miércoles, 18 de enero de 2012
Conectando puntos
Merece la pena ver este vídeo de Steve Jobs. En el se encuentra un punto en común con el único ejemplo de self-made man que conozco y que vive aquí en la ciudad donde resido actualmente: Amancio Ortega. Cuentan de Ortega que una vez yendo con su madre de compras el tendero no le quiso fiar porque la señora ya debía una cantidad considerable en la tienda. El niño fue consciente de que puedes estar totalmente expuesto en la vida si no tiene dinero. Supongo que Steve Jobs llegó bastante joven a esa conclusión a raiz de lo que cuenta en el vídeo. Este tipo de experiencias tempranas te explican claramente que en cada paso que se da tiene que haber una ganancia. Decidir que quieres ganar o que quieres perder es algo que se decide y a lo que se aprende. Hay quienes habiendo aprendido a perder han encontrado su sitio en la vida. Lo mismo que ha ganar. Se puede hacer de ganar una profesión, pero ganar no significa nada en si mismo. Esto ya lo expuso Orson Welles en "Ciudadano Kane": la vida de un niño al que le enseñan a ganar, y gana, gana mucho pero nunca encuentra satisfacción en ello porque su satisfacción era simplemente disfrutar de su trineo, y de esa fue apartado.
Lo importante de aprender esta lección cuando eres pequeño es que es una lección válida porque explica una de las más importantes reglas del juego. Si sabes esta regla puedes jugar con mayores probabilidades de tener éxito. ¿Por qué no se la enseñamos a nuestros hijos? ¿Para apartarlos de la angustia y la neurosis que ello conlleva?.
Es gracioso que Jobs les diga a esos estudiantes cuyas familias han pagado una pasta que no han aprendido nada sino han aprendido aquellas lecciones que él no aprendió en la universidad: no perder de vista el dinero, no perder de vista la creatividad, la confianza en uno mismo, la importancia de no malgastar el tiempo, el que realmente te puedes morir y que ese es el único fracaso. Una lección que no se explica en las universidades.
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