Como parte de la asignaturas de Bioquímica I y Biología Celular los alumnos han tenido que leer el libro de Paul Kruif "Cazadores de microbios" y hacer un resumen. Algunos de los trabajos eran plagio de otros trabajos que están en repositorios en internet. El de Manuela Saenz es original y de gran calidad. Por eso lo reproduzco:
CAPÍTULO I
Antonio Leeuwenhoek
Antonio Leeuwenhoek
fue el primer cazador de microbios. Dio inicio a una gran investigación.
Probablemente de no haber sido por este hombre obstinado, no muy culto e
inclusive corriente, la ruta de descubrimientos que desencadenó no sería la
misma. Atrapado en una época en la que el “conocimiento” estaba limitado a ser
un “hecho” indiscutible, pero no comprobado.
Antonio van
Leeuwenhoek nació en 1632 en Delft, Holanda. Estudió para ser funcionario
público gracias al impulso de su madre, pero Antonio decidió retirarse a los 16
años. Durante los próximos 6 años se dedicaría a trabajar en una tienda de
Ámsterdam, de modo que no fue a la universidad. Cuando cumplió 21 regresó a
Delft. Mientras que en él crecía una curiosidad y afición por tallar lentes. No
obstante se desconoce de su vida entre sus 20 a 40 años. Por el mismo hecho de
su falta de educación e ignorancia se mantuvo alejado de las hipótesis y
teorías que se mantenían en esa época respecto a la ciencia, en sus inicios. De
modo que Leeuwenhoek opto por observar e interpretar lo que veía. Con el afán
de cultivar su nueva afición, aprendió a fabricar lentes, que poco a poco
perfecciono, llegando a ser los mejores.
Leeuwenhoek pasó horas y horas observando
objetos bajo sus lentes, muchos lo tildaron de chiflado. Pero su interés y
asombro al comprobar la potencia de los mismos fue mayor que cualquier
comentario mal sano. Un día decide analizar el agua lluvia y se encuentra con
unos “bichitos” como el los llamaba, que
le causaban nauseas. Sin salir del asombro quería saber más sobre aquellas
criaturitas, así que continúo con sus interminables observaciones y
experimentos. Empezó a realizar cultivos y decidió informar a la Real Sociedad
sobre su descubrimiento; algunos miembros se burlaron y unos cuantos lo tomaron
enserio. En respuesta a su carta recibió una petición para explicar a aquellos
señores de Londres la realización de su microscopio. A lo que él respondió con
un sinnúmero de cálculos. La Real Sociedad o nombró miembro, tras observar con
sus ojos los animalillos antes descritos, continuó enviando sus observaciones.
El tiempo había
pasado y Antonio Leeuwenhoek tenía 50 años cuando descubrió que los mismos
bichos en los dientes, en el intestino de las vacas. Además descubrió los
espermatozoides y refutó toda clase se supersticiones.
En 1723, a los 90
años murió y dejo unas cartas para enviar a la Real Sociedad.
CAPÍTULO II
Lazzaro Spallanzani
Los microbios nacen de microbios
Lazzaro Spallanzani
nació en Scandiano, Italia en 1729. Era un niño extraño que experimentaba con
su entorno para descubrir.
Spallanzini un niño
pequeño un tanto raro, que hacia experimento crueles con insectos para entender
cómo funcionaba la naturaleza. Quizá era un niño demasiado curioso, tanto como
para aprender de ella, lo que fuese que el descubriera.
Tras la muerte de
Antonio Leeuwenhoek, este curioso niño se convirtió en adulto reprimido de
alguna manera, ya que su padre lo obligo a seguir leyes, aunque él sentía indiscutiblemente
ser un hombre de ciencia. En sus tiempos libres se dedicó a estudiar griego,
francés y lógica; mientras que en las vacaciones observaba la naturaleza con
admiración.
