Ampollas de cocktails de bacteriófagos producidos por el Instituto Eliava de Tblisi, República de Georgia |
Sin embargo, hoy en día, habiendo ya entrado en la "Era postantibiótica" en la que muchos de los mejores antibióticos han dejado de ser efectivos debido a la aparición y dispersión de bacterias multiresistentes, los investigadores occidentales y los gobiernos están volviendo a ver con interés este área de investigación. En marzo de 2014, el Instituto Nacional de los EEUU para las alergias y las enfermedades infecciosas a incluído la terapia con fagos como una de las siete soluciones para combatir la resistencia a los antibióticos, y el pasado mes en el congreso de la Asociación Americana de Microbiología, Gregory Resch de la Universidad de Lausana en Suiza ha presentado el plan de Phagoburn, el primer gran ensayo clínico de terapia con fagos multicentro, financiado por la Comisión Europea.
"Encontrar un fago para eliminar una bacteria determinada es bastante fácil", dice Young. Lanaturaleza proporciona una fuente de fagos casi inagotable: no se han encontrado dos fagos completamente idénticos. Una bacteria puede volverse fácilmente resistente a un fago dado si "esconde" el receptor celular al que se suele unir ese mismo fago. Para evitar esta treta tan fácil, en el Instituto Eliava lo que hacen es preparar un cocktail con varios fagos contra distintos receptores celulares. Kutateladze dice que en el instituto tienen que actualizar sus productos cada ocho meses más o menos y que no siempre aciertan con la combinación exacta de fagos que puede funcionar en el cocktail. Resch, uno de los líderes de Phagoburn, declara que las agencias regulatorias necesitan entender como supervisar un producto que evoluciona tan rápido antes de que la terapia pueda llegar a buen término después de los ensayos clínicos. Su esperanza es que la terapia con fagos sea tratada no como un medicamento basado en un principio activo inmutable, sino como la vacuna estacional de la gripe, la cual es actualizada cada seis meses en previsión de la evolución natural del virus de la gripe.
El hecho de que la Unión Europea esté financiando con 3.8m de euros el ensayo clínico de Phagoburn indica que hay voluntad para considerar este nuevo enfoque, dice Resch. El próximo septiembre, investigadores de Francia, Bélgica y Holanda planean reclutar 220 víctimas de quemaduras cuyas heridas han sido infectadas con Escherichia coli o Pseudomonas aeruginosa. Los pacientes se tratarán con preparaciones de fagos provenientes de una compañía en Romainville, Francia, llamada Pherecydes Pharma, la cual ha aislado más de 1000 fagos provenientes de alcantarillados o de agua de río y testado su capacidad para matar bacterias patogénicas. Para reducir las oportunidades de que aparezcan bacterias resistentes, los pacientes serán tratados con un cocktail de más de una docena de fagos que se unan a las bacterias de diferentes maneras. Si, el tratamiento con fagos fracasa, entonces los pacientes serán tratados con antibióticos estandar.
Aunque los gobiernos están empezando a prestar atención a la terapia con fagos, las compañías farmacéuticas todavía permanecen frías y renuentes a meterse en este negocio dice Young. A pesar que la terapia génica tiene casi 100 años de práctica, para una compañía es difícil tener control de una patente y recuperar la inversión. Young ha declarado que la sentencia de la Corte Suprema de los EEUU en contra de patentar genes obtenidos de la naturaleza podría aplicar también a los fagos aislados de la naturaleza.
Jérôme Gabard, jefe ejecutivo de Pherecydes, ha declarado que su compañía confía en que el desarrollo y combinación precisa de fagos naturales contra determinadas bacterias pueda ser patentables en el futuro. Un fago manipulado genéticamente sería, en teoría patentable. En el congreso de la ASM del último mes, investigadores encabezados por el biólogo sintético Timothy Lu del Massachusetts Institute of Technology en Cambridge presentaron un trabajo en el que el ADN de los fagos había sido modificado para tener un sistema de edición del ADN basado en el CRISPR que eliminase sólamente bacterias resistentes a los antibióticos. El fago injecta en la bacteria su ADN, y la bacteria lo transcribe a ARN. Si parte de los genes de la bacteria son resistentes a los antibióticos entonces van a emparejarse con la secuencia de ARN, entonces un enzima llamado Cas9 cortará el ADN de la bacteria matándola.
En ensayos iniciales, los investigadores han visto que su fago puede matar más del 99% de las Escherichia coli que contenían secuencias de resistencia a antibióticos, mientras que si infectaban a células sin estas secuencias no las eliminaban. Cuando trataron larvas de mariposa infectadas con E. coli resistentes a antibióticos aumentaron la tasa de supervivencia de estas larvas. Los investigadores están ahora empezando a utilizar ratones para probar la eficacia de este sistema.
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