Hay sistemas sociales que tienen semejanzas con este tipo de sistemas toxina-antitoxina. Por ejemplo la pertenencia a: mafia, determinadas sectas, partidos de extrema derecha o extrema izquierda, grupos terroristas...
En los sistemas TA de tipo I, generalmente la toxina que se codifica es una pequeña proteína hidrofóbica que se inserta en la membrana plasmática, generando un poro que afecta al potencial de membrana, inhibiendo la síntesis de ATP. El sistema TA mejor estudiado es el hok/sok,sistema en el cual Hok se comporta como una toxina que afecta a las membranas celulares y Sok es la antitoxina, cuyo RNA se une al mRNA de la toxina propiciando su degradación y su neutralización. Los sistemas TA de tipo II se encuentran ampliamente distribuidos en multitud de especies de bacterias y existe toda una amplia gama de familias que forman parte de este tipo, tal y como se ve en la tabla 2, destacando las familias mazEF, phd/doc, vapBC, ccdAB, epsilon/zeta y hipAB (Wen, 2014). Las toxinas codificadas tienen numerosas dianas que afectan principalmente a la replicación, síntesis proteica y la síntesis de la pared celular, como se observa en la tabla 2. En condiciones de estrés, la antitoxina codificada es degradada por proteasas dependientes de ATP tales como las de la familia Lon o Clp, de manera que la toxina escapa del control de la antitoxina y puede llevar a cabo su efecto en las dianas mencionadas. En los sistemas TA de tipo III, las antitoxinas son pequeños RNA transcritos de pequeñas secuencias en tándem corriente arriba de la secuencia que codifica para la toxina. El primer sistema descrito fue el toxN/toxI en el cual ToxN se comporta como una toxina proteica con actividad ribonucleasa como se puede ver en la tabla 2, mientras que ToxI es un pequeño RNA que se une a la toxina inhibiéndola. Los sistemas TA de tipo III podrían tener un efecto protector contra los bacteriófagos.
Los sistemas TA de tipo IV y V, son los dos últimos sistemas descubiertos, y solo se conoce un sistema TA de cada uno. En el tipo IV se conoce el sistema cbtA/cbeA también llamado yeeU/yeeV, en el cual la antitoxina CbeA interacciona con el citoesqueleto, evitando la unión de la toxina CbtA a esta estructura, cuya acción es la de inhibir la polimerización del citoesqueleto como se observa en la tabla II, inhibiendo la división celular. En el tipo V se conoce el sistema GhoT-GhoS, en el cual la antitoxina GhoS es una proteína con actividad ribonucleasa que degrada el mRNA de la toxina GhosT, cuya acción es la de lisar la membrana celular, tal y como se ve en la tabla 2.
Mruk I, Kobayashi I. To be or not to be: Regulation of restriction-modification systems and other toxin-antitoxin systems. Nucleic Acids Res. 2014;42(1):70-86.
Wen Y, Behiels E, Devreese B. Toxin-Antitoxin systems: Their role in persistence, biofilm formation, and pathogenicity. Pathog Dis. 2014;70(3):240-9.
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