Estos simpáticos animalitos son devoradores de bacterias de las profundidades de los océanos. Al mismo tiempo desarrollan con ciertas bacterias una relación simbiótica. Es decir, sobreviven por y para las bacterias.
Conocidos como poliquetos ("muchas cerdas"), sobreviven a intensas presiones marinas donde la luz del sol jamás penetra.
Desde los años 70s, los científicos han modificado sus ideas sobre el fondo del océano profundo.
En lugar de una tierra estéril, han descubierto diversas comunidades de criaturas que viven en y alrededor de respiraderos hidrotermales, también llamados fumarolas.
Los respiraderos hidrotermales son fisuras en el fondo del mar, que por lo general se encuentran alrededor de las zonas de terremotos, volcanes y bordes de las placas tectónicas.
Liberan agua super caliente y un cóctel de sustancias químicas que proporcionan un hogar para criaturas como estos anélidos.
Los poliquetos se arrastran por el fondo marino cerca de un respiradero usando sus aterradores dientes para masticar bacterias y organismos simples que se desarrollan en el agua caliente y sopa química.
Esto conduce a algunas estrafalarias relaciones: los poliquetos son huéspedes de bacterias simbióticas que podrían proporcionarles nutrientes.
Algunos científicos creen que los anélidos pueden depender de las bacterias para sobrevivir.
Puede ser que sean monstruos de las profundidades, pero su habilidad para sobrevivir en los océnaos los hace fascinantes para investigadores como Daniel Desbruyeres, investigador senior de Ifremer, Francia. "El mar profundo es uno de los más diversos hábitats de la Tierra, aunque nuestra percepción de él aún se encuentra en su infancia".
La comunidad del respiradero consigue su energía de la química en lugar de la fotosíntesis, ya que la luz no llega a las profundidades.
Esto conduce a algunas estrafalarias relaciones: los poliquetos son huéspedes de bacterias simbióticas que podrían proporcionarles nutrientes.
Algunos científicos creen que los anélidos pueden depender de las bacterias para sobrevivir.
Puede ser que sean monstruos de las profundidades, pero su habilidad para sobrevivir en los océnaos los hace fascinantes para investigadores como Daniel Desbruyeres, investigador senior de Ifremer, Francia. "El mar profundo es uno de los más diversos hábitats de la Tierra, aunque nuestra percepción de él aún se encuentra en su infancia".
Gracias de su parte!
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