Entonces un día
conoció a Vaillisnieri, un respetable hombre de ciencia, quien ratifico que
Lazzaro Spallazini nació para ser un hombre de ciencia; de modo que Vaillisnieri
convenció al padre para que le permitiera seguir su sueño. El joven Spallazini
entró a la universidad de Reggio y empezó su carrera en ciencias.
Ahora la gente tenía
cierta tolerancia el poner en tela de duda las supersticiones de la época.
Spallazini se ordenó
sacerdote católico, a los treinta fue nombrado profesor, profesión que lo llevo
a tratar con los animalillos descubiertos por Leeuwenhoek, los mismos que estaban
bajo muchos cuestionamientos que el difunto no logró aclarar. Pero uno de los
cuestionamientos que más pesaba sobre estos animalitos era:¿Nacen de la nada o
necesitan progenitores?
Aunque Spallazini
tenía algunas ideas exaltadas sobre la generación espontánea, simplemente no
podía decirlas al azar.
Tras largas horas de
análisis se encontró con un libro escrito por Redi. En el que explicaba que la
vida solo puede surgir de la vida.
Lazzaro Spallanzani
motivado con la posibilidad de la generación espontánea empezó a realizar sus
propios cultivos de bichejos.
Casi simultáneamente
Needham probaba su teoría con el caldo de carnero “demostrando” que los
animalillos procedían del caldo. Y por ende que la vida puede surgir
espontáneamente de la materia muerta.
Spallazini solo
fruncía el ceño al escuchar tal patraña así que decide repetir el experimento
de Needham pero con redomas de cuello estrecho demostrando que lo que decía
Needham era erróneo.
CAPÍTULO III
Louis Pasteur
Los microbios son una amenaza
Tras la muerte de
Spallazini en 1831 las investigaciones y cuestionamientos sobre los bichos se
vieron estancadas. El ritmo de vida de las personas se vio facilitada por sus
propios inventos como el telégrafo y la máquina de vapor. Cuando no se veía ni
un poco cercana la idea de que estos microbios descubiertos por Leeuwenhoek
fueran capaces de matar misteriosa y desprevenidamente a cualquiera. Pasteur a
sus nueve años de edad presencio los gritos horrorizados del Labrador Nicol que
había sido mordido por un lobo rabioso. En el transcurso de varias semanas habían
fallecido ocho personas. Pasteur al ser un niño se preguntaba porque morían las
personas al ser atacadas por un lobo, pero al no encontrar respuesta aparente.
Decidió preguntar a su padre que fue un sargento. Él solo se podía preguntar
porque la gente moría por la mordedura de un lobo rabioso. Pero su padre lo
único que tenía claro era que la gente podía morir por balas entonces le dijo
que quizá era la voluntad de Dios.
Por sus destacadas
calificaciones fue una especie de profesor, de hecho era el estudiante más
joven en el colegio Arbois. Más tarde asistió a la Escuela Normal de Paris,
aunque la nostalgia lo obligo a regresar a casa y dejar sus estudios. Al año
siguiente regreso a Paris pero esta vez sí llegaría a ser un gran químico.
Dos investigadores de
la época; Cagniard de la Tour (francés) y un alemán, empezaron a investigar a
los microbios.
Cuando tenía veinte y
seis años descubrió que existían cuatro clases de ácido tartárico que en la
naturaleza hay una gran variedad de compuestos. Por lo mismo que recibió
felicitaciones fue nombrado profesor de
Estamburgo.
Obtuvo nupcias con la
hija del decano de la facultad. Y continuó con su trabajo. Primero intentó
cambias la química de los seres vivos, también experimentó con plantas y trató
de alterar las especies.
Ideo un medio e
cultivo de blastocitos y dijo q eran los culpables de las malas fermentaciones,
que eran capaces de transformar el azúcar en ácido láctico. Tachándolos de ser
la causa de las malas fermentaciones. Aunque quería transformar el azúcar en
alcohol.
Tras varios
experimentos descubrió un fermento nuevo, un pequeño animal con propiedades de
transformar el azúcar en ácido butírico. También dijo que estos animales podían
moverse y realizar cualquier función y que
el aire los mataba.
