Onchocerca volvulus es el nemátodo responsable de la oncocercosis (Figura 1), que es una enfermedad que produce ceguera irreversible, la cual es la segunda causa de ceguera a nivel mundial y es transmitida de persona a persona a través de la picadura de la mosca negra del género Simulium. Los mecanismos empleados para erradicar esta enfermedad fueron el uso de ivermectina, vigilancia epidemiológica e higiene.
Esta mosca negra deposita larvas infecciosas de tercera etapa en la piel humana, que maduran hasta convertirse en parásitos adultos (macrofilarias) durante los próximos 6 a 12 meses (Figura 2). Las hembras viven en tejidos subcutáneos o intramusculares más profundos y están rodeadas por una cápsula fibrosa. Los machos migran entre nódulos para fertilizar a las hembras. Aproximadamente 12 meses después de la infección inicial, los gusanos hembra adultos comienzan a producir microfilarias, que migran a través de los tejidos subcutáneos, dérmicos y oculares. Cuando un humano infectado
es picado por otra mosca negra, la mosca adquiere microfilarias dérmicas.
Aspectos epidemiológicos que permitieron detener la progresividad de la Oncocercosis.
El primer caso de oncocercosis en América fue reportado en Guatemala en 1915 por el médico Rodolfo Robles y en Ecuador se descubrió en 1952. En 1993, el comité experto de la OMS reportó 360 000 casos de ceguera por oncocercosis y enfatizò que el 99.5% se ubicaba en el África subsahariana y 0.5% en América Latina y el Caribe.
Ahora bien, la enfermedad en Ecuador se focalizó en la parte norte de la provincia costera de Esmeraldas (en el noroeste, cerca de la frontera con Colombia), en la confluencia de los ríos Cayapas, Santiago y Onzolé y su eliminación se debe a la acción de un equipo de médicos que en los últimos 14 años ha estudiado, vigilado y atendido esa zona. (Figura 3)
La Oncorcecosis no tiene cura, pero sí tratamiento
La prevalencia de moscas negras infectadas e infectivas se estimó mediante la amplificación de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en cuencas fluviales endémicas de oncocercosis en Ecuador para que se llegará determinar qué tipo de población se vio atacada, y poder medir qué incidencias tenían en cuanto a raza y ubicación, este método permitió hondar su ciclo de vida, sin contrarrestar que este análisis coopero con el tipo de tratamiento donde se postularon fármacos cómo la ivermectina en el mejoramiento. Es necesario resaltar que no existe un medicamento o alguna vacuna que evite la enfermedad causada por la Onchocerca volvulus.
La Oncocercosis también afecta tu piel
Si bien la oncocercosis tiene algunos síntomas, tanto en la piel como en los ojos, en la piel se pueden formar algunos nódulos que se denominan oncocercoma (Figura 4). También pueden provocar una dermatitis debido al estado microfiliario del parasito, puede provocar un intenso prurito, arrugas prematuras, atrofia, hipopigmentación irregular y la pérdida de elasticidad, también en casos graves puede llegar a fomar plieges en piel, atrofia en la parte inferior del abdomen y en la región medial superior de los muslos. Alguien que contrae la Onchocerca volvulus se podrá dar cuenta, este parásito no se esconde ni mucho menos es “silencioso”.
Ivermectina combate la propagación de la oncocercosis
La ivermectina es un medicamento que tiene acción antiparasitaria, descubierto en 1970, el cual logró ser un fármaco revolucionario que ayudo a varios países a controlar enfermedades parasitarias graves como la oncocercosis. La distribución masiva de ivermectina en toda el área endémica de Ecuador fue una de los mayores motivos que ayudaron a erradicar esta enfermedad. Debido a estos estudios previos, se demostró ser eficaz contra infecciones causadas por gusanos nemátodos señalando así que patologías
consideradas comunes, extremadamente graves y por supuesto de tratamiento irrealizable llegue a provocar un antes y un después que aparte de concebir una mejora notoria obtuvo un Premio Nobel en 2015. (Figura 5)
Onchocerca volvulus vive en climas tropicales, pero ya no vive en Ecuador
Este parásito se encontró en la costa ecuatoriana, específicamente en Esmeraldas, de allí su propagación el cual resulto suficientemente hábil para contraer resistencia, ya que este nemátodo está acostumbrado a climas tropicales. Por esta razón, es que se nos es fácil pensar que en verano este parasito se aprovechaba. “Menos ropa, más piel para osar”. Y aunque suene paradójico tenemos al territorio amazónico que procede de este modo sin precisar de una fecha. Y aquello justifica porqué los habitantes de Canandé formaron parte de 1 de los 6 focos satélites de la oncocercosis. Si bien, no estamos exentos a nada; podemos controlar la propagación en nuestro cuerpo evitando la visita a lugares endémicos, por ejemplo. (Figura 6).
A este punto se incita la consciencia y responsabilidad que tenemos cada uno, se conoce que las moscas se las encuentran en lugares sucios que van en contra de preceptos higiénicos, pero no solo los hallamos en la basura, sino también en los alimentos a la intemperie, en nuestra ropa, etc. Causa suficiente que originó acciones que garantizaron atención integral en Ecuador dispuestos por el Ministerio de Salud Pública como la realización de asambleas comunitarias y charlas informativas, implementación y distribución de toldos, búsqueda de casos y más. (Figura 7)
Ecuador adaptó el “Programa para la eliminación de la oncocercosis en las Américas” para erradicar la enfermedad. En mención, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hicieron estudios de tres años en los cuales se observa que se ha eliminado esta enfermedad del Ecuador, se utilizo una estrategia en la cual consiste en la distribución masiva de ivermectina 1 o 2 veces por año en todas las áreas que fueron afectadas, en la etapa de vigilancia epidemiológica, una vez que se suspendió el tratamiento farmacológico se llevó a cabo una actualización mediante el censo, en la cual se comprobó que efectivamente esta enfermedad estaba fuera del Ecuador.
Este programa fue crucial en el éxito para erradicar la enfermedad
Ecuador es el segundo país libre de esta enfermedad, el primero es Colombia. Las comunidades endémicas eran 119 pertenecientes a Ecuador con oncorcecosis, además, el primer caso reportado fue en 1980 lo que nos permite asimilar que más de tres
décadas hasta que se llegó a oficializar en el 2014 su eliminación en Ecuador era esta enfermedad algo agravante e incapacitante. Mediante acciones con el apoyo gubernamental y científico se obtuvo una progresividad en cuanto a la atención para erradicarla mediante fármacos y por supuesto protocolos urbanos y rurales obteniendo así una alta disponibilidad. El después que se amerita maximizar es que tras el impacto de la oncocercosis se integró la desparasitación general desde menores de 5 años.
La pobreza es la gran barrera para erradicar la oncocercosis en el mundo
A medida que nuevos avances investigativos surgen, se proyectan desafíos a nivel social que compromete una realidad desigual de países frágiles, demostrando que las políticas públicas influyen en la salud, educación y en la independencia de los ciudadanos. La ivermectina no es un fármaco costoso ni inalcanzable para la distribución a las personas, Ecuador es un claro ejemplo siendo un país tan pequeño y tradicional, logró eliminar la oncocercosis causada por la Onchocerca volvulus. Hoy por
hoy, la oncocercosis posee una exagerada distribución geográfica en África y a este territorio se le suma otras complicaciones, como la desnutrición, discriminación, etc.
Los objetivos para reducir la desigualdad e invertir en gestiones estatales permitirá percibir no solo los intereses sino las necesidades de los habitantes. Por ello se suele decir que la ciencia avanza gracias a que no se cree, ni se apoya.