lunes, 25 de julio de 2016

No se pudo ¡Muchos ya lo sabíamos!

El gobierno de Rafael Correa se embarcó en la tarea titánica de cambiar la matriz productiva del país. Para ello pretendía abrir cuatro ciudades del conocimiento, imitando la experiencia de Corea del Sur. La joya de la corona iba a ser Yachay, una ciudad del conocimiento enclavada en Urcuquí, a 40 min. de Ibarra, una ciudad de 200.000 habitantes en el norte de Ecuador.
Infografía de lo que iba a ser Yachay. ¡Qué bonito se ve todo en las infogrrafías!
La parte más importante de Yachay iba a ser Enfarma, un complejo industrial que abastecería a Ecuador de medicamentos genéricos. La idea era buena
Enfarma: la realidad (una inmensa explanada) y la infografía
Como decía el poeta, entre la ilusión y la realidad siempre cae la sombra. Ocurre en todas las facetas de la vida. La realidad es una mala copia de lo que nos imaginamos. En el caso de Enfarma, y de Yachay, es que se veía venir. El premio Nobel ecuatoriano, Arturo Villavicencio se cansó de decirlo en los medios. Nadie desde el gobierno le hizo caso, es más, personas afines a Alianza País trataron de silenciarlo.

El problema de base fue algo que ya está descrito en los libros del escritor ecuatoriano Jorge Icaza, para muchos el mejor escritor ecuatoriano y que no tiene calle ni plaza en Quito, sólo una pequeña calle de 100 m en Cumbayá. Para Jorge Icaza, que retrató magistralmente el problema del mestizo, un ecuatoriano es alguien que cuando se ve en el espejo no quiere reconocerse en lo que ve. Los impulsores de Yachay y de Enfarma (empresa que ha visto su acta de defunción el mes pasado) no vieron la realidad del país y prefirieron verse en el reflejo de las infografías que se pueden ver arriba.
Debemos evitar el derrotismo como el de este titular de la revista ecuatoriana 
Sin embargo se ha hecho algo importante: soñar. Soñar es el primer paso para conseguir algo. Mi hermana atendió a un ecuatoriano en su consulta en Madrid que cuando le dijo que yo estaba como investigador Prometeo en Ecuador, este señor le habló de Yachay y de que Ecuador iba a tener universidades entre las  mejores del Mundo. A mi ese sentimiento me parece muy importante. Hay que mantener ese espíritu pero aprendiendo a reconocernos en el espejo. Mientras tanto le podremos cantar a los gestores que no supieron llevar el proyecto a buen puerto:

2 comentarios:

  1. ¡Qué fácil un investigador como tú se dejó llevar por la prensa CORRUPTA (y me quedo bien corto con aquella palabra, bien.) Pensaba que era una página de divulgación científica, y si nos ponemos a opinar de 'política', lo que en verdad es EVIDENTE hasta para un sencillo ciudadano sin mucha atención en el tema ni educación de ningún tipo, es la MIL ASQUEROSA MANIPULACIÓN MEDIÁTICA de los medios oligárquicos de este país, algo MILLÓN ABORRECIBLE E INSULTANTE para cualquier ciudadano con ética!..Saludos.

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  2. Estimado Richard. Es una pena que la ciencia se politice. Debería ser un proyecto común. En mi artículo yo no he hablado de política. He dicho que la idea era buena y que si no se supo llevar a cabo fue porque se quiso hacer sin contar directamente con los líderes científicos ecuatorianos. La ciencia es como un árbol con sus ramas y sus raíces. Creer que se puede hacer ciencia de cero, trayendo científicos de fuera para trabajar en proyectos basados en infografías de campus con lagos, árboles y cesped... es irreal y ¿Cuál ha sido el resultado? Ya lo hemos visto. Ahora es el momento de analizar y de aprender. En mi artículo digo algo que creo es muy importante: soñar, aprender a desear. Creo que esto si ha sido positivo. Qué un lector como tu se preocupe de estos temas es importante porque quiere decir que la población ecuatoriana ya se está empezando a plantear que hay que hacer ciencia y tecnología propia. Un saludo

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