Pasteur tampoco creía
que los microbios pudieran nacer de la materia inerte, realizo un experimento
con matraces de cuello de cisne. Así que empezó una serie de travesías por el
mundo, descubrió que a mayor altura el aire era menos contaminado por partículas
de polvo. De modo que el número de microbios era menor.
Ahora tenía como
objetivo demostrar a Francia como podría ahorrar mucho dinero a la industria.
Demostrando que los fermentos que transformaban el mosto en vino, el culpable
de que los vinos fueran inservibles era otra especie microbiana y una
totalmente diferente presente en los vinos agrarios.
CAPÍTULO IV
Roberto Koch
El paladín contra la muerte
Entre 1860 y 1870
mientras Pasteur dedicaba sus esfuerzos a la industria del vinagre y su latente
problema con su producto. Un destacado estudiante alemán de la universidad de
Gotinga cursaba la carrera de medicina. Este joven soñaba en ser un explorador
o quizá un médico militar con la ilusión de viajar y conocer muchos lugares
nuevos.
Al finalizar sus
estudios realizó sus prácticas en el internado de Hamburgo, cosa que por demás
le parecía poco interesante. Mientras que en las calles se divulgaban las
palabras de Pasteur, ya que afirmaba que aquellos seres diminutos eran unos
terribles microbios asesinos. Pero muy difícilmente Roberto lograba escuchar
este tipo de cosas ya que él se encontraba totalmente enfocado en aquellos
pacientes psiquiátricos.
Se casó con Emma
Franz con la condición de olvidar esas ideas locas de vivir viajando, de
aventura en aventura. Koch se sentía muy inquieto por esta situación ya que él
deseaba algo más emocionante en su vida. Hasta que un día llegó a Wollstein ya
que celebraba su aniversario número veinte junto a Emma, la misma que le
obsequio un microscopio.
Este microscopio es
de suma importancia en la historia ya que de no haber sido así...
A Roberto Koch no le desagradaba la idea de salvar a los
niños y a la gente de la terrible difteria sino que le molestaba de sobremanera
el hecho de ni siquiera entender de qué quería curar a las personas que
recurrían a él. En el aquel momento prácticamente se había convertido en un
precursor de la explicación a las enfermedades.
Para 1873 los médicos
aun no tenían una explicación del todo clara y sobre todo comprobada sobre el
origen de las enfermedades quizá sabían lo mismo que las demás personas que
carecían del conocimiento médico q ellos “poseían”. Aunque Pasteur afirmó que
pronto se descubriría que aquellos microbios eran la causa oculta de lo
tuberculosis y muchas otras enfermedades.
Al parecer los
médicos luchaban en contra de la “palabrería de Pasteur”.
El carbunco era un
enfermedad que afectaba a cualquiera de hecho podía atacar a un animal como a
una persona. Era una plaga ineludible.
Mientras que dividía
su tiempo en sus propios cuestionamientos y experimentos sufría del ajetreo
propio de un médico. De modo que sabía aprovechar muy bien sus tiempos libres.
Así que tomo varias muestras de un una vaca muerta por carbunco, llegando a ver
en el microscopio unos blastocitos cortos y poco numerosos.
Decidió experimentar
con ratones infectándolos con una astilla empapada con sangre de otro animal
infectado. Al día siguiente lo encontró tieso y con una coloración azulada. Había
conseguido infectar al ratón. Y ahora su gran curiosidad era ver como se
desarrollaban los blastocitos. Con firmes intensiones de crear su propio
cultivo de los mismos.
Elevo el nivel de sus
investigaciones y experimentos así que decidió buscar cuerpos humanos de
personas ya fallecidas de tuberculosis y hacer algunas observaciones. Un día de
1882 dio por concluidas sus investigaciones diciendo que la enfermedad podía
ser causada dentro del cuerpo humano por las aguas contaminadas.
