Los
bacteriófagos son virus de bacterias que no afectan a las células
eucariotas. Se emplean como para destruir bacterias desde hace 100
años. Con la producción masiva de antibióticos desde los años
cuarenta del siglo pasado su uso quedó relegado a la URSS y países
satélites. Desde la aparición de las bacterias multirresistentes a
los antibióticos Occidente ha vuelto a considerar a los
bacteriófagos como una alternativa a los antibióticos. Los
bacteriófagos presentan unas características interesantes: son
específicos para un tipo de bacterias, son fáciles de producir y
son las entidades biológicas más abundantes del planeta. Al no ser
patentables tienen todas las ventajas de una tecnología “Open
Source”. Debido a su especificidad son herramientas muy útiles
para eliminar bacterias patógenas respetando la flora bacteriana
natural. En nuestro laboratorio de la PUCE en Quito hemos
seleccionado ya bacteriófagos activos contra Escherichia coli
enterodiarreica y con resistencia a los antibióticos.
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