lunes, 22 de diciembre de 2014

El apéndice es un reservorio de bacterias

El apéndice, un vestigio de cuando éramos herbívoros -era el saco donde procesábamos la celulosa ingerida en este tipo de alimentación, que aparentemente se quedó ahí como un molesto recuerdo. Y si no que se lo digan a Leoniv Rogozov, único médico en una expedición antártica soviética, que tuvo una inflamación del apéndice y tuvo que extirpárselo él mismo.


Sin un uso definido en nuestro proceso hacia la alimentación a base de carne, tradicionalmente la medicina moderna optó por la cirugía ante los primeros síntomas, por aquello de poner en práctica soluciones rápidas que evitaban males mayores.
Nuestra dieta sigue teniendo un amplio componente vegetal y, por lo tanto, seguimos acumulando residuos en forma de celulosa que es preciso descomponer. Y estas bacterias, en buena parte, se acumulan en este pequeño órgano de apenas 10 cm.
   
El apéndice, sin embargo, cumple una función en nuestro organismo: preservar nuestra flora bacteriana. Se ha demostrado que el apéndice actúa a modo de reservorio de bacterias del aparato digestivo cuando éstas han desaparecido  por ejemplo en una diarrea: los pacientes con apéndice son capaces de recuperarse antes de una diarrea que aquellos pacientes con una apendicéctomía (es decir, sin apéndice).

El alfabeto genético expandido y la promesa de patentes, muchas patentes

Arriba las dos nuevas bases nitrogenadas, llamadas X e Y, y abajo nuestros viejos conocidos citosina y guanina.

 Le he estado dando vueltas a la importancia de este trabajo, elegido como uno de los más sobresalientes en el 2014 por la revista Science, y la verdad tengo mis dudas. El trabajo es exquisito, un alarde de biología molecular. Este tipo de organismos con un alfabeto genético expandido serán de ayuda para entender porqué la evolución ha primado que todos los organismos tengan sólo 4 bases nitrogenadas. Es además una herramienta poderosa para poder, como un sofisticado control negativo, hacer preguntas sobre como funciona el código genético, sobre la interacción de las bases nitrogenadas y los ARN transferentes, el funcionamiento fino (a nivel atómico) del ribosoma, la generación de nuevos aminoácidos...

Mi duda es ¿Para qué?. En los artículos de divulgación hablan de nuevos medicamentos, de componentes nuevos que no se encuentran en la naturaleza, nuevas formas de nanotecnología...

Mi sospecha es que este descubrimiento abre la puerta a las entidades biológicas patentables. Por ejemplo, los fagos son una excelente alternativa a los antibióticos. No se pueden patentar porque como entidades biológicas la legislación dice que no se pueden patentar. En el caso de que la legislación se modificase y se permitiese patentarlos (con las leyes todo es posible) habría formas de escapara a la patentes. Si a los virus se les deja replicarse acaban mutando y por tanto siendo diferentes a la patente original. Además, esto lo puede hacer cualquiera. Sin embargo, si tu entidad biológica tiene unas bases nitrogenadas que SOLO TU PUEDES HACER, entonces ya no son entidades biológicas y además tampoco se pueden piratear fácilmente.

Creo que ha sido un gran avance para el desarrollo de industrias de biotecnología que gocen de patente y de una tecnología difícilmente reproducible. Un sueño para cualquier industria.

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/05/140508_ciencia_adn_codigo_bases_artificiales_biologia_sintetica_np

http://esmateria.com/2014/05/07/el-alfabeto-de-la-vida-gana-dos-letras-artificiales-creadas-por-el-hombre/

Sitio en el cromosoma bacteriano en donde se insertaron las dos nuevas bases nitrogenadas. Estas dos nuevas bases no codificaron para proteínas.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Fago AB1 que infecta a Acinetobacter baumannii

Micrografías de microscopía electrónica de transmisión del fago AB1que infecta Acinetobacter baumannii. Las flechas señalan las espículas del collar del fag. El fago AB1 tiene una cabeza icosaédrica de 50 nm de diámetro, 80 nm de un tallo no contráctil y un collar de espículas. Morfologicamente estos fagos pertenecen a la familia Siphoviridae.


Se lava con el buffer SM una placa con calvas del fago AB1. La solución se microfuga para eliminar bacterias. Esta solución se filtra con filtros 0.22 micrones y posteriormente se filtra a través de filtros Amicon-100 kDa. Este paso elimina moléculas mayores de un tamaño de 100 kDa. Se lavan estos filtros tres veces con una solución 0.1 M acetato amónico. Finalmente se resuspende en SM y esta solución es la que se usa para teñir con fosfotungsteno sódico.

Referencia:

Isolation and Characterization of a Virulent
Bacteriophage AB1 of Acinetobacter baumannii.Yang et al. BMC Microbiology 2010, 10:131

La huella bacteriana púbica servirá para identificar violadores

Los estudios sobre el microbioma no paran de dar sorpresas. El estudio de las bacterias de los pelos púbicos (pronto habrá quien lo denomine el "puboma") servirá como huella genética para determinar la identidad de un violado. Lo que no me queda claro es cómo van a ser las sesiones en el juzgado. Experto, juez, fiscal y abogado defensores hablando de bacterias, de frecuencias, de probabilidades estadísticas... lo bueno de la huella de ADN es que es fácil de explicar: hay un 99.99999999% de que la muestra pertenezca al sospechoso. Llevar a juicio un estudio comparativo de bacterias púbicas me parece bastante más complicado

Ver noticia aquí (en inglés)

La diversidad bacteriana que vive en el pelo púbico es característica de cada persona.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Un producto con enzimas naturales para evitar los pedos


En nuestra cultura es de mala educación tirarse pedos. Sin embargo, es un proceso interesante desde el punto de vista de la ecología microbiana. En los intestinos existe una panoplia de bacterias. Cuando llega un carbohidrato a los intestinos algunas bacterias se encargan de romperlo en azúcares más pequeños que alimentarán a otras bacterias. De esta manera cuando te alimentas también alimentas a toda tu comunidad bacteriana. La misma bacteria que genera "gas" también genera vitaminas y ácidos grasos que ayudan a mantener lubricado el intestino grueso y también mantiene estable a nuestro sistema inmune.
 Joseph Pujol, artísta francés, entre su repertorio pedorro estaba la interpretación de la Marsellesa, imitar cañonazos y tormentas y acompañar la lectura de un poema sobre una granja con imitaciones de animales a base de pedos.



