sábado, 22 de marzo de 2014

The Fecal transplant Foundation

En casos extremo los antibióticos pueden tener un efecto altamente nocivo. Sólo en Estados Unidos, unos 14.000 pacientes sometidos a intensos y prolongados tratamientos con antibióticos mueren por una infección muy difícil de controlar. La causa una bacteria llamada Clostridium difficile (C. difficile o C. diff), que forma parte del ecosistema microbiano que habita en los intestinos humanos.
En situaciones normales, está contenida y no causa problemas, pero cuando el cuerpo es bombardeado con antibióticos, muchas de la poblaciones de las otras bacterias que forman ese ecosistema mueren y permiten que el número de C. diff crezca en forma desproporcionada.

Es exactamente lo que le pasó a Catherine Duff, una estadounidense de 57 años, que estuvo cerca de la muerte por esta causa. En total Duff pasó por ocho infecciones confirmadas. "Me deshidrataba en forma severa frecuentemente, y eso afectó a mis riñones". La infección con C. diff también provoca diarrea, fiebre y dolores abdominales, todos síntomas que pueden volverse severos y hasta ser fatales. Cada vez que ella tomaba antibióticos, por pequeña que fuera la dosis (aún en gotas para los ojos), volvía a ocurrir.


La solución para el problema de Duff llegó en la segunda mitad de 2012, en la forma de un tratamiento cuyo nombre -y ejecución- es poco atractivo: trasplante fecal, conocido en inglés también como FMT, siglas de trasplante fecal de microbiota (que suele usarse como sinónimo de micrombioma).

El FMT utiliza los microbios de otra persona para combatir la infección y normalizar la microbiota intestinal del paciente.
El procedimiento es relativamente sencillo, aunque no del todo agradable (suele hacerse vía enema) y "prácticamente cualquier humano sirve" como donante.
En el caso de Duff, el donante fue su marido. Y ella asegura que todas las incomodidades valieron la pena: "A las pocas horas empecé a sentirme mejor y al día siguiente tenía la energía para salir de la cama, tomar una ducha y cambiarme, algo que no había podido hacer por meses".
Quedó tan sorprendida con la eficacia del tratamiento que hasta estableció una fundación, The Fecal Transplant Foundation, para intentar ayudar a gente que se encuentra en su misma situación.
Sin embargo, la manipulación de la microbioma a través de la FMT todavía no está libre de controversia.
"La preocupación con los trasplantes fecales es que esta gente que los recibe se recupere de la infección inicial pero luego desarrolle otras enfermedades; reciben este microbio inoculado de otra persona, y tal vez su sistema inmune no está fuerte o el mismo microbio en mi cuerpo no es patógeno pero podría serlo en el tuyo", asegura Lita Proctor, coordinadora del Human Microbiome Project de Estados Unidos.

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