Las investigaciones en
humanos han descubierto que la flora intestinal humana tiene entre un
3 y un 5% de Akkermansia muciniphila. Al vivir en la mucosa
intestinal e interactuar hormonalmente con ella, se descubrió que
eran capaces de equilibrar los niveles de insulina en sangre. De esta manera,
Akkermansia controla la cantidad de nutrientes que pueden absorber las vellosidades
intestinales.
Supongo que no tardarán en aparecer negocios que se presten a comprobar si tenemos esta benéfica bacteria en nuestro intestino y a ofrecernos transplantes con heces equilibradas para reestablecer nuestro "equilibrio" intestinal.
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