Hay personas que se tiran más pedos que otras. Son personas "metanogénicas". Afortunadamente hay un producto para evitar pedorrearse: Beano. Se han realizado dos ensayos controlados que han demostrado que reduce el gas significativamente ¡Y con enzimas naturales! ¡Los pedorros amantes de los productos sin aditivos estarán de enhorabuena!. La manera de actuar es simple, las píldoras contienen un enzima llamado alfagalactosidasa que rompe los carbohidratos complejos en otros más cortos más fáciles de digerir. Como resultado, los carbohidratos se rompen en el intestino delgado y así ya se absorben antes de llegar al intestino grueso, que es donde están la mayoría de las bacterias que podrían fermentarlos produciendo gas.
gut bacteria
Bacterioides fragilis es una de las bacterias con mayor capacidad para producir pedos. Fuente CDC

Sin embargo, hay un inconveniente si tomas Beano para evitar los pedos de manera frecuente: puedes cambiar tu microbioma (flora intestinal), no arreglar el problema y además gastarte tu dinero. Los científicos están hoy en día intentando entender las dinámicas ecológicas de nuestros intestinos, así que hasta que no se entiendan mejor no tocar nada. El hecho de tirarse muchos pedos podría ser también un síntoma de intolerancia a la lactosa, en ese caso habría que visitar a un médico.
Afortunamamente los humanos no nos acercamos ni de lejos a animales más pedorros que nosotros
Pero como siempre hay quien lleva la apuesta más allá. Es el caso de Christian Poincheval, un inventor francés que asegura haber creado una píldora que hace que tus pedos huelan como chocolate.
Christian Poincheval comercializa un frasco de 60 píldoras por 10 euros que además de reducir la producción de gas hace que tus pedos huelan a chocolate (O eso dice). Fotografía: Daily Mirror.


sábado, 13 de diciembre de 2014

Un fago contra una bacteria relacionada con la obesidad y la diabetes

Publicado originalmente por Carlos Gómez Abajo en Tendencias21



Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad Estatal de San Diego (EE.UU.) ha descubierto que más de la mitad de la población mundial hospeda en su interior a un virus recién descrito, denominado crAssphage, que infecta a uno de los tipos más comunes de bacterias intestinales, Bacteroidetes.

Este filo de bacterias se cree que está relacionado con la obesidad, la diabetes y otras enfermedades relacionadas con el intestino. La investigación apareció ayer en Nature Communications.

Robert A. Edwards, profesor de bioinformática en la universidad, y sus colegas, se toparon con el descubrimiento por accidente. Trabajando con el investigador visitante y autor principal del estudio Bas E. Dutilh, ahora en el Centro Médico de la Universidad Radboud, de los Países Bajos, los investigadores utilizaban los resultados de estudios anteriores sobre virus habitantes del intestino para detectar nuevos virus.

En las muestras de ADN de heces de 12 individuos diferentes, se dieron cuenta de todas tenían en común un grupo determinado de ADN viral, de un largo de alrededor de 97.000 pares de bases. Cuando Edwards y sus colegas quisieron comprobar si este descubrimiento estaba una lista completa de los virus conocidos, vieron que no era así.

Buscando en el microbioma

Los investigadores buscaron luego el virus a través de la base de datos del Proyecto del Microbioma Humano del Instituto Nacional de Salud (NIH), y la base de datos MG-RAST del Laboratorio Nacional de Argonne (Illinois, EE.UU.), y de nuevo lo encontraron en abundancia en las muestras de heces humanas.

Para demostrar que el ADN viral que descubrieron en sus datos informáticos existe realmente en la naturaleza, el virólogo de la Universidad Estatal de San Diego John Mokili utilizó una técnica conocida como amplificación de ADN para localizar el virus en las muestras originales utilizadas para construir la base de datos del NIH.

"Así que tenemos una prueba biológica de que el virus que encontraron con el equipo existe realmente en las muestras", explica Mokili, en la información de la universidad.

Se trataba de un nuevo virus que alrededor de la mitad de las personas incluidas en la muestra tenían en sus cuerpos, y que nadie conocía hasta ahora.

"No es inusual ir en busca de algún nuevo virus y encontrar uno", explica Edwards. "Pero es muy raro encontrar uno que muchas personas tengan en común. El hecho de que se haya escapado del radar durante tanto tiempo es muy extraño".

Un virus antiguo

El hecho de que esté tan generalizado indica que probablemente no es un virus particularmente joven, tampoco.

"Básicamente lo hemos encontramos en todas las poblaciones en las que hemos mirado", señala Edwards. "Por lo que podemos decir que es tan antiguo como el ser humano". Él y su equipo nombraron al virus crAssphage, en honor al programa de software utilizado para descubrirlo.

Algunas de las proteínas del ADN de crAssphage son similares a las encontradas en otros virus bien descritos. Eso permitió al equipo de Edwards determinar que su nuevo virus es del tipo bacteriófago, es decir, que infecta y se replica en el interior de las bacterias; mediante el uso de técnicas bioinformáticas innovadoras, predijeron que este bacteriófago particular prolifera mediante la infección de un filo común de las bacterias del intestino conocido como Bacteriodetes.

Obesidad

Las bacterias Bacteriodetes viven hacia el final del tracto intestinal, y se sospecha que juegan un papel importante en la relación entre las bacterias del intestino y la obesidad. Qué papel juega crAssphage en este proceso será objeto de una investigación futura.

Más detalles sobre crAssphage han sido difíciles de conseguir. No se sabe cómo se transmite el virus, pero el hecho de que no se encontrara en las muestras de heces de bebés de muy corta edad sugiere que no se pasa a través de la madre, sino que se adquiere durante la infancia.

La distribución del ADN viral sugiere que su estructura es circular. Además el trabajo de laboratorio ha confirmado que el ADN viral es una entidad individual, pero ha demostrado ser difícil de aislar. "Sabemos que está ahí, pero no podemos capturarlo del todo aún", reconoce Edwards.

Una vez que el virus esté aislado, espera profundizar en su papel en la obesidad. Es posible que el virus de alguna manera medie en la actividad de las colonias de Bacteriodetes, pero que crAssphage promueva o suprima los procesos relacionados con la obesidad en el intestino aún está por verse.

Puede que el virus también se use para prevenir o mitigar otras enfermedades relacionadas con el intestino, tales como la diabetes y las enfermedades gastrointestinales.

Una vez que se comprendan mejor estos procesos, Edwards prevé que algún día la medicina se personalice basándose en este virus. "En las personas, podríamos aislar su cepa particular del virus y manipularlo para que atacara a las bacterias dañinas."

Los virus y la dieta

El sistema digestivo es el hogar de una gran variedad de virus, pero la forma en que están implicados en la salud y la enfermedad es poco conocida. En un estudio publicado hace tres años en la web del Cold Spring Harbor Laboratory (Nueva York, EE.UU.), en el marco de la Investigación del Genoma, los investigadores estudiaron la dinámica de las poblaciones de virus en el intestino humano, arrojando nueva luz sobre el "viroma" de las tripas, y en qué se diferencia entre las personas y cómo responde a los cambios en la dieta.

"Nuestros cuerpos son como arrecifes de coral", explicaba Frederic Bushman, de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, autor principal del estudio, "habitados por muchas y diversas criaturas que interactúan entre sí y con nosotros." Las interacciones entre los virus, las bacterias y el hospedador humano tienen consecuencias significativas para la salud humana y las enfermedades, especialmente en el delicado ecosistema del microbioma intestinal.

