si la música es el sonido en el tiempo el estudio de la genética debiera de incorporar este tipo de conceptos. Una especie es un genoma en el tiempo. No es lo mismo un niño en crecimiento permanente, teniendo que cambiar unas estructuras obsoletas por otras (dientes de leche por dientes de adulto) que un adolescente preso de cambios hormonales que le hacen sentir atracción sexual donde antes no la había etc.
¿Pero esto tiene algún sentido evolutivo? Al fin y al cabo lo importante en evolución es la transmisión de genes de una generación a otra, lo que pase en la vida de esos genes no influye. Se nos dice que los cambios son al azar y sin embargo vemos que la historia, es decir el tiempo, deja una impronta. Estoy pensando en el libro de Jared Diamond “Guns, germs and steel” en donde se explica cómo la domesticación y la convivencia de los grupos humanos que han convivido con animales domesticos y sus enfermedades han hecho de éstos grupos resistentes a estas enfermedades y que les ha dado una ventaja selectiva cuando han entrado en contacto con otros humanos que carecían de esa historia de coevolución y que por tanto eran sensibles a estas infecciones. Estamos hablando aquí de epigenética.
Todo este rollo que os he soltado para recalcar la idea de que igual que la música ha desarrollado un lenguaje en donde los sonidos se disponen en el tiempo en la biología habrá que ir pensando en expandir el lenguaje de los genes a esta concepción temporal de los mismos. Esta expansión llegará a cambiar los conceptos de especie y las asociaciones temporales llegarán a tener un rango mayor del que gozan actualmente que no es otro que el de excepción, lo raruno y curioso lo que nos indica que nos estamos perdiendo parte de algo que no comprendemos.

Entrada dedicada con cariño a Paleofreak



lunes, 17 de marzo de 2014

Elogio del cuco


Cuadro de Nando Lestón, pintor carnotano y pseudoamigo

La foto que veis la tengo colgada en la cabecera de mi cama. Es una imagen inquietante. La mosca inquieta, está como aguardando que alguno de los pollos se muera. Normalmente de cada pollada sólo salen adelante el mayor y el siguiente de los pollos. Los pájaros ponen más huevos de los que pueden sacar. En caso de que el año sea excepcionalmente bueno pueden sacarlos todos adelante, sino lo que ocurre es que tienden a alimentar a aquel que abre más la boca. El pollo menos alimentado va perdiendo fuerzas y muere antes de salir del nido.

La política de recursos humanos en ciencia sigue este tipo de esquema. Se acepta en los laboratorios a más becarios de los que el sistema puede mantener. Poco a poco acaban arrinconados y expulsados del sistema. A los que sobreviven poco a poco se instalan en su particular zona de comfort y repiten el esquema con nuevos becarios. A los becarios no beneficiados por la fortuna ¿Les quedará alguna estrategia alternativa? ¿Podrán aprender del cuco en propio beneficio ya que otros se le han negado?

Erasmo de Rotterdam escribió “Elogio de la locura”. Un fantástico ejercicio de ironía en donde se nos muestra esos perfiles estúpidos y pagados de si mismos que ocupan posiciones de poder. A simple vista sus comportamientos no son en absoluto racionales y productivos, si, pero son felices en su ejercicio del poder. ¿Estamos locos? Se debía preguntar Erasmo. Pues si esa es la locura entonces elogiemos la locura. Pero ¿Es que son comportamientos ridículos? Ya, pero quizás en esa ridiculez, en esa capacidad de jugar a un juego que no es el del puro raciocinio lo que permite a estas personas estar donde están.

El cuco es un pájaro observador. Observó la dedicación paternal en el cuidado de la prole de otros pájaros. Pero, olvidémonos del animal en si y pensemos en él como un genoma. Un conjunto complejísimo de genes que pudo dar lugar a la decisión de dejar que otro genoma se encargase de llevar adelante a su prole. ¿Cuándo decide el cuco dejar su huevo en nido ajeno? ¿Hay cierta constatación de que hay pájaros con un sentido paternal mayor que el suyo?.

Hay algo de grandeza en la decisión del cuco. Al dejar sus huevos en otros nidos le da a cada uno de ellos las mismas oportunidades de salir adelante en la vida. La misma oportunidad de “cagarla”  porque si elige mal los padres adoptivos sus pollitos no llegarán a emprender el vuelo a África. En el caso del cuco no hay un hijo primogénito. Todos los huevos tienen la misma oportunidad de salir adelante. Dependen del buen juicio de sus madres para escoger aquellos nidos en los que eclosionar.

