He leído esta noticia en el blog de Miguel Vicente. Me vino a la memoria aquel trabajo publicado en los noventa en que introducían un potente citotóxico en un liposoma y lo rebozaban de anticuerpos antitumorales. Esto venía a ser un misil antitumoral teórico. Poder se podía hacer, el problema es que "in vivo" no funcionaba. La última parte del artículo da cuenta de las dificultades terapéuticas de este invento.
La diferencia del misil con la bomba es que la bomba es una bacteria viva que se puede replicar. El cassette de genes que conjugan detección de hormona de quorum sensing con pyocina es una combinación genética que puede tener unos riesgos que desde luego que los autores de este artículo no pueden calcular. ¿Se podría predecir con un modelo "in silico" el impacto de este tipo de combinaciones genéticas en la naturaleza?.
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