El investigador Sam Minot, Bushman y sus colegas analizaron la dinámica del viroma intestinal durante perturbaciones en la dieta. El grupo estudió a seis voluntarios sanos: algunos recibieron una dieta alta en grasas y baja en fibra, otros una dieta baja en grasa y alta en fibra, y uno una dieta libre.

Mediante el análisis de las secuencias de ADN de virus y bacterias presentes en las heces de los voluntarios en el transcurso de ocho días, encontraron que aunque la variación más grande en la diversidad de virus tenía lugar entre distintos individuos, con el tiempo la intervención dietética cambió significativamente las proporciones de poblaciones de virus en individuos con la misma dieta, de manera que las poblaciones virales se hicieron más similares.

Referencia bibliográfica:

Bas E. Dutilh, Noriko Cassman, Katelyn McNair, Savannah E. Sanchez, Genivaldo G. Z. Silva, Lance Boling, Jeremy J. Barr, Daan R. Speth, Victor Seguritan, Ramy K. Aziz, Ben Felts, Elizabeth A. Dinsdale, John L. Mokili, Robert A. Edwards. A highly abundant bacteriophage discovered in the unknown sequences of human faecal metagenomes. Nature Communications (2014). DOI: 10.1038/ncomms5498.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Autoclavar fosfato y agar produce agua oxigenada que mata a las bacterias

Publicado originalmente por Ignacio López-Goñi en su blog microBio


Autoclavar juntos el fosfato y el agar inhibe el crecimiento de las bacterias

Robert Koch fue el primero que cultivó bacterias en medios sólidos. Primero empleó rebanadas de patata, pero se le contaminaban fácilmente con hongos ambientales. Luego empleó gelatina para solidificar los medios, pero algunos microorganismos son capaces de degradarla, se la comen. Además, la gelatina no se mantenía sólida a 37ºC, que es la temperatura a la que crecen la mayoría de los patógenos humanos. La idea de emplear agar la sugirió Angelina Fanny Eilshemius, la mujer de Walter Hesse, unos de los colaboradores de Koch. Angelina Fanny empleaba agar para solidificar las mermeladas y Walter se llevó el invento de la cocina al laboratorio y fue el primero que empleó agar en lugar de gelatina. La ventaja del agar es que permanece sólido a 37ºC, la mayoría de las bacterias no la degradan y además es trasparente, lo que facilita el examen de las colonias bacterianas. Llevamos más de 120 años usando el agar para preparar los medios y obtener cultivos puros bacterianos. Algo tan sencillo como los medios sólidos con agar en placas de Petri ha sido esencial para el desarrollo de la microbiología clínica y de estrategias para combatir las bacterias patógenas.


Sin embargo, desde el comienzo de la microbiología sabemos que existen muchos microorganismos que no crecen en los medios que les preparamos en el laboratorio y no los podemos cultivar. Las nuevas técnicas de secuenciación masiva han puesto de manifiesto la existencia de una enorme cantidad de microorganismos no cultivables, lo que se conoce como la materia oscura del universo microbiano (sobre este tema te puede interesar esta otra entrada de microBIO).

Ahora un grupo de investigadores japoneses han descubierto que la preparación de los medios de cultivo con agar, que llevamos haciendo desde los tiempos de Koch, puede inhibir el crecimiento de muchas bacterias. En realidad es un hecho conocido que el número total de células en un cultivo no suele coincidir con las que se cuentan sobre una placa de Petri, pero hasta ahora no sabíamos la razón. Estos autores han descubierto que cuando se autoclavan juntos el fosfato y el agar para preparar un medio sólido, la cantidad de colonias bacterianas totales que se obtiene es 50 veces menor que cuando se autoclavan de forma separada. Autoclavar juntos el agar y el fosfato genera compuestos tóxicos que inhiben el crecimiento bacteriano. El análisis químico sugiere que esta inhibición del crecimiento es debida a la producción de peróxido de hidrógeno (H2O2), un agente oxidante tóxico.


Colonias de bacterias y hongos sobre una placa de Petri.

Además, secuenciaron un total de 6.528 colonias bacterias que crecían en los distintos medios. Comprobaron que en los medios con el fosfato autoclavado por separado había más de un 30% de géneros bacterianos clasificados como “no cultivables” que no crecían en los medios con fosfato y agar autoclavados juntos. Han comparado también los resultados de la secuenciación masiva de muestras ambientales con el cultivo. Como cabía esperar, observaron que la secuenciación revelaba muchos más grupos bacterianos que el cultivo: por ejemplo, mediante secuenciación directa fueron capaces de detectar 53 grupos bacterianos en muestras de suelo, pero solo 6 fueron capaces de crecer en los medios de cultivo. Esto confirma la idea de que la mayoría de los microorganismos ambientales son no cultivables.


Comparación de la proporción relativa de phyla aislados de distintas muestra ambientales (río, sedimento o suelo) crecidas en distintos medios de cultivo o mediante secuenciación directa del ADN total. En los medios PS o PW había más de un 30% de géneros bacterianos clasificados como “no cultivables” que no crecían en el medio PT. La secuenciación (454) revelaba muchos más grupos bacterianos que los cultivos. PT, medio con fosfato y agar autoclavados juntos. PS, medio con fosfato y agar autoclavados por separado. PW, medio sin fosfato. 454, pirosecuenciación directa (ver ref. 1).
Aunque ya se sabía que autoclavar juntos azúcares y fosfato o glucosa y proteínas puede generar componentes tóxicos que inhiben el crecimiento bacteriano, es la primera vez que se demuestra que autoclavar juntos el fosfato y el agar puede ser responsable de inhibir el crecimiento de muchas bacterias, que hasta ahora han sido clasificadas como “no cultivables”.
En tu próximo experimento haz la prueba, prepara el medio autoclavando por separado el agar y el fosfato, a ver qué pasa!
(1) A hidden pitfall in the preparation of agar media undermines microorganism cultivability. Tanaka T, et al. Appl Environ Microbiol. 2014. 80(24):7659-7666.

jueves, 11 de diciembre de 2014

¿Qué antibióticos no se deben de tomar con alcohol?


Fantástica esta actividad de Quinto Pilar. Aparte de chumarme aprendí que hay antibióticos que no se pueden tomar con alcohol.
Se puede tomar alcohol con la mayoría de los antibióticos excepto:

Los antibióticos del tipo cefalosporina, por ejemplo el cefotetan y la cetriaxona mezclados con alcohol te ponen muy malito. Estos antibióticos hacen que el alcohol se convierta en acetaldehido que no se degrada y se acumula en el cuerpo.

Otros antibióticos son los metronidazoles, que se usan como antibióticos y también como antiparasitarios. Causan los mismos efectos que la cefalosporina.

Otros antibióticos como el tinidazol, el linezolid y la eritromicina... pues mejor tampoco tomarlos con alcohol.

Como siempre: SEGUIR LAS RECOMENDACIONES DEL MÉDICO.