Este bebé cuco cuando eclosiona se esfuerza en eliminar los otros huevos del nido. No ha aprendido a hacerlo. Es un comportamiento instintivo que está inscrito en sus genes. Lo mismo ocurre cuando el polluelo adquiere su capacidad de volar, en ese momento vuela hacia África por si mismo. Pensad que muchos de sus padres adoptivos no son pájaros migratorios.

Genomas que deciden explotar “habilidades” de otros genomas en beneficio propio. Lo mismo ocurre con Wolbachia y sus virus que le confieren la capacidad para manipular las células sexuales de los artrópodos que parasitan. Tres genomas compartiendo destino: virus, bacteria y artrópodo. En el caso de los virus es fácil: los pobrecitos no son capaces de vivir por si mismos. Pero ¿Por qué se vuelven parásitas las bacterias o los cucos?. Puede parecer locura, pero seguro, como sospechaba Erasmo, había alguna verdad oculta que se nos escapaba y a la que, siendo ignorantes de sus mecanismos, sólo somos capaces de tratarla con la ironía o con el humor.

La hembra de cuco se divide en gentes, donde cada población favorece a una particular sp. parasitada pues su postura imita color y patrón de manchas de esa especie. El patrón de color es inherente a la hembra solo, sugiriendo que lleva el cromosoma sexo-dependiente W (las hembras son WZ, los machos ZZ). Muchos cucos noparásitos ponen huevos blancos.

lunes, 10 de marzo de 2014

El microbioma como aislante reproductivo

Recientemente se ha publicado en Nature un trabajo que muestra un nuevo mecanismo de especiación a través de la relación entre un animal y su microbiota. Este trabajo está recogido en un artículo del Investigación y Ciencia de marzo de 2014 con el título "Nuevo mecanismo de creación de especies".


Esta fotografía de microscopía electrónica de barrido nos muestra a una avista Nasonia vitripennis mientras pone sus huevos en la ninga de una mosca Sarcophaga bullata. Los huevos (en azul) eclosionan 24 h después de haber sido puestos. Las larvas (púrpura) permanecen bajo la envuelta externa de la ninfa durante unos nueve días y utilizan a la mosca como fuente de alimento. Se ha demostrado que las bacterias adquiridas durante la alimentación y que viven simbióticamente con la avispa, pueden matar a las larvas de avispa híbridas. Foto fuente Nature


To make a long story short: Dos tipos de avispas Nasonia vitripennis y Nasonia giraulti, ambas parasitan moscas. Se estudian los descendientes masculinos formados por cruzamientos entre estas dos especies, la mayoría de los cuales muere durante el desarrollo larvario. Al manipular la exposición de las larvas a las bacterias, los investigadores establecieron que la presencia de microorganismos se asociaba a la enfermedad y muerte de los hibridos. Cuando se criaban las larvas en laboratorio en un medio carente de bacterias las larvas tenían una eficiencia biológica casi normal, pero cuando se introducían bacterias la mortalidad de los híbridos volvía a aumentar. Esta mortalidad es independiente de la especie de bacteria. Parece que los híbridos de Nasonia regulan mal la interacción biótica con su microbioma y ahí resida su problema de viabilidad. Es por esto que el microbioma se constituye en una barrera  del flujo genético entre especies.

El microbioma de las larvas híbridas estaba dominada por la bacteria Proteus mirabilis, a diferencia de las especies parentales que albergaban sobre todo especies de Providencia. La mortalidad de los híbridos fue independiente de si se añadían estas bacterias o incluso Escherichia coli. Los híbridos soportaban mal el contacto con el microbioma.

Referencia:

Evolutionary biology: A gut feeling for isolation. Gregory D. D. Hurst & Chris D. Jiggins. Nº 500, pag: 412-413, 2013)

