Escribo para mí, para recordar algunas ideas que me interesan. Con el tiempo he descubierto que existe más o menos un nexo común en esas ideas. Aviso: Este blog no es un consultorio de salud.
Un amigo psicólogo lee la noticia: La resistencia a antibióticos se duplicará en 20 años, y se acordó de mi. Las noticias de calamidades no cuentan que uno de los factores de este problema es que, en nuestro sistema económico, las calamidades generan beneficio, y por tanto convienen. El escritor Phillip K. Dick ya intuyó en una de sus obras esta paradoja.
En el Decámeron, Bocaccio,
ya hablaba de la imposibilidad de escapar de la peste en 1353.
Pandemias víricas, bacterias resistentes a los antibióticos, pérdidas de
ganado por enfermedades contagiosas... son problemas que deben tratarse
de manera multidisciplinar. Pero quizás haya quien con estos problemas
esté ganando dinero. Si es así, estas personas y estos intereses
deberían ser considerados también parte del problema.
De los cuatro Jinetes de la Apocalisis, el cuarto representa a la peste, es decir, las pandemias capaces de segar las vidas de una tercera parte de la población. Las enfermedades infecciosas siempre han estado en el imaginario humano
El concepto One Health es una estrategia para aumentar la comunicación y la colaboración interdisciplinar en el cuidado de la salud de las personas, los animales y el medio ambiente, a nivel mundial, entendiendo que todas están ligadas entre sí. Surge la Iniciativa One Health de la mano de dos médicos, Laura H. Kahn y Thomas P. Monath, y un veterinario, Bruce Kaplan, en 2006. Esta iniciativa ha ido incluyendo posteriormente a más investigadores del ámbito de la salud, médicos y veterinarios expertos en salud pública a nivel mundial. Quizás habría que incluir también a economistas si el problema es también un problema de intereses económicos.
La producción industrial de carne es para los microorganismos un nicho ecológico fantástico en donde transmitirse sin problema
Donde hay escasez hay beneficio
El escritor de ciencia ficción, Phillip K. Dick, ha sido llevado a las pantallas en al menos 12 de sus obras. El mérito de este autor no es literario porque escribe bastante mal, de forma deslavazada, sin demasiado cuidado. Sin embargo, de repente, es capaz de crear páginas icónicas como el famoso: "Yo he visto cosas que ustedes no creerían. Naves de ataque en llamas..." en donde se plasma la adquisición del alma por un replicante, un producto de la ingeniería genética.
En su novela Podemos recordarlo todo para usted que originó la película "Total recall" describe como, en Marte, las autoridades conocen la existencia de una máquina de origen extraterrestre capaz de generar oxígeno suficiente para crear una atmósfera como la de la Tierra. Sin embargo, las autoridades mantienen esa fábrica cerrada y en secreto porque la mejor manera de mantener a los habitantes humanos de Marte controlados es con el suministro limitado de oxígeno. Phillip K. Dick nos muestra, con la inquebrantable fe del visionario, que el capitalismo no busca solucionar problemas, sino que los problemas, si generan valor, son bienvenidos.
Venky: familias felices comiendo pollo y bacterias resistentes a la colistina, un antibiótico utilizado contra las bacterias multirresistentes. O te mueres de hambre o te mueres de una bacteria multirresistente ¿Debemos elegir entre esta alternativa?