Lymelife. Una película en donde sale Borrelia burgdoferi



Lo cierto es que la película me ha encantado, y eso es algo que no puedo decir a menudo
Si se diagnostica en sus primeras etapas, la enfermedad de Lyme se puede curar con antibióticos. Sin tratamiento, pueden presentarse complicaciones que comprometan las articulaciones, el corazón y el sistema nervioso. Sin embargo, estos síntomas aún son tratables y curables.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Los 12 descubrimientos más importantes de la medicina

Hoy es la entrada número 1000 de este blog

De los 12 hitos más importantes de la medicina de todos los tiempos 5 tienen que ver con las enfermedades infecciosas. ¿Cuántos con la astronomía? cero. Es en el campo de la medicina en donde los avances en lo microscópico han ganado a los macroscópico por goleada.  Y eso que no están aquí el gran Pasteur, Koch y otros pioneros de la microbiología, que no he puesto por no abusar :)

1. Anatomía moderna. Vesalio (1514 - 1564)



Andrés Vesalio (retrato procedente de su obra Fabrica). La Fabrica de Vesalio contenía muchos dibujos extremadamente detallados de disecciones humanas, algunos de ellos en posturas alegóricas.


Andrés Vesalio (Bruselas 1514 - Zante 1564), autor de uno de los libros más influyentes sobre  , De humani corporis fabrica (Sobre la estructura del cuerpo humano). Basó sus estudios anatómicos en la observación directa, rechazando algunos errores anatómicos presentes en la obra de Galeno, por lo que es considerado el fundador de la anatomía moderna.


2. Teoría sobre la circulación de la sangre. Harvey (1578-1627) y Servet

El médico inglés William Harvey (1578-1627) desveló la anatomía del corazón y el modo en que la sangre circula por el cuerpo. Años atrás, entre 1242 y 1559, anatomistas de origen español, árabe e italiano, en forma independiente, habían comprendido en gran medida el mecanismo de circulación. El libro de Harvey, Del movimiento del corazón y de la sangre puso punto final a las ideas de Galeno. Esta obra representa el comienzo de la anatomía y la fisiología modernas, a pesar de que la escuela de medicina de esa época se reveló contra sus estudios.
Miguel Servet fue un teólogo, astrólogo y médico español nacido en 1511, Convertido al protestantismo, ejerció la medicina en Francia. Fue el descubridor del sistema de circulación sanguíneo menor, es decir el que va del corazón a los pulmones.

3. Microscopía. Antón Van Leewenhoek (1632-1723)

Anton van Leeuwenhoek fue un comerciante y científico neerlandés.
Fue el primero en realizar importantes observaciones con microscopios fabricados por él mismo. Hasta su muerte realizó numerosos descubrimientos. Introdujo mejoras en la fabricación de microscopios y fue el precursor de la biología experimental, la biología celular y la microbiología.
Replica del microscopio de Leewenhoek
 4. Vacunación. Edward Jenner (1749-1823)


Descubridor de la vacuna de la viruela, enfermedad que se había convertido en una terrible epidemia en varios continentes. La gente de su pueblo lo creía loco, porque en 1796 probó la vacuna contra la viruela en un niño con resultado favorable por lo que lo utilizó con otras personas. Publicó su primer artículo en 1798.
Ilustración satírica sobre la vacunación en donde a los recien vacunados les aparecen vacas en los brazos. Las personas creían que si se vacunaban le iban a crecer apéndices vacunos en el cuerpo y sobre eso se hizo una sátira llamada "The cow pock" (1802).
Tan solo 5 años después de la publicación de su primer artículo parte el 30 de noviembre de 1803 la Expedición Balmís que dio la vuelta al mundo y duró de 1803 hasta 1814 con el objetivo de que la vacuna de la viruela alcanzase todos los rincones del por entonces Imperio Español, ya que la alta mortandad del virus estaba ocasionando la muerte de miles de niños. Esta expedición está considerada como la primera expedición sanitaria internacional en la historia.
Recorrido de la Expedición Balmís


5. Anestesia quirúrgica. W. Long Crawford (1815-1878)

Médico y farmacéutico estadounidense principalmente reconocido por ser uno de los primeros en utilizar éter etílico como anestésico.
Administración de anestesia general a un hombre que sufrirá la amputación de la pierna derecha. El paciente ha sido previamente anestesiado


6. Antisepsis. Ignác Semmelweis (1818 – 1865)

Médico húngaro que consiguió disminuir drásticamente la tasa de mortalidad en un 70 % por sepsis puerperal (una forma de fiebre puerperal) entre las mujeres que daban a luz en su hospital mediante la recomendación a los obstetras de que se lavaran las manos con una solución de cal clorurada antes de atender los partos.
El gran escritor L.F. Celine le dedicó un libro a este pionero de la antisepsis

7. Epidemiología. John Snow (1813-1858) 


Médico inglés precursor de la epidemiología, hasta el punto de ser considerado padre de la epidemiología moderna. Demostró que el cólera era causado por el consumo de aguas contaminadas con materias fecales, al comprobar que los casos de esta enfermedad se agrupaban en las zonas donde el agua consumida estaba contaminada con heces, en la ciudad de Londres en el año de 1854. Ese año cartografió en un plano del distrito de Soho los pozos de agua, localizando como culpable el existente en Broad Street, en pleno corazón de la epidemia. Snow recomendó a la comunidad clausurar la bomba de agua, con lo que fueron disminuyendo los casos de la enfermedad. Este episodio está considerado como uno de los ejemplos más tempranos en el uso del método geográfico para la descripción de casos de una epidemia.
John Snow cartografió en un plano del distrito de Soho los pozos de agua, localizando como culpable el existente en Broad Street, en pleno corazón de la epidemia. 


8. Rayos X. Wilhelm Röntgen (1845 - 1923)

Desde que Röntgen descubrió que los rayos X permiten captar estructuras óseas, se ha desarrollado la tecnología necesaria para su uso en medicina. La radiología es la especialidad médica que emplea la radiografía como ayuda en el diagnóstico médico, en la práctica, el uso más extendido de los rayos X.
Radiografía tomada por Wilhelm Röntgen en 1896 de la mano de su esposa (se aprecia el anillo de compromiso)

 9. Cultivo de los tejidos. Ross Granville Harrison (1870-1959)


Biólogo y anatomista estadounidense, conocido por ser el primero en trabajar con éxito con cultivos de tejidos artificiales. Su descubrimiento es el primer paso hacia la tecnología de las células madre
Ross Granville Harrison fue pionero en trabajar con éxito con cultivos de tejidos artificiales

10. Capacidad aterogénica del colesterol. Nikolay Nikolaevich Anichkov (1885-1964)

Patólogo ruso que descubrió por primera vez las células del miocardio y la importancia del colesterol como agente causante de la ateroesclerosis.
File:Anichkov, Nikolay Nikolayevich.jpg
Nikolay Nikolaevich Anichkov (1885-1964) descubridor del colesterol como causante de problemas vasculares

