Os dejo abajo este artículo aparecido ayer en el periódico "Público". Es un ejemplo de como sacarse un artículo que informa de NADA eso si buscando el tirón que tiene el binomio bacterias-vida extraterrestre. Si señores, ahora que no hay viajes tripulados a Marte en lontananza tenemos que preocuparnos por la conservación del planeta rojo. ¿No es un poco precipitado?.
Un estudio elaborado por científicos del Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI) ha señalado que las misiones tripuladas a Marte podrían amenazar la posible vida que pueda existir en el planeta. Según han explicado los expertos, los astronautas podrían portar hasta miles de millones de microbios con "consecuencias desconocidas" para el planeta rojo.
La autora principal del trabajo, Cynthia Phillips, ha señalado que los científicos tienen la "responsabilidad de cuidar Marte y descubrir vida allí, no matarla". Así, ha apuntado que "si se llevan astronautas hasta allí no habrá manera de esterilizar el lugar".
El SETI ha indicado que existen estudios de diferentes agencias espaciales que buscan la manera de minimizar los riesgos de contaminación que plantean las misiones tripuladas a Marte, a pesar de que los primeros pasos en el planeta rojo no se den, quizás, en décadas.
Actualmente existen un protocolo, elaborado en 2008 por el Comité de Investigaciones Espaciales (Cospar), que intenta proteger la Tierra de una posible contaminación desde Marte y viceversa. "Se entiende que cuando los seres humanos lleguen a Marte, habrá una liberación de los microbios de los hábitats humanos y de los seres humanos mismos, y también que los seres humanos se verán, inevitablemente expuestos a materiales de Marte", ha explicado un experto de la NASA Cassie Conley.
La agencia espacial estadounidense y la Agencia Espacial Europea (ESA), se han comprometido a seguir estas pautas de cara a las futuras misiones marcianas. El Cospar asesora a las agencias espaciales sobre aquellos lugares, como barrancos o sitios geométricos, en los que la vida en Martepodría proliferar o sobrevivir.
También las misiones robóticas deben cumplir unos requisitos. Por ejemplo, a la misión 'Curiosity' de la NASA, que aterrizó en Marte el pasado 5 de agosto, se le permitió llevar un máximo de 300.000 esporas bacterianas en cualquier superficie, una cantidad que no podría interferir en la medio ambiente del planeta. Datos como este de las esporas no existen todavía para las misiones tripuladas, ha explicado Conley.
Precisamente, el científico ha explicado que con los datos que 'Curiosity' envía sobre la superficie de Marte se podrá avanzar en el cálculo de estas cifras.
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