CAPÍTULO V
Pasteur y el perro rabioso
La fiebre puercal era
una enfermedad de la época, la misma que se daba en mujeres embarazadas a días
de entrar en labor de parto. Esta fiebre era sumamente letal aunque Pasteur
creía que los únicos culpables de la muerte de todas estas mujeres eran los
médicos. Pues decía el haber descubierto aquel microorganismo. Y así fue como
empezó a experimentar en animales específicamente en vacas con la teoría de que
si les inyectaba con tuberculosis en pequeñas dosis a medida de que pasaba el
tiempo, si la vaca sobrevivía, se convertiría en una vaca inmune a la
enfermedad con la que intencionalmente había sido infectada. Luego experimento
con gallinas (en 1880) de la misma manera que con las vacas. Todo fue
comprobado porque mediante pasaban los días ni las vacas ni las gallinas
murieron infectadas.
Sus experimentos
fueron publicados en la Academia de la Ciencia. Decidió dar por concluida su
investigación con un último experimento entonces así fue como el 31 de mayo
contaba con 48 ovejas, 2 cabras y algunas vacas se comprobó la teoría de
Pasteur. Estos animales fueron vacunados y ninguno murió.
Al finalizar ese año
lleno se fructíferos experimentos. Decidió experimentar con un perro rabioso
encerrándolo en una jaula con algunos perros sanos para que este los
contagiara. Aunque cuatro perros fueron inyectados con la enfermedad de los
cuales a la mañana siguiente encontraron a dos de ellos sin vida. Por su parte
los dos perros que sobrevivieron se recuperaron en unos meses.
A su consultorio
llega una madre con su hijo casi nauseabundo con mordeduras de perro en catorce
lugares distintos. Todas las mordeduras fueron causadas por un perro rabioso.
El niño de nueve años sería el primer experimento en humanos. Pasteur llamo a
dos de sus amigos médicos esa misma tarde empezaron con el experimento. Al
transcurrir el tiempo el niño mejoró hasta su recuperación total.
Pasteur falleció en
1895, fue un gran hombre de ciencia ya que salvo miles de vidas.
CAPÍTULO VI
Roux y Bering
Un discípulo y
ayudante de Pasteur llamado Emilio Roux. En compañía de Berin discípulo de Koch
jugarían un papel fundamental en el descubrimiento de la toxina diftérica.
Roux encontró el
bacilo que probaba la enfermedad, muy peligrosa y muy mortal era capaz de
propagarse a través de gotas muy pequeñas que era distribuida como volantes en
la calle por medio de estornudos también con la tos. Mientras que Emilio descubrió la “kriptonita
de la difteria”. Obteniendo la teoría del bacilo que votaba veneno en la
sustancia cultivada. Casi forzando a construir una membrana en la garganta. Esta
enfermedad desgarraba los tejidos. Trataron de debilitar a la enfermedad con
una antitoxina construida de bacilos se afteina.
De modo que la toxina
diftérica y tricloruro de sodio formaban una sustancia antidiftérica, era
inyectable. Una especie de vacuna para salvar vidas.
CAPÍTULO VII
Elias Metchnikoff
Los solícitos fagocitos
Un ruso indio, que
nació en el sur de Rusia (1845). Fue
estudiante de Krarkoff, muy interesado en el descubrimiento y la ciencia. Fue
allí en donde vio por primera vez un microscopio. Para sus veinte años tenía
varios trabajos científicos, lo suficientemente buenos para ser publicados en
revistas científicas.
Estudio la digestión
de alimentos en estrellas de mar y esponjas. Dijo que estos poseían células
errantes capaces de perjudicar a seres microscópicos llamado fagocitosis.
Definiéndolo como inmune al ataque de bacterias. Que tenían una especie de
sistema eficaz e inmune.
Experimento en monos
con la enfermedad llamada sífilis y logro curarlos con ayuda de Roux.
Metchnikoff estuvo
ausente durante veinte años y murió a los setenta y un años de edad.