11. Penicilina. Fleming (1881-1955)


Famoso por descubrir la enzima antimicrobiana llamada lisozima. También fue de los primeros investigadores en observar los efectos antibióticos de la penicilina obtenidos a partir del hongo Penicillium chrysogenum. En su discurso al recibir el premio Nobel tuvo la caballerosidad de reconocer que
Ernest Duchesne (31874 – 1912) un médico francés, había sido el precursor teórico de la terapia con antibióticos. 
El científico nicaragüense Clodomiro Picado Twight, ya había trabajado con penicilina para sus estudios en la investigación de tratamientos contra venenos, sus resultados además fueron publicados por la Sociedad de Biología de París en 1927, un año antes de los estudios de Flemming.
El conocimiento de estos estudios lo convierten en un precursor dell descubrimiento de la Penicilina.
  12. Descubrimiento del ADN. Avery, Mc Leod, McCarty, Watson, Crick. Karen Mullis
Trabajando con Streptococcus pneumoniae Avery y colaboradores descubrieron que los ácidos nucleicos eran los responsables del almacenamiento de la información genética. Personalmente creo que esta prueba es más importante que el descubrimiento de la doble hélice.
 El descubrimiento del ADN ha abierto la puerta a diagnósticos genéticos, producción industrial de insulina, la importancia del daño genético en la aparición del cancer, pruebas de paternidad y un largo etc.

domingo, 7 de diciembre de 2014

¿Se comprobó científicamente? pañuelos antibacterianos y antivíricos

Hay que agradecer al menos que no hayan dicho "Remueve el 99% de las bacterias".
Para que algo sea "científico" tiene que haber sido publicado en una revista acreditada y por supuesto debe de ponerse la referencia para que el que quiera pueda tener acceso a esa información. ¿Cómo se yo que lo que cuentan es verdad?.

Lo grave del asunto es que un pañuelo de papel es un pañuelo de papel y estoy seguro que los "ingredientes activos" que en esta casa le ponen al pañuelo no son en absoluto necesarios. ¿Un timo?, no porque desde luego un pañuelo impide que las bacterias y se propaguen si te suenas en ellos, o si estornudas en ellos, pero que ese 99% sea debido a que en este producto añaden "principios activos" pues la verdad, lo dudo no mucho sino muchísimo. Otro abuso más del concepto "comprobado científicamente".

sábado, 6 de diciembre de 2014

¡La suma del trabajo cotidiano bien hecho!

Todo hombre en quien anide la grandeza, la sacará a relucir no en un instante imponente, sino en la suma de su trabajo cotidiano. Beryl Markham. Al oeste con la noche



La suma del trabajo cotidiano bien hecho. Esta es la principal satisfacción del trabajo del investigador. Cuando he entrevistado a investigadores les he preguntado muchas veces cuales han sido esos momentos mágicos en los que realmente han disfrutado la ciencia. Para mi sorpresa todo las personas a las que he entrevistado me han reconocido que esos momentos son pocos, escasos, hay pocos "instantes imponentes". Un investigador llega a ser investigador cuando valora el trabajo cotidiano bien hecho y esa es su principal fuente de satisfacción.

jueves, 4 de diciembre de 2014

La evolución de las bacterias


La fragancia de las flores depende de las bacterias y los hongos que crecen en ellas


Reproduzco este artículo procedente de la Agencia Sinc. Ojo en este artículo hablan de que con antibióticos matan bacterias y hongos. Los antibióticos SOLO matan bacterias. Los hongos se matan con antifúngicos. Muchos periodistas no están al tanto de la diferencia y mezclan ambos conceptos alegremente. Es lo que tiene ser periodista, que se creen autosuficientes para traducir a sus fuentes en noticia. Por lo demás este artículo se suma a la moda de: "Vamos a tratar con antibióticos lo que sea y probar que las bacterias tienen un papel en este proceso". Durante unos años estaremos leyendo titulares de este tipo. Es lo que tienen las modas.

Aquí el artículo:

Todos recordamos la suave fragancia de lavanda. Su perfume característico lo provocan unos compuestos químicos llamados compuestos orgánicos volátiles (COV). Hasta ahora se sabía que las plantas con flores utilizaban varias vías bioquímicas para producir un amplio abanico de compuestos orgánicos volátiles que conferían a las flores su propio aroma.
Ahora, un estudio del CREAF, en colaboración con la Universidad Autónoma de Barcelona, ha descubierto que las flores huelen a algo más que a flores. Según el trabajo publicado en la revista Scientific Reports, los perfumistas del planeta (los protagonistas a la hora de elaborar los aromas florales más delicados) no son sólo las flores, sino también los microorganismos y hongos que las recubren.
Los investigadores han realizado una serie de experimentos en los que han pulverizado las flores del saúco con antibióticos de amplio espectro. En las plantas tratadas con antibióticos el contenido floral interno de compuestos volátiles y la respiración se mostraron estables, lo que demostraba que los antibióticos no causaban daños ni estrés en las plantas.
Sin embargo, la cantidad de los compuestos aromáticos emitidos por las flores, que proporcionan el olor, disminuyeron drásticamente en los casos en que se roció con antibiótico. Por otra parte, los antibióticos habían modificado también los tipos de compuestos que emitía la flor: se habían dejado de generar algunos compuestos. Así pues, en general, el bouquet de las flores de saúco era completamente diferente hasta siete días después de la pulverización con antibióticos.
Los hongos tienen la capacidad de producir compuestos aromáticos como el linalol
"Con los antibióticos, los saúcos, a pesar de seguir teniendo flores sanas no olían a saúco. Y es que los antibióticos no habían afectado a la planta, pero habían eliminado los microorganismos y hongos que viven en las flores. Se demuestra así el papel clave de hongos y bacterias en los olores y perfumes que nos regalan las flores", comenta Peñuelas.
Los autores del artículo confirman que las bacterias como los hongos tienen la capacidad de producir compuestos aromáticos como el linalol. Hay que tener en cuenta que la misma planta responde ante algunos de estos microorganismos emitiendo también compuestos químicos especiales.
Según Jaume Terradas, fundador del CREAF y catedrático emérito de Ecología de la UAB que también ha participado en el estudio, la microbiota de las flores parece tener un papel clave en la fragancia final, y esto tendría implicaciones relevantes.
Un elemento a tener en cuenta durante la polinización
Los compuestos orgánicos volátiles, al ser fragantes, permiten la comunicación química de las plantas con otros organismos. Varios tejidos de la planta, como las flores, emiten estos compuestos para llamar la atención, por ejemplo, de los polinizadores.
Ante la actual "crisis de la polinización", producida en gran parte por el descenso de insectos polinizadores pero también por la alteración de los aromas florales, estudios como este proporcionan un conocimiento muy valioso que puede aportar mejoras en este tema vital.
"Si los olores que guían estos insectos están producidas en gran parte por hongos y microorganismos, tendremos que revisar, por ejemplo, los efectos del uso de algunos antifúngicos en los cultivos, porque podrían alterar las fragancias y la futura polinización de las mismas plantaciones", concluye el investigador.