sábado, 12 de junio de 2010

5/5 las especies como matriuskas rusas

las especies como matriuskas rusas: un saltamontes colonizado por una bacteria que vive dentro de sus células. Esta bacteria, a su vez contiene a su vez un virus. El virus le proporciona a la bacteria herramientas moleculares para que la bacteria se mantenga en la población de saltamontes. De esta manera en un ejemplar de saltamontes infectado tendremos al saltamontes, la bacteria y el virus todo en uno. Pero aun hay más. Recientemente el grupo de McMeniman de la Universidad de Queensland ha conseguido infectar mosquitos transmisores del virus del Dengue con Wolbachia, otros grupos han descubierto que el gusano que causa la filariasis, una enfermedad tropical que afecta a 120 millones de personas, está a su vez infectado con la bacteria Wolbachia, y que si matan a la bacteria con un antibiótico, el gusano por si mismo no puede sobrevivir. De esta manera están administrando antibiótico a los enfermos de filariasis como tratamiento coadyuvante con éxito. Todo esto nos indica que a este sistema de tres bandas: virus, bacteria e invertebrado hay que añadir ahora un nivel más de complejidad, la tecnología que empleará la bacteria para mejorar la salud de otra especie, la nuestra.


Foto gusano de la filariasis

Los humanos nos sumamos a la asociación tripartita virus-bacteria-invertebrado.



Algunos invertebrados interactúan con nosotros de la manera más molesta, me estoy refiriendo a mosquitos, gusanos, garrapatas. El mosquito nos pica para robar nuestra sangre. Este hecho puede ser explotado por gusanos parásitos como el que provoca la malaria, que infecta a 210 millones de personas en todo el mundo. En estos momentos hay varios proyectos financiados por la Fundación Bill y Melinda Gates que emplean Wolbachia para controlar la población de mosquitos que transmiten el parásito que causa la malaria. En estos proyectos se explota la habilidad que tiene Wolbachia gracias a su técnica de incompatibilidad citoplasmática para parasitar a todos los individuos de una especie. La segunda enfermedad más común de las transmitidas por mosquitos y que afectan a los seres humanos es el dengue. Actualmente existen alrededor de 40 millones de casos de dengue y varios cientos de miles de casos de dengue hemorrágico cada año.
Recientemente el grupo de McMeniman de la Universidad de Queensland ha conseguido infectar mosquitos transmisores del virus del Dengue con Wolbachia, así consiguieron reducir a la mitad la esperanza de vida del mosquito. Como el virus del dengue requiere un par de semanas en el mosquito para adquirir su capacidad infecciosa, estos investigadores creen que reducir su esperanza de vida disminuirá la peligrosidad del virus. Sugieren que esta estrategia podría aplicarse para frenar la malaria y la fiebre del Nilo Occidental. El grupo de Eric Pearlman de la Universidad Case Western Reserve de Cleveland ha descubierto que el gusano que causa la filariasis, una enfermedad tropical que afecta a 120 millones de personas, está a su vez infectado con la bacteria Wolbachia, y que si matan a la bacteria con un antibiótico, el gusano por si mismo no puede sobrevivir.
Quedan muchísimos interrogantes sobre la biología de esta bacteria y su asociación con el virus fago WO, y sus múltiples hospedadores. Conocer más sobre esta asociación tripartita nos ayudará a entender cual es la lógica de los ADN egoístas y su papel en la evolución de los sistemas. Por ahora Wolbachia ya nos está enseñando que no estamos solos y que estamos en el mundo todos juntos. Wolbachia mata a los machos, produce la 'inmaculada concepción' y quizás acelera también la división entre especies estableciendo una relación entre virus-bacteria y hospedador.
El caso de Wolbachia ensancha nuestra visión sobre la naturaleza. Del mismo modo que Charles Darwin nos enseño que las especies actuales procedían de otras más antiguas, hoy en día empezamos a comprender que las especies no están solas en su lucha por la supervivencia. Un saltamontes es un saltamontes más las bacterias que viven en el y los virus de esas bacterias. Cada elemento le proporciona ciertas propiedades a todo el sistema. El hombre no puede sentirse como una especie donde sus individuos luchan entre si por la supervivencia desde el punto de vista que tenemos una cultura y un conocimiento científico que hace que otras especies trabajen conjuntamente para mejorar nuestra salud y nuestra forma de vida.

lunes, 7 de junio de 2010

LA MATRIUSKA GENÉTICA Y LAS SUPERBACTERIAS


Matriuskas genéticas: una especie dentro de otra especie

Lo que voy a contar aquí trata de una nueva visión de nosotros mismos, los humanos, que como especie hemos evolucionado mano a mano con virus, bacterias y últimamente con nuestra cultura y tecnología. Como especie deberíamos vernos como una matriuska dentro de la matriuska mayor, la de nuestra cultura, al mismo tiempo albergaríamos dentro de nosotros las bacterias y por último virus, dentro de las bacterias y de nosotros mismos. Hemos evolucionado como especie de la mano de nuestras enfermedades, algunas de las cuales son fruto de nuestra estrecha cohabitación con los animales domésticos, por ejemplo la tuberculosis, una bacteria que causaba tuberculosis en vacas, Mycobacterium bovis, se adaptó a los humanos durante el proceso de domesticación de la vaca y hoy en día tenemos una especie Mycobacterium tuberculosis que infecta a 1 de cada tres humanos.

