Se ha encontrado que algunas personas reciben mitocondrias por vía paterna, cuando lo normal es que la transmisión de las mitocondrias sea vía materna. Es lo que se dice que la excepción confirma la regla.
Las mitocondrias del espermatozoides están en la parte basal. Nunca, o bueno, casi nunca a raiz de este descubrimiento reciente, entran en el interior del óvulo
Cuando el espermatozoide toca la membrana del óvulo, éste secreta una sustancia que hace que el moco que rodea al óvulo se vuelva muy espeso. De esta manera los demás espermatozoides pierden su oportunidad de llegar a la membrana del óvulo, y por eso mismo, el cuerpo basal y la cola del espermatozoide no llegan nunca, o casi nunca, a entrar en el óvulo. Si esto es así, todas las mitocondrias que tenemos en las células humanas proceden de las mitocondrias de nuestras madres. Las mitocóndrias, como antiguas bacterias que son, se dividen dentro del óvulo y de cada una de nuestras células, que proceden del óvulo fecundado de nuestras madres, dividiéndose de manera binaria, lo mismo que hacen las bacterias originales. Como las mitocondrias todavía poseen un genoma propio, de esta manera, podemos establecer una línea de tiempo genético materno. Que se hayan encontrado personas que hayan heredados además mitocondrias paternas es una excepción y hace tambalear el dogma de que las mitocondrias solo se heredaban de la madre.
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