El cloro es una
opción de tratamiento de bajo costo que se utiliza para mejorar el
sabor y la claridad del agua a la vez que se eliminan muchos
microorganismos como bacterias y virus. Sin embargo, el proceso tiene
sus limitaciones. Giardia y Criptosporidium son usualmente
resistentes al cloro a menos que éste se use en dosis más elevadas
que aquéllas preferidas usualmente para el tratamiento. La presencia
de estos parásitos puede requerir el tratamiento previo del agua
fuente.
Las concentraciones
de cloro en el rango de 0,1 a 0,4 partes por millón por lo general
se mantienen en los suministros municipales, mientras que los rangos
de 1 a 3 ppm se utilizan tanto en piscinas y spas. Si aproximadamente
hay 30.000 granos en un kilo de arroz, esto quiere decir que en 33 kg
habría un millón de granos de arroz. Decir 0.1 partes por millón
es lo mismo que decir un grano de arroz (o un átomo de cloro) en 330
kg de arroz. Cuando se hacen análisis químicos del agua: las ppm se
refiere a mg de analito por litro de agua; mg/L (equivalente a
ug/mL). Por ejemplo: Cloruros = 20 ppm equivale a 20 mg/L como Cl-
que quiere decir, veinte miligramos de ion cloruro por litro de agua.
El nivel de cloro en agua potable, se establece que no debe superar 2
mg/l respecto al combinado resildual mientras que el cloro libre
residual no debe superar 1 mg/l. Esta cantidad está fijada por el
Real Decreto 140/2003 (agua de consumo humano), en la tabla C del
Anexo I.
La cloración se
puede lograr con diferentes productos. El cloro se almacena como
líquido en recipientes presurizados y se inyecta como gas
directamente en el agua fuente. Este proceso debe ser regulado e
implementado cuidadosamente, debido a que el gas de cloro es un
tóxico peligroso, incluso letal.
Otra opción de
cloración, de mayor costo, es el tratamiento con solución de
hipoclorito de sodio. Esta solución es corrosiva pero mucho menos
peligrosa y más fácil de manejar el gas de cloro. El líquido se
diluye simplemente y después se mezcla con el agua fuente para
realizar la desinfección.
La cloración se
puede lograr también con un desinfectante sólido, hipoclorito
cálcico. Este material es corrosivo y puede reaccionar
explosivamente cuando entra en contacto con materiales orgánicos.
Sin embargo, todos estos polvos, gránulos y tabletas se pueden
almacenar a granel y usarse con eficacia hasta un máximo de un año.
En todas sus formas, el hipoclorito de calcio se disuelve fácilmente
en agua.
Todos estos métodos
de cloración requieren de algún tiempo para funcionar — la
desinfección no ocurre instantáneamente. Las dosis necesarias
cambian también con las variaciones en la calidad del agua de manera
que el monitoreo del agua fuente, particularmente de las aguas
superficiales, es una parte importante del proceso de tratamiento. Por ese motivo en cualquier estación de tratamiento de agua con cloro hay que tener un detector de cloro. Estos aparatos cuestan menos de 100$ y te dan una lectura rápida de la concentración del cloro en el agua.
Los detectores de cloro pueden ser colorimétricos o digitales como el de la fotografía. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cada vez que lees un artículo y no dejas un comentario, alguien mata a un gatito en alguna parte del mundo...