la viruela es un virus que proviene de la vaca y que poco a poco fue infectándonos hasta que en vez de ser agresivo se volvió moderado. A los virus cuando coevolucionan con una especie se vuelven moderados para evitar matar a su hospedador. Los indios de América no tenían vacas domesticadas. Cuando los españoles llegaron a América los indios murieron a millones a causa de este virus para el cual ellos no habían desarrollado defensas. Esto permitió a los europeos un espacio donde vivir y colocar los excedentes de población de la vieja Europa. Finalmente la humanidad desarrolló el método científico. Esto hizo que el médico inglés Jenner descubriese la vacuna y que la expedición española de Balmis y Saldaña vacunase el continente americano protegiéndolos del virus. Ya en el siglo XX una campaña de vacunación masiva hizo que este virus desapareciese de la faz de la tierra. Gracias al método científico Fleming dedujo al ver que alrededor de un hongo no creían bacterias descubriese un antibiótico y de como los antibióticos hicieron creer a la humanidad que había vencido definitivamente a las bacterias infecciosas. Al descubrir los humanos los antibióticos los hemos utilizado con alegría y generosidad creando así nuevos ambientes ecológicos: hospitales donde siempre hay pacientes sin defensas inmunitarias y con altas dosis de antibióticos encima, animales de granja a los que se les suministra antibióticos en el pienso. Estos nuevos ambientes en los que las concentraciones de antibióticos eran elevadas sirvieron para seleccionar un nuevo tipo de bacteria: las superbacterias que resisten a todo tipo de antibiótico.

Las superbacterias inauguran la era postantibiótica

Durante el tiempo en el que la humanidad vivía sin antibióticos, es decir, antes de 1940, era normal que en las familias se murieran recién nacidos por enfermedades tipo meningitis, neumonías... si preguntamos a nuestros abuelos veremos que en todas las familias había casos de recién nacidos muertos por enfermedades infecciosas.




















Foto de un niño muerto por enfermedad bacteriana. Archivo Moreira

El dolor de perder un hijo era inmenso y es por eso que se tomó costumbre de fotografiar a aquellos niños para mantener su recuerdo. Hoy afortunadamente vemos estas historias como un pasado lejano. Con la aparición de los antibióticos la humanidad vivió una época de optimismo. Al mismo tiempo las familias empezaron a ser más pequeñas. Una de las razones era que podían tener casi la certeza de tener sólo dos hijos y llevarlos a la madurez con toda confianza. Una de las razones de tener tantos hijos en la era preantibiótica era el asegurar la descendencia en caso de muertes prematuras. Esta confianza fue tal que incluso un senador americano, en los años 70 anunció en el congreso que la humanidad había erradicado las enfermedades infecciosas de la faz de la tierra. En los años 80 del pasado siglo empezaron a aislarse cepas de bacterias resistentes a los antibióticos más comunes. ¿Por qué sucede esto?, bien, los antibióticos son moléculas que tienen una forma determinada. El resultado de esta unión es tóxico para la bacteria y la lleva a la muerte. Los antibióticos se unen a componentes bacterianos en una especie de unión llave cerradura. Si aparece una mutación que cambia la cerradura, entonces la llave ya no funciona. La cerradura, es decir, el componente bacteriano cambia por mutación (ver gráfico) y el antibiótico se vuelve inútil.



En el gráfico podemos ver dos esquemas de proteínas. La de la izquierda presenta una hendidura que la de la derecha no tiene. Esa hendidura representa la cerradura, es ahí donde se va a unir el antibiótico que inutilizará la proteína. La proteína de la derecha es la misma que la de la izquierda excepto por una mutación en el ADN que la codifica que cambia la estructura de la proteína como se puede ver. La diferencia es que ahora no presenta la hendidura, no hay "cerradura" por lo tanto el antibiótico no se puede meter y la proteína sigue útil. La bacteria no muere. Aquí vemos como una mutación cambia una proteína que se vuelve resistente al antibiótico y como resultado una bacteria que se moría con el antibiótico ahora es resistente.

