Jeffrey Beall, de pie en la foto en una de las bibliotecas de la Universidad de Colorado |
La verdad es que en este entrada de el blog "los de abajo a la izquierda" está explicado perféctamente.
En wikipedia hay una entrada en inglés. Lo que haré es traducirla
En la publicación de revistas científicas algunas editoriales y revistas han intentado explotar el modelo de negocio de las editoriales de libre acceso (open-access) publicando los artículos con el único requisito de que el autor pague los gastos de publicación sin que la editorial proporcione los servicios que suelen proporcionar las revistas científicas legítimas. La lista de Beall es una lista de estas publicaciones que se actualiza regularmente por Jeffrey Beall el cual establece los criterios necesarios para incluir las publicaciones rapaces dentro de esta categoría.[1]
El término "predatory open access" (revistas rapaces de libre acceso) fue acuñado en la University of Colorado Denver por el bibliotecario e investigador Jeffrey Beall. Beall empezó a investigar este tipo de revistas rapace, después de recibir un gran número de correos electrónicos invitándole a que enviase artículos o bien invitándole a formar parte del comité editorial de la revista, en revistas que nadie conocía. Esto le llevó a crear la Lista de Beall de revistas rapaces ("Beall's List of Predatory Publishers").[2] Beall también escribió una serie de artículos sobre este tema en el la revista "The Charleston Advisor", una revista bien establecida en su campo y que sigue escrupulosamente el sistema de revisión de pares y que está dedicada a evaluar las fuentes de información en red.[1]
Antes que Beall denunciase este tipo de publicaciones, Phil Davis, un estudiante licenciado por la Universidad de Cornell, destapó este fraude enviando un artículo falso generado por ordenador el cual fue aceptado, pero que su autor retiró a tiempo, previo pago de una tarifa elevada. Hoy en día esa revista está incluida en la Lista de Beall.[3]
Características de las revistas rapaces
- Aceptan artículos más rápido que las revistas serias con poco o ninguna revisión por pares y ningún control de calidad[4] esto permite que acepten artículos de broma y sin sentido.[3][5]
- Te informan de los costes de la publicación solo cuando el artículo está aceptado.[4]
- Hacen campañas agresivas por medio de correo electrónico para que los investigadores envíen sus artículos o para formar parte de su comité editorial.[2]
- Incluyen a investigadores como miembros de sus comités editoriales sin su permiso,[6] y no les permiten abandonar estos comités fácilmente.[7]
- Incluyen falsos investigadores en sus comités editoriales.[8]
- Imitan los nombres o el estilo de las páginas web de revistas consolidadas.[7]
Referencias
- Carl Elliott (June 5, 2012). "On Predatory Publishers: a Q&A With Jeffrey Beall". The Chronicle of Higher Education.
- Butler, Declan (March 27, 2013). "Investigating journals: The dark side of publishing". Nature 495 (7442): 433–435. doi:10.1038/495433a. PMID 23538810.
- "Open-Access Publisher Appears to Have Accepted Fake Paper From Bogus Center". The Chronicle of Higher Education. June 10, 2009.
- Stratford, Michael (March 4, 2012). "'Predatory' Online Journals Lure Scholars Who Are Eager to Publish". The Chronicle of Higher Education.
- Gilbert, Natasha (June 15, 2009). "Editor will quit over hoax paper". Nature. doi:10.1038/news.2009.571.
- Beall, Jeffrey (August 1, 2012). "Predatory Publishing". The Scientist.
- Kolata, Gina (April 7, 2013). "For Scientists, an Exploding World of Pseudo-Academia". The New York Times.
- Neumann, Ralf (February 2, 2012). "“Junk Journals” und die “Peter-Panne”". Laborjournal.
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