La estrategia one health no logrará éxito si no se tiene este factor en cuenta. En este blog ya hablamos de la empresa india Venky. Una empresa que es la mayor productora de carne de pollo en la India y que a su vez es también productora de antibióticos, algunos de ellos como la colistina, la última barrera antibiótica frente a ciertas bacterias resistentes. ¿De qué sirve investigar cepas bacterianas con resistencia a la colistina si se puede comprar este antibiótico por kg en internet? Si se usa un antibiótico de manera masiva se van a seleccionar bacterias mutantes con modificaciones en los fosfatos del lípido A y por tanto indiferentes a la acción letal de este producto. Esto hará que algún otro antibiótico suba su precio. El problema ha sido originado por la avaricia de un productor sin escrúpulos. La aparición de bacterias mutantes hará que este nuevo antibiótico se vuelva ineficaz y de nuevo habrá que migrar hacia otro. La situación es la óptica para un sistema que siempre busca excluir a la competencia. Es una realidad que parece ideal para el comportamiento del sistema económico en el que nos encontramos
Como sociedade semella que non lle queremos ver as orellas ao lobo das superbacterias e os virus emerxentes. Nesta edición efervescente o noso microbiólogo de cabeceira alértanos da barra libre de uso de antibióticos como a colistina en India e como acaba afectando á saúde global. Desde o CIMUS da Universidade de Santiago temos o honor de conversar sobre as últimas fronteiras en vacinas con Mariano Esteban, profesor de Investigación Vinculado Ad Honorem do Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) onde lidera o grupo de "poxvirus e vacinas" e presidente da Real Academia Nacional de Farmacia e do Instituto de España. Escoitar o audio aquí
Orson Welles interpreta a un contrabandista de penicilina en la película El tercer hombre de Carols Reed (1950). La penicilina en mal estado está matando niños o dejándoles con secuelas. Su amigo le recrimina su negocio criminal. El personaje interpretado por Welles le contesta con cinismo. Es la misma lógica del que dice: "Si no lo hubiese hecho yo lo hubiese hecho otro"
Hoy en día, sesenta y ocho años después de que hubiese sido estrenada esta película basada en una novela de Graham Greene, seguimos teniendo este problema. Ya no se trata de un criminal de poca monta vendiendo penicilina en el mercado negro. Ahora se trata de empresas farmacéuticas vendiendo un antibiótico, la colistina, que no deberían vender. La razón: "Son los negocios amigo, sino lo hiciese yo habría otro que lo haría". ¿Por qué no deberían vender ese antibiótico? pues porque hay víctimas. Son víctimas indirectas, pero víctimas al fin y al cabo.
Las víctimas son las 700.000 personas que mueren al año en todo el mundo debido a que las bacterias que les causaban las enfermedades que les aquejaban eran resistentes a los antibióticos que se les administraron. Se estima que en 2050 el número de personas que se mueran por esta causa aumentará hasta los 10.000.000 de personas anuales, aunque esta cifra está en discusión.
Colistina, nuestro último recurso contra las bacterias resistentes
Cuando un médico se encuentra que la bacteria que causa enfermedad a su paciente es resistente a casi todos los antibióticos la colistina era el único antibiótico que podía usar para matar a esas bacterias resistentes. Ahora, la medicina esta empezando a perder ese último recurso. ¿Los responsables? ciertas compañías farmacéuticas que están vendiendo sin control este valioso antibiótico para los productores industriales de carne, especialmente a la industria avícola de países que carecen de control en estos temas como por ejemplo la India.
En páginas de venta online, como Alibabá, podemos adquirir sin ningún tipo de control el antibiótico colistina.
Miles de toneladas de colistina veterinaria se enviaron a países como
Vietnam, India, Corea del Sur y Rusia en 2016. En la India, al menos
cinco compañías farmacéuticas de animales están anunciando abiertamente
productos que contienen colistina como promotores del crecimiento. Podéis leer el artículo en inglés aquí.
En el artículo de investigación realizado por "The bureau of investigative journalism" hablan de una compañía farmacéutica que además tiene intereses en la industria avícola. Se trata de Venky.
Anuradha Desai es la CEO de Venky
Entrar en la página de Venky es interesante. El negocio reside en tres patas: los productos, los servicios y el servicio social. Servicio social porque financian un hospital, una escuela, proyectos de erradicación de la lepra... Su negocio principal son los pollos. En un país superpoblado como la India, en donde hindúes no comen vaca y los musulmanes no comen cerdo, vender pollos es un buen negocio.
Pollos criados en megagranjas, alimentados con pienso y antibióticos, que ayudan a que en 5 semanas los pollos estén crecidos y evitan que se mueran de alguna epidemia. Venky también produce antibióticos, para uso propio y para la exportación. El año pasado exportaron colistina a Nepal y Yemen.
Venky produce colistina para utilizar en granjas avícolas en paquetes de hasta 1 kg.
Y, hay que decirlo, la compañía no contraviene ninguna de las leyes indias al respecto y están comprometidos a seguir cualquier normativa que se dicte al respecto en el futuro.
Mientras se crían pollos con antibióticos y se desechan los excrementos a las vías de agua sin tratar el problema de las bacterias resistentes a los antibióticos se acrecienta. En la India el 57% de la bacterias Klebsiella pneumoniae, que causa infecciones urinaria, pulmón y bacteriemia, son resistentes a los carbapenémicos, los antibióticos que se utilizan cuando las cosas se han puesto serias. En el Reino Unido esa resistencia está por debajo del 1%. En la India el gobierno no hace informes de cuanta gente muere por infecciones producidas por bacterias resistentes a los antibióticos pero se estima que mueren 58.000 niños por año.
