Ver vídeo. Ya lo decían nuestras madres: voluntario ni para comer.
2. Se premia el echar horas en vez de trabajar por objetivos
3. Quien obedece no se equivoca. En nuestro país esta máxima está muy extendida. Hay personas que han subido como pedo de buzo gracias a no cuestionar nunca al jefe. En los laboratorios de nuestro terruño es la conducta habitual de una especie que se llama parásito científico. Es aquel que no firma de primero, ni de último pero que va en los papers de todas las personas del laboratorio durante años. Esta máxima merece un monográfico. Ejemplo excelso en nuestra historia es el desastre de la Armada Invencible. Posiblemente fuese una expedición condenada al fracaso, ¿hubo algún responsable? ya lo resolvió en su día Felipe II cuando le echó la culpa a los "elementos". ¿La culpa es de los elementos Felipe? vaya vaya. Pero a ver quién se lo decía entonces. ¿Tenemos unas universidades que no llegan a estar entre las 100 mejores? La culpa es de los elementos.
4. La importancia de ser jefe. El chiste del remero (un clásico con innumerables versiones):
“Cuentan que en el año 2007 se celebró una competición entre dos equipos, uno compuesto por el Gobierno Local y el otro por sus colegas de otra institución similar japonesa.
Se dio la salida y los remeros japoneses empezaron a destacar desde el primer momento. Llegaron a la meta y el equipo local lo hizo con una hora de retraso sobre los nipones.
De vuelta a casa, se reunió el Gobierno para analizar las causas de tan bochornosa actuación y llegaron a la siguiente conclusión:
“Se ha podido observar que en el equipo japones había un jefe de equipo y diez remeros, mientras que en el equipo local había un funcionario y diez directores de servicio. Por lo que para el año próximo se tomaran las medidas adecuadas”.
En el año 2008 se dio de nuevo la salida y nuevamente el equipo japonés se empieza a distanciar desde la primera remada. El equipo local llego esta vez con dos horas y media de retraso sobre el nipón.
El Gobierno se volvió a reunir después del sonado rapapolvo de Personal, para estudiar lo acaecido y vieron que este año el equipo japonés se compuso nuevamente de un jefe de equipo y diez remeros, mientras que el local, tras las eficaces medidas adoptadas el año pasado se compuso de un Director de Servicio, dos asesores de la Consejera, siete Jefes de Sección y un funcionario. Por lo que tras un minucioso análisis se llego a la siguiente conclusión:
“EL FUNCIONARIO ES UN INCOMPETENTE”
En el año 2009, como no podía ser diferente, el equipo japonés se escapo nada mas darse la salida. La trainera local, que este año se había encomendado a una Empresa Pública para que contratase a una Consultora Internacional, llegó con cuatro horas de retraso.
Tras la regata y a fin de evaluar los resultados, se celebró una reunión de alto nivel en la planta noble de Palacio, llegándose a la siguiente conclusión:
“Este año el equipo nipón opto una vez mas por una tripulación tradicional, formada por un jefe de equipo y diez remeros. El local, tras una auditoría externa y el asesoramiento especial del departamento de organización, opto por una formación mucho mas vanguardista y se compuso de una Consejera, un Director General, un Director de Servicio, dos jefes de sección con plus de productividad, dos auditores de Arthur Andersen, dos vigilantes jurados que no quitaban ojo a un único funcionario al que habían amonestado y castigado quitándole todos los pluses e incentivos por el fracaso del año anterior”.
Tras varias horas de reuniones se acordó que la regata del 2010, el remero será de una contrata externa, al constatarse que a partir de la vigésima milla marina se ha venido observando cierta dejadez en el funcionario de plantilla, que roza el pasotismo al llegar a la linea de meta.”
De este chiste se aprenden varias cosas: uno la inveterada costumbre de crear jefes. Cobras una mierda, pero si eres jefe de algo ese título ya te compensa. En ese aspecto en este país el feudalismo nunca ha muerto del todo. Dos, para la administración siempre eres sospechoso de alguien. "Por favor me trae el título de licenciado". No tengo ningún problema en asociar mi CV a mi número de DNI y hacerlo público, pero no hay ese servicio. Toda la vida entregando el puto papelito. Vamos a ver, si te digo que soy licenciado seré licenciado. Debiera de caérseme el pelo en caso de mentir, pero como aquí no pasa eso venga a pedir el papelito. Tres, todas las barreras que se crean alrededor de la función pública no son para evitar el robo o el mal uso como nos quieren hacer ver. Crean barreras para delimitar lo suyo. La barrera define el poder del funcionario. Si yo te puteo demuestro mi poder. Tener poder me hace jefe. Cobro una mierda pero te puteo si quiero, ergo estoy por encima de ti. Estoy con esto satisfecho.
5. La escopeta nacional.
Ver vídeo. No es por casualidad que la palabra "camarilla" se ha incorporado al idioma inglés. Las castas, sus colegios, sus cosas... para que extenderse cuando está la obra maestra "La escopeta nacional" para ilustrarnos. Una camarilla copa una fracción del aparato del estado. Para ganar sus favores: a pagar. Es lo que aprende el atribulado industrial catalán durante la película.
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