Referencia bibliográfica:
Peñuelas J, Farré-Armengol G, Llusia J, Gargallo-Garriga A, Rico L, Sardans J, Terradas J, Filella I. "Removal of floral microbiota reduces floral terpene emissions" Sci Rep. 2014 Oct 22;4:6727. doi: 10.1038/srep06727. http://www.nature.com/srep/2014/141022/srep06727/full/srep06727.html

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Las fotos de microscopía electrónica de fagos cada vez son peores

Y para botón una muestra:

Bacteriófagos aislados por el autor del blog en el río Machángara de Ecuador

Bacteriófagos aislados por el autor del blog en el río Machángara de Ecuador.

En el artículo de Hans-W. Ackerman titulado "Sad State of Phage Electron Microscopy. Please Shoot the Messenger" publicado en "Microorganisms" (2014), 2(1), 1-10, el autor, un experimentado microscopista electrónico protesta de que las fotografías de microscopía electrónica sean cada de menos calidad. Apunta a varios hechos: la generación de oro de microscopistas se están jubilando sin dejar relevo, la genómica ha ganado un reconocimiento que ha eclipsado a los estudios estructurales basados en la microscopía de transmisión, todo esto ha llevado a que las fotografías que se publican de fagos sean cada vez de peor calidad. En los años 50 a 70 del siglo pasado las fotografía de ME mostraban detalles anatómicos de los fagos como las espículas, estrías de tallo etc. Hoy en día se publican fotografías fuera de foco, mal contrastadas, pobre resolución. Es una involución de la técnica.

Estos son cuatro ejemplos que presenta el Hans-W Ackerman como ejemplos de fotografías de mala calidad. Para mi verguenza son mejores que las que tengo yo. Seguiremos mejorando la técnica.

El autor recomienda calibrar bien los microscópios electrónicos, tener muestras puras de fagos (las mías no las eran, en parte porque carezco de ultracentrífuga para hacer un gradiente de ClCs que es la técnica estandar de purificación), hacer dos tipos de tinciones: de ácido fosfotungsténico y también de acetato de uracilo. Seguiremos intentándolo

Referencia:

http://www.mdpi.com/2076-2607/2/1/1

domingo, 30 de noviembre de 2014

Las mitocondrias fueron parásitos antes de ser central energética de nuestras células


La mitocondria surgió como orgánulo hace 2000 millones de años (pensemos que la Tierra surge hace 4540 millones de años). Poco es lo que sabemos sobre la conversión de una bacteria de vida libre a un simple orgánulo celular de una célula mayor: la célula eucariota que es la célula de los animales, las plantas y los hongos.

Un nuevo estudio publicado por Martín Wu, biólogo de la Universidad de Virginia, plantea el siguiente escenario: las mitocondrias fueron bacterias parásitas y sólo se convirtieron en organismos simbióticos y por tanto beneficiosos cuando cambiaron de "chupar" el ATP a producirlo para el consorcio simbiótico. Según Martín Wu "Nosotros reconstruimos el contenido genético de los ancestros mitocondriales secuenciando el ADN de sus parientes más próximos y nuesta predicción es que eran parásitos que robaban energía en forma de ATP de sus hospedadores, que es exactamente lo contrario que hacen las mitocondrias hoy en día".

Referencia:
Zhang Wang, Martin Wu Phylogenomic Reconstrucción Indica mitocondrial antepasado fue una Energía Parásito . PLOS ONE , 2014 DOI: 10.1371 / journal.pone.0110685

sábado, 29 de noviembre de 2014

Las bacterias ayudan a que la barrera hematoencefálica funcione correctamente

Los microbios de nuestro intestino contribuyen en el mecanismo de barrera sangre-cerebro desde antes del nacimiento.
Un nuevo estudio en ratones, realizado por investigadores de Suecia, Instituto Karolinska y publicado en Science Translational Medicine 2014, muestra que nuestros microbios intestinales pueden influir en la integridad de la barrera hematoencefálica y protegernos de las sustancias nocivas.

Según los autores, los resultados proporcionan evidencia experimental de que nuestros microbios indígenas contribuyen al mecanismo que cierra la barrera sangre-cerebro antes del nacimiento. Los resultados también apoyan observaciones previas de que la microbiota intestinal puede afectar el desarrollo del cerebro y la función.

Lacking a strong blood-brain barrier, germ-free mice (left) can't prevent a radioactive tracer (yellow) from entering the brain the way that mice with microbes (middle) can. But adding microbes to germ-free mice (right) restores the blood-brain barrier.
Miklós Tóth/Karolinkska Institutet
Los ratones que carecen de una barrera hematoencefálica eficiente por estar libres de microbios (a la izquierda) dejan entrar un marcador radioactivo (amarillo), mientras que los ratones con bacterias (en el centro) no dejan pasar el marcador al tener una barrera hematoencefálica más tupida. Si a los ratones libres de bacterias se les inocula con bacterias entonces la barrera hematoencefálica se vuelve a tupir y ya no deja entrar el marcador radioactivo.

La barrera sangre-cerebro es una barrera altamente selectiva que impide la absorción de moléculas y células no deseadas.
Los investigadores llegaron a esta conclusión mediante la comparación de la integridad y el desarrollo de la barrera sangre-cerebro entre dos grupos de ratones. El primer grupo criado en un ambiente expuesto a bacterias normales y el segundo se mantuvo en un ambiente estéril.
“Hemos demostrado que la presencia de la microbiota intestinal de la madre durante el embarazo tardío bloquea el paso de anticuerpos marcados de la circulación en el parénquima cerebral del feto en crecimiento”.”Por el contrario, en los fetos de la misma edad, con madres libres de gérmenes, estos anticuerpos marcados, fácilmente cruzan la barrera hematoencefálica y entran al parénquima cerebral”.
El equipo también demostró que el aumento de la ‘permeabilidad’ de la barrera sangre-cerebro, observada en ratones libres de gérmenes de la vida temprana, se mantuvo en la edad adulta. Los mecanismos moleculares precisos quedan aún por identificar.
Las llamadas proteínas de unión estrecha, que se sabe que son importantes para la permeabilidad de la barrera hematoencefálica, tuvieron cambios estructurales según los niveles de expresión de las bacterias.

¿Deberían tomar las embarazadas o niños pequeños antibióticos o tratarse con fagos?. Si estos resultados se confirman entonces apoyarán los tratamientos antimicrobianos de espectro reducido. Tratamientos que eliminen la bacteria causante de la enfermedad pero sin eliminar la microbiota intestinal.