Precisamente, cuando tienes una infección producida por una bacteria resistente a los carbapenémicos, la última línea de defensa para los médicos era la colistina. El antibiótico que se usa masivamente en países como la India para engorde y protección de los pollos en las granjas industriales. España es uno de los países europeos que más colistina consume, aunque hay un plan del gobierno al que se ha adherido la industria farmacéutica veterinaria para ir reduciendo paulatinamente su uso
¿Por qué alimentar pollos con antibióticos produce bacterias resistentes?
Las bacteria, como cualquier ser vivo, incluido nosotros, son máquinas de replicarse, de hacer copias de si mismos. Ocurre que la maquinaria de copiar a veces se equivoca y comete errores. Los errores en la información genética se llaman mutaciones. La mayoría de los errores son o bien irrelevantes o bien perjudiciales. De vez en cuando aparecen errores que pueden ser beneficiosos. Si este error resulta que le protege de un antibiótico ¿Qué ocurrirá si de repente hay mucho antibiótico en el medio donde vive? que la mayoría de las bacterias morirá mientras que la bacteria distinta, la que lleva el error podrá dividirse y dejar mucha descendencia. A esto se le llama selección natural.
Siempre habrá alguna bacteria con errores que se llaman mutaciones. Si esta mutación es útil para protegerla de los antibióticos estas bacterias serán las únicas que podrán dejar descendencia. Por eso pensamos que los antibióticos "producen" bacterias resistentes. No producen sino que seleccionan.
¿Puede una bacteria resistente viajar desde China o la India a mi casa?
Si alimentamos a millones de pollos con pienso con colistina, la colistina matará a la mayoría de las bacterias. La colistina seguirá estando en los deshechos de los pollos. En algún lugar la concentración del antibiótico será más baja de lo normal, bien porque se vaya degradando o porque se diluya. Es ahí en donde alguna bacteria con mutaciones empezará a reproducirse y a dejar más y más descendencia. ¿Ha ocurrido esto? si, muchas veces. Existen ya muchas bacterias resistentes a la colistina con genes que les proporcionan resistencia a este antibiótico. Sin embargo, nos empezamos a preocupar cuando desde China, en 2015, se informó de un gen de resistencia a la colistina en un plásmido. Un plásmido es una especie de virus que puede ir de una bacteria a otra. Al estar en un plásmido el gen de resistencia a la colistina podía ir de una bacteria a otra incluso de una especie de bacteria a otra especie bacteriana. Y así ocurrió. Un año después, en 2016, ya se detectaba una bacteria con el plásmido chino en el Ecuador.
¿Qué significa carecer de una última línea de defensa?
Significa que las personas con un sistema inmune débil como los niños, los ancianos, las personas que han sido operados para tener una prótesis, los partos por cesarea, los transplantes de órganos y la quimioterapia tendrán riesgo de contraer una bacteria multirresistente y si, no hay al menos un antibiótico para matar a esa bacteria, esa persona morirá. Así de claro.
El famoso músico indio Uppalapu Shrinivas murió a los 45 años de una infección causada por una bacteria multirresistente
Hoy en día, casi todos los bebes recién nacidos en la India son portadores de bacterias resistentes a los antibióticos. Por ese motivo los recien nacidos toman considerables cantidades de antibióticos. Hay que recordar que uno de cada tres muertes de niños recién nacidos ocurre en la India. En la guerra EEUU-Irak, lo médicos estadounidenses comprobaron que soldados que en la guerra de Vietnam se hubiesen salvado con un antibiótico, en Irak se morían debido a una bacteria, Acinetobacter baumanii, multirresistente. El único antibiótico que funcionaba era la colistina, que no se utilizaba de primera opción por su toxicidad. Ahora, con estas malas prácticas en la industria avícola, las cosas se pondrán más feas.
¿Podemos esperar que la ciencia consiga un antibiótico milagroso?
La lejía mata a las bacterias, pero si hacemos gárgaras con lejía para eliminar una infección de garganta también dañaríamos las células de nuestro cuero. Un antibiótico es un producto químico que mata a las bacterias pero no mata las células humanas. Las células humanas, como las de todos los animales, proceden de una simbiosis, una unión, de varias bacterias. Por esa razón casi toda nuestra bioquímica humana es similar a la de las bacterias, porque procedemos de ellas.