Estas mutaciones ocurren en componentes bacterianos esenciales para su vida y que son los que atacan los antibióticos. Las bacterias son muy impermeables y necesitan de canales para comunicar el exterior con su interior. Hay mutaciones en canales que hacen que la bacteria sea impermeable a determinados antibióticos.
Recientemente un equipo de la Universidad de Boston liderado por Jim Collins demostró que la muerte por antibióticos liberaba en las bacterias radicales libres de oxígeno. Estos radicales libres de oxígeno dañan el ADN. En febrero de este año, el mismo equipo publicó en la revista “Molecular Cell” que concentraciones subletales de antibióticos incrementaban el aumento de radicales libres de oxígeno y eran responsables de la aparición de mutaciones que conferían resistencia a los antibióticos. Esto quiere decir que si no empleamos correctamente los antibióticos estamos ayudando a que aparezcan bacterias resistentes. Como microbiólogo este dato me pone los pelos de punta porque lo relaciono con otro dato: de los 17 millones de kilos de antibióticos que se consumen anualmente en los Estados Unidos, el 80% se utiliza en animales de granja, ya sea para prevenir y tratar enfermedades ocasionadas por la cría industrial como para acelerar el crecimiento y engorde de los animales. Este es un escenario en donde el antibiótico está en concentraciones subletal por tanto convierte a estos animales en pequeños laboratorios de selección de superbacterias resistentes como el caso de la bacteria multirresistente Staphylococcus aureus, o MRSA, que mata a 20.000 estadounidenses cada año - más que el SIDA en ese país. Esto ha dado lugar a una propuesta de ley del Congreso Americano para restringir el uso de antibióticos agrícolas. Ese proyecto de ley, apoyada por la Asociación Médica Americana y la Asociación Americana de Salud Pública tiene la oposición de los grupos de interés agrícola y sigue estancada. La Unión Europea afortunadamente ha prohibido el uso de los antibióticos en las prácticas agrícolas.

Los virus y ADN tipo vírico

Además de la mutación, las bacterias se pueden volver resistentes a los antibióticos si adquieren una bomba que expulse a los antibióticos, o si adquieren una molécula que degrade al antibiótico. Pero ¿cómo adquirir? ¿Van las bacterias al supermercado? las bacterias no están solas, también están los virus y a los virus de las bacterias no les gustan que los antibióticos maten las bacterias donde ellos viven. Por eso es muy frecuente que una bacteria que vive en contacto con antibióticos sea colonizada por un virus, o ADN de tipo vírico que lleva entre sus genes un gen que codifica para una bomba de expulsión de antibióticos, o para una enzima que los degrada. Es por eso que las superbacterias resistentes a antibióticos como por ejemplo Enterococcus faecium, Acinetobacter baumannii, Staphylococcus aureus, Pseudomonas aeruginosa, Escherichia coli y Klebsiella presentan en su genona y en plásmidos (ADN tipo vírico) genes de resistencia a antibióticos, muchos de los cuales comparten con distintas especies de bacterias. El anterior grupito de bacterias se caracteriza por ser bacterias que causan enfermedades en humanos con las defensas bajas, por ejemplo pacientes de hospitales, personas inmunocomprometidas... son bacterias que viven bien en el medioambiente y que resisten un amplio abanico de condiciones y por eso son bacterias “acostumbradas” a adquirir ADN foráneo, porque cuantas más herramientas genéticas tengan mejor. Estas bacterias son inquilinos de los hospitales. Allí están expuestas a niveles altos de antibióticos en esos pacientes por lo que si son colonizadas por un virus que lleva un gen de resistencia antibiótica entonces esa bacteria se verá beneficiada y su proporción aumentará en el ambiente hospitalario. Ya estamos acostumbrados por la prensa a leer sobre bacterias resistentes a los antibióticos que causan problemas en hospitales a pacientes inmunocomprometidos, es uno de los signos de la era post-antibiótica, sin embargo, este año la sorpresa saltó con un trabajo publicado por el microbiólogo Bruno González-Zorn en colaboración con la Agencia de Salud de Londres. El grupo español aisló 13 Salmonellas de pacientes en hospitales de Inglaterra y Gales con resistencia a un antibiótico. La mayoría de estos enfermos había viajado recientemente a India. Que una bacteria patógena como Salmonella haya adquirido resistencia a un antibiótico tiene una transcendencia enorme por que estas bacterias SI pueden infectar a individuos perfectamente sanos. La salmonelosis provoca diarrea, dolores abdominales y fiebre con un periodo de incubación de 7 a 28 días. Se cura con antibióticos. Que haya Salmonellas con genes de resistencia a antibióticos nos indica que están bajo presión selectiva y que por lo tanto la adquisición de resistencia a múltiples antibióticos será cuestión de tiempo y habrá riesgo de diseminación por hospitales de todo el mundo en poco tiempo.

