miércoles, 6 de febrero de 2019

La salud: si todos ganan, yo gano

En salud, especialmente todo lo relacionado con enfermedades infecciosas, el sálvese quien pueda no funciona nada bien. Ya en el Decámeron de Bocaccio, publicado en 1351 en Italia, se describía lo ridículo de intentar escapar de una enfermedad infecciosa, como la peste negra, refugiándose en una casa aislados del mundo. O nos protegemos todos o no se protege ninguno. Es la lógica de apoyo mutuo reflejada en el concepto sudafricano de ubuntu.

Si todos ganan, yo gano

Si todos ganan, yo gano. Esta sería la aproximación correcta a las enfermedades infecciosas. Si en vez de esta lógica lo que impera es una lógica de maximización de beneficios no estaremos atajando el problema. Siempre habrá islas en donde los patógenos resistirán y serán seleccionados para volver con más fuerza.
¿Podemos ser felices si los que están a nuestro alrededor están tristes? Si la vacunación no es total no es eficaz, si los que fabrican un antibiótico también lo venden para engorde en granjas será ineficaz en breve periodo de tiempo, si un medicamento sirve para eliminar vello facial y también para curar la ceguera de los ríos, pero no se vende en África porque no hay mercado...Debemos incorporar la filosofía ubuntu a la sanidad. Fuente
Es obvio que las empresas tienen que ganar dinero y que no tienen que hacer caridad porque va en contra de su razón de ser. La mayor parte del esfuerzo público en I+D va a parar a manos privadas, que luego no hacen público y accesible los productos que venden e incluso especulan con el precio. Las grandes farmacéuticas gastan 100.000 millones de dólares anuales en marketing, cantidad que representa un 50% más de lo que estas mismas multinacionales invierten en I+D. Personalmente creo que deberían haber empresas públicas farmacéuticas.
El epidemiólogo Seth Berkley explica en esta breve charla el problema principal en el desarrollo de vacunas y ya puestos también en el de medicamentos: el libre mercado. Al haber dejado un tema tan importante como es la salud en manos de la iniciativa privada, si no hay dinero para pagar, entonces no hay producto.

Muchos hospitales están en manos de organizaciones religiosas. Por ser instituciones religiosas pagan menos impuestos pero la atención médica es privada. Este tipo de contradicciones se deberían de regular. Si funcionas como una institución movida por el ánimo de lucro, entonces no debes de figurar bajo ningún epígrafe caritativo o sin ánimo de lucro.

Para saber más sobre este tema recomiendo el blog La ciencia y sus demonios


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