Las bacterias tienen una pared celular distinta, un ribosoma distinto y una enzimas para desenrollar el ADN distintas. Por eso si afectamos a la síntesis de la pared celular matamos a la bacteria. Si inhibimos el ribosoma inhibimos la formación de nuevas proteínas o si bloqueamos las proteínas que desenrrollan el ADN impedimos que se dividan y tengan descendencia.
Sin embargo, las bacterias tienen tres diferencias con nuestras células y es ahí donde los antibióticos actúan. Destruyen o inutilizan moléculas que están presentes en todas las bacterias pero las cuales los humanos carecemos, por esa razón el antibiótico no nos daña cuando lo consumimos. Las bacterias tienen una pared celular distinta, un ribosoma distinto y una enzimas para desenrollar el ADN distintas. Es ahí donde actúan la mayoría de los antibióticos de los que disponemos. En todos los casos, muchas bacterias presentan mutaciones que les permiten evitar la acción de esos antibióticos. Sólo han pasado 75 años desde que se empezó a comercializar la penicilina, el primer antibiótico de amplio espectro, es decir, que mataba a todas las bacterias y la humanidad está de nuevo sin armas frente a las enfermedades bacterianas.
La colistina está formada por un anillo polipeptídico y una cadena de ácido graso. Es una molécula anfipática, es decir, hidrofílica e hidrofóbica al mismo tiempo, por esa propiedad se puede intercalar en la membrana externa de las bacterias Gram negativas desencadenando la lisis bacteriana. No es activa frente a las bacterias Gram positivas. Es nefrotóxica para los humanos. Por ese motivo se utiliza en caso de que la infección la produzca un bacteria Gram negativa resistente a carbapenémicos.
Muchos expertos asumen que nunca más volveremos a la etapa antibiótica, ese periodo de oro en el que cualquier enfermedad microbiana se curaba con antibióticos. Los expertos asumen que ya nunca más volveremos a tener un producto que mate a todas las bacterias de manera rápida y económica. Si apareciese un gran nuevo antibiótico volveríamos a cometer los mismos errores, a emplearlo también para la ganadería intensiva. Volveríamos a seleccionar bacterias mutantes capaces de resistir a ese nuevo producto. Hay alternativas: extremar la higiene, los bacteriófagos, las vacunas, péptidos antimicrobianos, enzibióticos, CRISPR... pero además de buscar alternativas a los antibióticos quizás debiéramos tambien buscar alternativas al "Son los negocios amigo, sino lo hiciese yo habría otro que lo haría"
"Usarla sólo para los microbios que sean vulnerables a
ella, aplicar la dosis indicada y que el tratamiento dure lo suficiente
para eliminar la infección". Estas fueron las sencillas indicaciones que
Alexander Fleming, descubridor de la penicilina, hizo al mundo hace
casi un siglo. Sin embargo, el mal uso que la humanidad ha hecho de los
antibióticos ha provocado que la resistencia a los antimicrobianos (AMR,
por sus siglas en inglés) se haya convertido en un serio problema para
la salud global. El pasado lunes, el comisario europeo de Salud y
Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, recordó a Fleming en una
reunión con periodistas que tuvo lugar en Bruselas, a la que asistió
eldiario.es, y donde el comisario volvió a recordar que la AMR "es un
problema creciente que causa más de 25.000 muertes al año en Europa y
genera unos gastos de más de 1.500 millones de euros anuales".
Desde que en la primera mitad del siglo veinte se popularizara el uso
de los antibióticos, las bacterias han ido desarrollando una resistencia
a estos fármacos. No son los únicos. También algunos virus, como el
VIH, o parásitos, como la cándida, están desarrollando resistencia a los
medicamentos, de tal forma que los tratamientos convencionales se
vuelven ineficaces y las infecciones persisten, lo que incrementa el
riesgo de propagación.
La aparición de estas variedades resistentes es algo
natural, sin embargo, los seres humanos estamos acelerando el proceso y
cada vez más bacterias son resistentes a los fármacos que disponemos.
"Es algo parecido a lo que sucede con el cambio climático", explica a
eldiario.es el director general de Salud y Seguridad Alimentaria de la
Comisión Europea, Xavier Prats, "las evidencias están ahí, solo hace
falta voluntad para tomar una serie de decisiones, cuyas implicaciones
económicas a veces hacen que sean difíciles de asumir".
Más de 10 millones de muertes
El riesgo es grande y los expertos alertan de que se podría llegar a
una era postantibioticos que nos haga retroceder a los tiempos
anteriores a la penicilina. "Si no lo controlamos, la medicina podría
retroceder 100 años", destacó Andriukaitis. Según las estimaciones
realizadas por un estudio británico publicado el pasado mes de diciembre,
si la resistencia sigue creciendo al ritmo actual en 2050 morirán más
de 10 millones de personas en todo el mundo por infecciones que antes se
podían tratar (400.000 muertes anuales solo en Europa).
