Yersinia pestis, la bacteria que causa la peste negra, es un patógeno
humano relativamente reciente, hace sólo 5000
o 10.000 años que causa esta enfermedad en humanos. Y. pestis evolucionó a partir de otra bacteria Yersinia pseudotuberculosis. Y.
pseudotuberculosis existe hoy en día y causa infecciones suaves en los
intestinos.
Las pulgas que chupan la sangre a las ratas se infectan con Y. pestis y si pican a humanos son capaces de transmitir la bacteria a las personas.Fuente Janice Haney Carr/CDC |
Wyndham Lathem, un investigador de Northwestern University en
Chicago ha comparado los genomas de Y. pestis y Y. pseudotuberculosis (un trabajo publicado online el 30 de junio
de 2015 en Nature Communications). Han visto que hay una proteína llamada
proteasa PLA que existe en Y. pestis
y no en Y. tuberculosis. Un cambio de
un solo aminoácido es lo que ha permitido que una bacteria que vive en el
intestino se convierta en un patógeno que se transmite por el aire y por tanto
ha permitido a Y. pestis convertirse
en una pandemia.
Ya existían
estudios previos que mostraban que cambiando este simple aminoácido la
actividad de PLA cambiaba. Estos estudios habían sido realizados en tubo de
ensayo y en animales. Se encontró que este pequeño cambio permitía a Y. pseudotuberculosis causar una infección
invasiva similar a la que causa la peste negra producida por Y. pestis. Este pequeño cambio en PLA es
lo que permitió que una bacteria intestinal se convirtiese en una enfermedad
letal.
Todavía no está claro cuando ocurrió este cambio pero
examinando genomas de bacterias que habían causado peste negra en el pasado
estos investigadores se han dado cuenta de que ha ocurrido antes de la primera
plaga de peste, la cual golpeó al Imperio Bizantino el Siglo 6 antes de Cristo.
Gracias a este tipo de estudios los investigadores pueden predecir cómo se van
a comportar otras bacterias que causan
enfermedades.
Es impresionante cómo suceden las cosas en el marco evolutivo. Hay, por parte de mucho pretendido escéptico, una creencia en una evolución progresiva que choca con la realidad de los hechos: no hay teleología natural más allá de la apariencia. Sólo contingencia. ¿O tal vez no? Monod hablaba de teleonomía; siendo ateo, ¿qué querría realmente decir?
ResponderEliminarUn cambio en un aminoácido en una proteína de uno de tantos microbios y la vida se nos complica a tal punto que podemos perderla.
No sé si lo leíste. Si no fuera así, te recomiendo el libro de Patrick Deville, "Peste & Cólera", sobre Yersin.
Un abrazo,
Javier
No, no lo había leído. Ya me lo he bajado y lo estoy leyendo. Gracias
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