Referencia:

http://news.sciencemag.org/biology/2014/11/bodys-bacteria-may-keep-our-brains-healthy

viernes, 28 de noviembre de 2014

El ADN sobrevive a un vuelo por el espacio y el reingreso a la Tierra

El material genético puede sobrevivir a un vuelo por el espacio y el reingreso en la atmósfera de la Tierra, conservando la capacidad de transmitir la información genética. Un equipo de científicos de la Universidad de Zurich ha obtenido estos asombrosos resultados durante un experimento en la misión de investigación a bordo de cohetes Texus-49.
Aplicada a la capa exterior de la sección de carga de un cohete mediante pipetas, pequeñas moléculas de ADN de doble cadena volaron al espacio desde la Tierra y regresaron. Tras el lanzamiento, el vuelo espacial, el reingreso en la atmósfera y el aterrizaje de la Tierra, las denominadas moléculas de ADN plásmido fueron encontradas en todos los puntos de muestra en el cohete de la misión Texus-49.
Y esta no fue la única sorpresa. En su mayor parte, el ADN recuperado estaba incluso en condiciones de transferir información genética a las células del tejido conectivo y bacterianas. «Este estudio proporciona evidencia experimental de que la información genética del ADN es esencialmente capaz de sobrevivir a las condiciones extremas del espacio y de la re-entrada en la densa atmósfera de la Tierra», dice el responsable del estudio, el profesor Oliver Ullrich, de la Universidad de Zurich Instituto de Anatomía.
El experimento llamado DARE (DNA atmospheric re-entry experiment) es el resultado de una idea espontánea. Los científicos de la Universidad de Zurich Cora Thiel y el profesor Ullrich estaban llevando a cabo experimentos con la misión la Texus-49, para estudiar el papel de la gravedad en la regulación de la expresión génica en células humanas por medio de hardware con control remoto-interior en la carga útil del cohete. Durante los preparativos de la misión, comenzaron a preguntarse si la estructura exterior del cohete podría también ser adecuada para pruebas de estabilidad sobre firmas biológicas. «Las biofirmas son moléculas que prueban la existencia de vida pasada o presente extraterrestre», explica Thiel. Y así, los dos investigadores lanzaron un una pequeña segunda misión en la estación de cohetes europea Esrange en Kiruna, al norte del Círculo Polar Ártico.
El experimento adicional rápidamente concebido originalmente iba a ser un pre-test para comprobar la estabilidad de los biomarcadores durante un vuelo espacial y reingreso a la atmósfera. Thiel no esperaba los resultados que produjo: «Nos sorprendimos al encontrar ADN intacto y funcionalmente activo.» El estudio revela que la información genética del ADN esencialmente puede soportar las condiciones más extremas. Varios científicos creen que el ADN, sin duda, nos podría llegar desde el espacio exterior y que la Tierra no está aislada: todos los días golpean nuestro planeta unas cien toneladas de material extraterrestre hecho de polvo y meteoritos.
Esta extraordinaria estabilidad del ADN en condiciones espaciales necesita un factor en la interpretación de resultados en la búsqueda de vida extraterrestre: «Los resultados muestran que de ningún modo es improbable que, a pesar de todas las precauciones de seguridad, las naves espaciales podrían transportar ADN terrestre al sitio de aterrizaje. Tenemos que tener esto bajo control en la búsqueda de vida extraterrestre», destaca Ullrich.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Política científica ridícula en países totalitarios

La ciencia sólo se puede dar en sociedades democráticas y liberales (ojo, hablo del viejo liberalismo) en donde el estado no dicte consignas e imponga mecanismos de control regidos por burócratas. Cuando la ciencia se da en sociedades totalitarias y burocratizadas se pueden dar situaciones como las que se relatan en esta artículo publicado por Javier Yanes en El País. Fijaos como "La ciencia siempre paga", este bioquímico en los ochenta no tenía reactivos así que aprovechó para pensar y consiguió un trabajo crucial para el avance de la ciencia en el campo del plegamiento de las proteínas



Gunter Fischer, a la entrada al Instituto de Bioquímica de la Universidad de Halle, en 1989.

Que un científico domine el inglés es hoy de obligado cumplimiento. Y que un alemán hable este idioma parece lo más natural. Pero cuando se trata de un científico de la RDA que ha vivido la mayor parte de su vida al otro lado del Telón de Acero, se adivina que él, como otros colegas suyos de la Europa del este, tuvo que añadir un reto extra al esfuerzo investigador: el de aprender una lengua que, en su tiempo y en su país, era el idioma del enemigo, pero también el de la ciencia mundial.
Es quizá por eso que el bioquímico Günter Fischer (Altenburgo, Turingia, 1943) rebusca tranquilo sus palabras desde el otro lado de la línea telefónica en su despacho de la Unidad de Enzimología de Plegamiento de Proteínas del Max Planck, que ha dirigido hasta su jubilación en 2011. Ahora su retiro, más teórico que real, le permite un cierto sosiego. “Sigo trabajando; por suerte, en el Max Planck te dejan hacerlo más allá de los 65 años, pero más relajado”, confiesa el investigador, que en la década de 1980 descubrió las primeras enzimas implicadas en el plegamiento de las proteínas.
La reunificación alemana fue muy exitosa para la ciencia”, reflexiona el bioquímico
Nacido en plena guerra mundial, antes de la caída del nazismo, a Fischer le tocó vivir de totalitarismo en totalitarismo, de la esvástica al compás, el martillo y el anillo de espigas. “Después de la guerra, los primeros 15 años fueron muy duros, con restricciones en la distribución de alimentos”, recuerda. El joven Fischer se trasladó a Halle, a unos 90 kilómetros de Altenburgo, para estudiar química en la Universidad Martín Lutero de Halle-Wittenberg, una de las más veteranas de Alemania. Esta ciudad de Sajonia-Anhalt acoge además una institución que presume de ser la sociedad científica más antigua del mundo: la Leopoldina, hoy Academia Nacional de Ciencias de Alemania.

Una isla de tolerancia

La Leopoldina sería crucial en la carrera científica de Fischer desde que era un joven universitario, en la década de 1960. En una ocasión, cinco premios Nobel visitaron la academia y solicitaron un almuerzo con un grupo de jóvenes estudiantes. Fischer logró ser uno de ellos. “Comimos en un restaurante de Halle, cinco premios Nobel y unos diez estudiantes, y aquello fue genial; fue determinante para mi vida científica”, relata.
Pero la Leopoldina era una extraña isla de tolerancia que gozaba de un privilegio especial. Esta academia, de la que el régimen de Adolf Hitler había expulsado a los científicos judíos incluido un tal Albert Einstein, quedó en Alemania Oriental después de la guerra, pero se mantuvo como una institución libre y resistió a las presiones de nacionalización del gobierno. “Era la última organización común del este y el oeste”, resume Fischer. “El presidente estaba en Halle, el vicepresidente en Gotinga (Alemania Occidental) y sus miembros eran de todo el mundo, así que tenían el privilegio único de invitar a científicos occidentales a dar conferencias, lo que me dio la oportunidad de conocerlos y hablar con ellos”.
Un 30% de los científicos contratados eran informadores de la Stasi, según Fischer
La situación era muy diferente en la Universidad donde Fischer trataba de conseguir un doctorado, y donde encontró un obstáculo en el camino que no tenía nada que ver con sus aptitudes como científico. “Era muy difícil hacer un doctorado si no eras miembro del Partido Comunista. Trataron de alistarme, pero me negué”. Por suerte, el joven contó con la ayuda de un catedrático de bioquímica que le abrió las puertas. En 1971, ya con su doctorado y un puesto de ayudante en el Instituto de Bioquímica de la Universidad, Fischer trataba de investigar, pero la presión política no era el único impedimento. “En los setenta la situación no era tan mala, pero en los ochenta empeoró por la falta de fondos. No podíamos conseguir materiales de los países occidentales ni podíamos reparar los equipos”. Con esta carencia de recursos, lo que un bioquímico podía hacer no era mucho, salvo una cosa: “Pensar”. “Nadie me preguntaba a qué me dedicaba, así que tenía tiempo para pensar”.
Los pensamientos de Fischer se dirigieron hacia el campo del plegamiento de las proteínas, en el que por entonces reinaba el llamado Dogma de Anfinsen, establecido por el bioquímico estadounidense y ganador del premio Nobel Christian B. Anfinsen. El dogma establecía que el plegamiento de una proteína en su conformación espacial era algo exclusivamente determinado por la secuencia de aminoácidos, y que por lo tanto era un proceso espontáneo que no requería de ninguna ayuda externa. Fischer lo puso en duda. “Ideé experimentos muy simples con lo poco que tenía y los resultados sugerían que podía haber una biocatálisis”. Es decir, un factor celular que facilitaba y aceleraba el proceso de plegamiento: una enzima plegadora, o foldasa (del inglés fold, plegar). “Nadie lo había ensayado y en 1984 yo lo encontré”, apunta el investigador.