Según los últimos resultados de un estudio realizado por el Centro Europeo para el Control de Enfermedades
(ECDC, por sus siglas en inglés), "pese a que hay algunos casos
individuales en los que se han observado progresos, el problema sigue
creciendo". Así lo ha asegurado a eldiario.es su directora, la doctora
Andrea Ammon, que también ha destacado que "los buenos resultados
observados en algunos países demuestran que se pueden tomar medidas y
que algunas de ellas están funcionado". Por primera vez, los datos
muestran una disminución significativa en el consumo de antibióticos en
cinco países europeos, entre los que se encuentra España, junto a
Suecia, Dinamarca, Luxemburgo y Eslovenia.
El sector ganadero en el punto de mira
Según Ammon, "existen diversos factores que provocan este aumento de la
AMR, como la utilización y el uso indebido de antimicrobianos, las
malas prácticas en el control de las infecciones o la manipulación
inadecuada de alimentos". Pero es el mercado agroalimentario,
especialmente el sector ganadero, el que está en el punto de mira de la
Comisión Europea (CE). El principal problema es que los antibióticos en
el ámbito veterinario se han utilizado masivamente como promotores del
crecimiento o como profilácticos antiinfecciosos. Aunque la vinculación
entre el uso de antibióticos en animales de granja con la resistencia a
los antimicrobianos en humanos aún resulta controvertida,
sí está ampliamente aceptado que la utilización masiva de antibióticos
en dosis no letales para las bacterias favorece el aumento de la AMR.
Las balsas de purines de las granjas son un lugar fantástico para que las bacterias intercambien genes de resistencia a los antibióticos
Basándose en las evidencias disponibles, la UE decidió prohibir la
utilización de antibióticos como promotores del crecimiento en 2002
(aunque la prohibición se hizo efectiva en 2006), algo que aún se
permite en otros muchos países de la OCDE, como en EEUU o China, dos de
los principales productores de carne a nivel mundial. Sin embargo, pese a
la prohibición las cifras indican que el consumo de antibióticos no se ha reducido en la UE,
donde se siguen consumiendo más de 8.000 toneladas al año. "En 2006
esperábamos un descenso en el consumo de antibióticos en el ámbito
veterinario, pero entonces se disparó el uso con motivos profilácticos",
explica a eldiario.es el director de la Oficina sobre Alimentación y
Veterinaria de la CE, Michael Scannell.
Sin embargo, la aplicación de una nueva normativa, más restrictiva,
tendría implicaciones directas sobre los acuerdos comerciales que la UE
tiene con otros países, especialmente con EEUU. Si el parlamento europeo
aprobara una nueva legislación que prohibiera el uso profiláctico de
antibióticos, Europa podría volver a enfrentarse al país norteamericano,
tal y como ocurrió con el conflicto de la carne hormonada. Una batalla
legal y comercial que se inició a principios de los 80 y que no se resolvió hasta 2012.
Además, todo esto sucede en medio de las negociaciones del acuerdo de
libre comercio entre EEUU y la UE (TTIP, por sus siglas en inglés), un
tratado muy poco transparente y que amenaza con homogeneizar las legislaciones a ambos lados del atlántico.
Sin embargo, en lo que se refiere a seguridad alimentaria, todos los
responsables de la comisión consultados por eldiario.es han insistido en
que "la UE no rebajará sus estándares sanitarios". Y Scannell recuerda
que "al margen del TTIP se pueden plantear acuerdos bilaterales para
impedir la entrada a productos que no cumplan con las normas europeas,
como ha sucedido con la carne hormonada".
Las
instituciones europeas trabajan conjuntamente con diversas
organizaciones internacionales en la lucha contra la AMR, como la
Organización Mundial de la Salud, que ha organizado la primera semana mundial de sensibilización sobre los antibióticos.
Esta iniciativa, que terminará el próximo 22 de noviembre, tiene como
objetivo concienciar a la población sobre el problema y fomentar un uso
más prudente de los antibióticos en todos los sectores, algo de lo
que ya advirtió el descubridor de la penicilina hace casi 90 años. "Qué
pensaría Alexander Fleming si viera cómo ha avanzado la resistencia a
los antibióticos", concluyó el comisario Andriukaitis