CAPÍTULO VIII
Theobald Smith
Theobald Smith fue un
hombre de gran temple que dio un gran impulso a la humanidad. Él fue el
encargado de dar una exposición magistral de como el ganado propio del sur al
ser transportado al norte (y viceversa) contraía fiebre de tejas hasta que
finalmente muere. Y como era posible que los del norte podían contagiar a los
del sur.
Smith era bachiller
en filosofía, también médico. Pero para el no era suficiente poder diagnosticar
la enfermedad; él quería dar una cura a la misma.
Junto a si colega y
amigo Kilborne experimentaron con una vaca completamente sana colocándole garrapatas
del norte de carolina para comprobar o desechar la idea de que era la causante
de la muerte del ganado. Tras el paso del tiempo la vacuna recayó y le realizo
una muestra de sangre a la vaca, al hacerlo descubrió que la sangre de la misma
era de una consistencia viscosa y tenía otro color diferente al normal.
Llego a concluir que
las garrapatas no eran las causantes de la enfermedad y muerte, el causante era
el huevecillo de la garrapata, que al incrustarse en la vaca mataban la misma.
CAPÍTULO IX
David Bruce
David Bruce un hombre
muy inteligente y entusiasta, con grandes ideas revolucionarias creía que
África sería un lugar grandioso para hacer experimentos.
Estudio en la escuela
de Edimburgo y al finalizar se enlisto en el servicio militar. Aunque como
militar no era el mejor, ni el más premiado o alguno de los soldados
sobresalientes. Simplemente carecía de tacto hasta que su seño se cumplió. Lo
mandaron a África específicamente a Zululandia como un investigador, a
recolectar información de la nagana o espíritu reprimido, enfermedad causada
por el mosquito tse tse.
También se halló con
una enfermedad que a sus víctimas morían al dormir, la llamaron la enfermedad
del sueño; también causada por la misma mosca.
Al fin y al cabo
nunca encontró la respuesta a sus cuestionamientos. Prácticamente murió
buscándolas.
CAPÍTULO X
Ross contra Grassi
El paludismo
Ronald Ross junto con
Battista Grassi ambos investigadores. Cerca del año 1899 se había descubierto
que esta enfermedad era causada por un mosquito.
Ronald Ross oficial
de servicio médico en la India. Battista Graci un italiano conocedor de
insectos y otros vivos. Ros sostenía la idea de que el paludismo era causado
por una picadura. Tras realizar varios experimentos dijo que el mosquito era
los portadores y en el momento de la picadura el mosquito absorbía la sangre y
dejaba el virus dentro de nuestros cuerpos.
Y así fue como Ross
ganó el premio nobel por haber descubierto el proceso de transición del
paludismo. Recibió tantas ovaciones que se convirtió en el cenador de Italia.
CAPÍTULO XI
Walter Reed
El interés de la ciencia por la humanidad
Walter Reed fue un
soldado con gran constancia y disciplina. Investigó sobre la fiebre amarilla,
ahí y fue en donde trabajó. El mismo que recibió órdenes estrictas de buscar
información y que entrevistase al que fuera necesario. Por lo que estuvo un
tiempo en Cuba, en donde conoció a Lazear, un médico un tanto desanimado.
Una vez que el médico
dijo que todo era causa de la picadura de un mosquito, este soldado informo a
sus superiores.
Entre tantos
experimentos Lazear murió picado por este mosquito. Cinco años más tarde
Carroll murió.
CAPÍTULO XII
Pablo Ehrlich
La bala mágica
En 1864 nació Pablo Ehrlich
en Silencia. Empezó a preguntarse cómo podría destruir a estos microorganismos.
Por esto lo llamaban el doctor falseo. En fin el decidió que era posible así
que empezó a experimentar.
Pasó por tres
universidades en la carrera de medicina en las que no mostro ningún interés.
Experimento con
ratones y encontró el compuesto 606 la que elimana el tripanosoma totalmente.
Aunque al probar en seres humanos solo existían dos opciones; la primera
curarte y la segunda morir intentándolo.
Pablo Ehrlich muro en 1910.
Bibliografía