miércoles, 1 de julio de 2015

Ama de casa pierde un ojo por infección de bacteria tras correr una carrera sobre barro

El 29 de junio se celebró el Día Internacional del Barro. Una fecha para recordar los beneficios de jugar en el barro. Esto tiene que ver con que actualmente la ciencia está dando pruebas de que vivir en un contacto estrecho con la tierra nos previene de alergias y de enfermedades autoinmunes. El sistema inmune está dejando de considerarse como un sistema de defensa a un sistema que está en interacción con el medio. Cuando vivimos en un medio artificialmente limpio el sistema inmune no tiene como aprender lo que es propio de lo que es ajeno y por eso acaba siendo hipereactivo contra nuestras propias moléculas. 
Brittany Williams scratched her eye during a mud run. When she woke the next day, everything was white.
La otra cara de este Día Internacional del Barro es lo que le ocurrió a Brittany Williams, la cual participó en una carrera sobre barro y se debió de arañar un ojo. Esa herida se colonizó con una bacteria. Fuente Brittany Williams/Go Fund Me

Brittany Williams' eye was ravaged by a rare flesh-eating infection that enters the body through an open wound or cut and spreads quickly.
Al día siguiente de la carrera el ojo de Brittany amaneció ciego y blanco debido a una infección por una bacteria comecarne.
Las bacterias llamadas comecarne por los medios de comunicación sensacionalistas son en realidad bacterias comunes que muy raramente causan este tipo de reacciones. Son reacciones del sistema inmune muy agresivas y exageradas que acaban matando nuestro propio tejido. Es lo que en jerga médica se conoce como fascitis necrotizante. Las bacterias más comunes causantes de esta rara reacción inmunitaria son Streptococcus grupo A, KlebsiellaClostridiumEscherichia coliStaphylococcus aureus, Acinetobacter baumannii y Aeromonas hydrophila, entre otras, aunque las bacterias Streptococcus grupo A suelen ser las más comunes.

Brittany Williams, una ama de casa de Texas (EEUU) participó en una carrera sobre barro, con tal mala suerte que le debió entrar una piedrecilla en un ojo y esta herida se colonizó con una bacteria. Al día siguiente el ojo estaba blanco y ciego. Pero los problemas de Brittany Williams no acabaron con el hecho de perder un ojo. Después de dos semanas en el hospital Brittany, que no tenía seguro médico, algo habitual en los EEUU, acabó con una deuda de 100.000$ y la negativa de los médicos a seguir tratándolo porque no tenía dinero con que pagar.


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