Localizaciónes mayoritarias de las bacterias en la cocina. Fot. Flores et al. |
En otro trabajo de los mismos autores se tomaron muestras de 9 zonas de 40 casas de la zona de Raleigh-Durham en Carolina del Norte y los resultados ofrecen muchas pistas interesantes sobre lo que ocurre a nivel microscópico en una casa. El análisis de las muestras indica que las condiciones de humedad y temperatura condicionan la presencia de bacterias en distintos lugares y que la casa posee hábitats específicos donde se acumulan determinadas especies. En las cortinas de la ducha, por ejemplo, viven un tipo de microorganismos que raramente se encuentran en el resto de la casa. En la almohada y en la taza del inodoro se acumulan el mismo tipo de bacterias procedentes de la boca y de los restos fecales, y las bacterias del suelo suelen encontrarse en lugares como los marcos de las puertas o la encimera de la cocina. Es en los lugares calientes en donde hay mayor presencia bacteriana. Por ejemplo los pomos de las puertas, las alfombras, la almohada, el retrete y la pantalla de la televisión. Por habitaciones, la cocina y el baño. Pero, a pesar de todo, la presencia de gérmenes patógenos apenas representa un porcentaje marginal y no supone una amenaza. Solo un 0.1% de los microorganismos que se encuentran en lugares como las alfombras, según algunas estimaciones, son infecciosos.
Esquema de donde se encuentran los mayores números de bacterias en una casa. Fot. Robert R. Dunn et al. |
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