Uso incorrecto de los antibióticos aumenta la resistencia

En los últimos años, expertos en salud pública han recomendado que los médicos utilicen los antibióticos sólo cuando sea necesario, y que los pacientes completen cada prescripción. Una parte importante del problema, según el CDC de Atlanta, es la tendencia de la gente a tomar antibióticos para combatir enfermedades como los resfriados, gripe, bronquitis, goteo nasal o dolor de garganta que son causados por virus y no por una bacteria. Para evitar el abuso de los antibióticos muchos médicos están abogando por "esperar y ver" antes de prescribir antibióticos, especialmente en casos como infecciones del oído medio que a veces resultan ser virus y no de origen bacteriano. Pero, ¿por qué los antibióticos matan las bacterias y no virus? Esta es una pregunta que, como diría el genetista Dobzhansky, no se puede entender sino es a la luz de la evolución. En la naturaleza existen básicamente dos tipos de células, la célula bacteriana y la célula eucariota que es que tenemos nosotros, las plantas, los hongos y los protozoos. Las células bacterianas son mucho más pequeñas que las eucariotas.


Esto es así por que las células eucariotas (las nuestras) surgen durante la evolución al unirse algunas bacterias con distintas propiedades en un consorcio de bacterias que con el paso del tiempo y la presión de la selección natural han acabado siendo las células eucariotas de los protozoos, animales, plantas o hongos. Si vemos la biología molecular de las bacterias vemos por tanto que no se diferencia en casi nada de la de los animales, plantas, hongos. Esto es así por que procedemos de las bacterias. Hay sin embargo unas pequeñas diferencias entre bacterias y células eucariotas. La célula eucariota tiene un esqueleto celular que mantiene la morfología de la célula, el ADN lo tiene confinado en un núcleo en forma de cromosomas. La bacteria mantiene su forma por que está a presión, como si fuera un globo. Esta presión interna está entre 5 y 25 atmósferas de presión. Como podéis entender esta presión tan tremenda sólo se puede conseguir si la bacteria está rodeada de una malla lo suficientemente tupida como para evitar que la bacteria reviente. Esta malla llamada pared celular diferencia a la célula bacteriana de la eucariota y es sobre esta malla donde ejercen su actividad tóxica una gran mayoría de antibióticos entre los que se encuentran las penicilinas. En concreto, lo que hace la penicilina es aflojar la malla y la presión hace que la bacteria literalmente estalle. Ahí radica la importancia de los antibióticos que son capaces de matar bacterias sin dañar a las células eucariotas. Hay otros tipos de antibióticos que atacan a las proteínas que en las bacterias se encargan de sintetizar proteínas o de manejar el ADN. Como ya os imaginareis estas proteínas bacterianas son distintas a las de nuestras células, y es por eso que si tomamos estos antibióticos resultan letales para las bacterias y no para las personas, por que para matar bacterias hay muchos productos, podríamos matarlas con cianuro, con lejía, agua oxigenada lo malo es que también moriríamos nosotros y en este caso sería, como se suele decir, peor el remedio que la enfermedad ¿Qué ocurre con los virus? los virus son más pequeños (ver diagrama). Los que causan enfermedades a las personas necesitan las nuestras células para vivir que son eucariotas. ¿Para qué tomar un producto anti-malla bacteriana, anti-proteínas bacterianas? no nos va a ayudar en nada.

Las bacterias son los primeros seres vivos que aparecieron en nuestro planeta. Desarrollaron hace millones de años los antibióticos para utilizarlos para sus propios fines, hoy sabemos que en concentraciones bajas las bacterias utilizan los antibióticos para comunicarse. Hemos sido los humanos los primeros en utilizar los antibióticos en dosis altamente concentrada con el único fin de matar las bacterias. Y las bacterias y los virus han demostrado cuan ingenuos éramos pensando que habíamos derrotado las enfermedades infecciosas bacterianas.

Para saber más
Armas, gérmenes y acero del autor Jared Diamond, editorial Debolsillo 2007.