Colaboración clandestina

Con su flamante descubrimiento, Fischer trató de hacer lo que todos los científicos, publicarlo en una revista internacional de primera fila. Pero aquello era la República Democrática Alemana. “Estaba prohibido publicar resultados en revistas internacionales como Nature o European Journal of Biochemistry, y aún peor si eran revistas de Alemania Occidental”, recuerda. Por entonces, todo científico que pretendiera publicar debía solicitar aprobación a la Oficina de Relaciones Internacionales, propia de la Universidad y dependiente de la Stasi, el servicio de inteligencia. “Ellos podían concederte el permiso o no, pero no estaban obligados a darte ninguna razón de ello”. Esta oficina se encargaba además de filtrar la correspondencia. “Si escribías a un científico de Alemania Occidental, debías darle la carta a ellos, que la enviaban o no, pero nunca te informaban. Si no recibías respuesta, era posible que la hubiera y que no te la hicieran llegar, o bien que nunca hubieran enviado tu carta”. La presión política era intensa y además había profesores que actuaban como informadores o “espías internos”. Y era sabido que Fischer no simpatizaba con el régimen.
En los setenta la situación no era tan mala, pero en los ochenta empeoró por la falta de fondos. No podíamos conseguir materiales ni reparar los equipos”, lamenta
Naturalmente, rechazaron su petición para publicar en el extranjero, por lo que el científico debió conformarse con divulgar sus importantes resultados en una revista de Alemania Oriental y en el idioma de su país. “Nadie lo leyó, excepto gente de la Leopoldina”. Por suerte, entre ellos se contaba un investigador muy influyente en el campo del plegamiento de proteínas, Rainer Jaenicke, de Ratisbona (Alemania Occidental). Jaenicke le puso en contacto con un colaborador suyo, Franz Schmid, de Bayreuth, y aquel encuentro fue providencial. En 1985, Fischer logró invitar a Schmid a su universidad y así arrancó una colaboración clandestina que culminaría con el envío de un estudio a Nature, algo que Schmid pudo hacer desde Bayreuth. “No pedí permiso; asumí un gran riesgo personal”, valora Fischer. Pero mereció la pena: en 1987, la revista británica publicaba el trabajo de los investigadores.
Respecto a los motivos por los que la Oficina de Relaciones Internacionales de la Universidad de Halle no advirtió la publicación, Fischer no puede sino especular: “Probablemente en esa época tenían otros problemas, y de todos modos era impensable que alguien pudiera ser tan tozudo y asumir ese riesgo”. Tal vez, apunta el bioquímico, ayudó a que su estudio pasara inadvertido el hecho de que en la fecha de publicación él se encontraba destinado en Berlín, en un proyecto de la industria farmacéutica. En cuanto a su supervisor en Halle, el que le había abierto las puertas a la investigación, Fischer ríe al recordar su respuesta cuando le informó de su intención de publicar en Nature: “Me dijo: 'Bien, tú me dices lo que vas a hacer, pero yo no he oído nada”.

“¡El muro ha caído!”

Fischer y Schmid repitieron publicación en Nature dos años después, en 1989, y en esta ocasión el riesgo fue aún mayor debido a un detalle sin ninguna importancia científica, pero sí de mucho calado político en la Alemania Oriental de entonces: “La Unión Soviética trataba de hacer de Berlín una unidad política separada; decían que Berlín Occidental no pertenecía a la República Federal de Alemania. Así que nosotros enviamos la información sobre los autores a Nature detallando que una colaboradora, Brigitte Wiettmann-Liebold, trabajaba en Berlín Occidental. Pero en la redacción de Nature escribieron: Berlín, República Federal de Alemania”. Aquello podía ser interpretado por las autoridades germanoorientales como una provocación. “Era muy peligroso para mí porque era contrario a la visión política oficial”, expone Fischer.
Después de dar una conferencia, de repente alguien entró y gritó: ¡El muro ha caído!”, recuerda. No imaginó que llegara a suceder
Por fortuna, aquel mismo año ocurrió algo que el propio científico, reconoce, jamás imaginó que llegaría a suceder. Fischer lo narra así: “En octubre de 1989 conseguí un permiso para viajar con Schmid a Ulm, en Alemania Occidental, para dar una conferencia. Era el 9 de noviembre. Después del acto estábamos en un restaurante, cuando de repente alguien entró y gritó: ¡El muro ha caído!”.
“Nunca pensé en escapar de Alemania Oriental”, rememora Fischer. “Tenía a mis padres, a mi mujer y a mis hijos. Era imposible planear una huida”. Pero desde aquel 9 de noviembre, todo comenzó a cambiar. “La reunificación alemana fue muy exitosa para la ciencia”, reflexiona el bioquímico. “En el campo científico no sufrimos los problemas que el proceso trajo para la industria y la sociedad. Los científicos, también los del este, pudieron trabajar, comprar materiales, equipos... Excepto, claro, los espías de la Stasi, que fueron despedidos. Eran un 30% del total”. En 1992, Fischer se trasladó a la Sociedad Max Planck, el equivalente del CSIC en Alemania. Ahora, desde su retiro, recuerda con emoción los tiempos difíciles. “Llegué a aceptar que no podría hacer carrera. Me habían dicho directamente: puedes trabajar, trabajar y trabajar, pero si no eres miembro del partido, jamás te ascenderemos. Y pensé que siempre sería así”. Luchó durante décadas oponiendo la razón a la sinrazón, pero ni siquiera presume de sus méritos: “A veces la vida te sorprende con grandes oportunidades de cambio que no esperas. Fui muy afortunado”.