El título lo he tomado del "Ladrón de cerebros" de Pere Estupinya. Pere, a diferencia de la mayoría de divulgadores que conozco ha optado por la calidad en todo lo que hace. He utilizado su libro "La ciencia del sexo" en mis clases y a mis alumnos de la UDLA les encantaba. La idea de Pere, como cuenta en las entrevistas, era ir a los laboratorios y robar lo que allí se producía y dárselo a los humanos, cual moderno Prometeo.
Ofrecer calidad, en divulgación, es el camino. Se ha trivializado el conocimiento con los famosos "Ciencia divertida". Lo que en principio parecía rupturista, hacer de las matemáticas algo ameno, con el abuso se llegó la parodia: actores haciéndose pasar por científicos histéricos intentando "transmitir" la maravilla de las matemáticas, física, química o lo que fuera. La palabra divulgación tiene en su raíz vulgo o "conjunto de personas comunes y corrientes" del latín vulgus = "pueblo inscrito su significado. Llevar al pueblo los conocimientos.
Los museos son instituciones imprescindibles para mantener la memoria. Repositorios de obras que por su interés y valor artístico deben de ser conservadas para futuras generaciones, objetos que son los últimos eslabones de conocimientos caídos en el olvido... Sin embargo, la mayoría de los museos se comportan como recintos en donde se atesora patrimonio al que la ciudadanía solo tiene acceso paseando detrás de una barrera física. Sacar las manos de gestores culturales y de funcionarios mediocres que son, la mayor parte de las veces, quienes hacen la museología de las piezas exhibidas es una tarea necesaria y noble.
Xurxo Ayán es un arqueólogo gallego al que tengo el placer de conocer. Sus ideas sobre cómo tratar el patrimonio se plasman en frases tan hermosas como las siguiente: "El futuro también está en las ruinas". Xurxo, por formación y convicción, trabaja para evitar que la ciencia objetive, minusvalore y anule a las comunidades subalternas. Una idea necesaria para un país como Ecuador que siempre que se refiere a si mismo es con la coletilla "En Ecuador no tenemos... no se ha hecho... carecemos..."
Hablemos
En un mundo ensimismado en los teléfonos celulares, hablar es un acto de resistencia. Resistir a vivir en un mundo en el cual nos educan las empresas a través de la publicidad y el marketing.
Ahora, gracias a las redes sociales podemos nosotros mismos publicitarnos, buscar likes, suscriptores... Pero la calidad, siempre la calidad, es baja porque le damos más importancia a su difusión, a buscarnos un hueco entre tantas voces que nos olvidamos de lo importante.
Referencias:
Pere Estupinyà. 2010. El ladrón de cerebros: Compartiendo el conocimiento científico de las mentes más brillantes
xurxo Ayán. 2014. El Patrimonio de los vencidos: arqueología en comunidades subalternas. Tejuelo, nº 19, págs. 109-142
Sherry Turkle. 2016. Reclaiming Conversation: The Power of Talk in a Digital Age.
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