Acabo de empezar una estancia de
investigación en microbiología en Quito. Hablando sobre el problema
de la resistencia a los antibióticos me han comentado que en Ecuador
los antibióticos se consiguen sin receta. Es más, existe una cadena
de farmacias muy popular en la que los empleados son chicos y chicas
jóvenes con solo el bachiller que atreven a suplantar las funciones
del médico recomendando antibióticos. Los consumidores están
completamente desinformados y les hacen caso ¿Por qué? ¿Por qué
son empleados de farmacia, llevan bata y les hablan muy seguros?.
¡NO! sólo un médico puede hacer un diagnóstico y recetar un
antibiótico. El médico aunque sea una persona joven, lleve melenas,
piercings y su aspecto no te ofrezca confianza es una persona que
tiene detrás cientos de laboratorios elaborando un conocimiento y
una tecnología que él utiliza para combatir la enfermedad.
Periodicamente son informados de nuevas novedades, de aparición de
nuevos tratamientos y de alarmas sobre determinado virus o bacteria.
Son la punta del iceberg de toda la infraestructura de salud. Cuando
acudimos a un curandero, un homeópata, charlatan o le hacemos caso a
un empleado de farmacia que no está cualificado para hacer un
diagnósticos estamos invalidando, meando y escupiendo a toda esa
infraestructura sanitaria.
Si, es así de grave. Los antibióticos
son una conquista de la humanidad. Han permitido que las familias
puedan ser reducidas, y ello ha permitido que estas mismas familias
dediquen más esfuerzo a la educación de esos hijos. Antes de
existir antibióticos las familias tenían que ser grandes porque las
enfermedades infecciosas mataban de promedio a uno o dos niños por
familia, dependiendo del nivel de higiene y enfermedades de la zona.
Los historiadores que investigan las necrológicas de antes de
existir los antibióticos pueden dar fe de la enorme mortalidad
infantil antes de la aparición de los antibióticos. Hoy en día, el
uso irresponsable de los antibióticos ha propiciado la aparición de
bacterias multirresistentes, que no quiere decir otra cosa que son
bacterias a las que no puedes eliminar en caso de infección. Estas
bacterias se han adaptado a nuestros hospitales y están matando a
enfermos inmunodeprimidos que hace 10 o 20 años se habrían curado
perfectamente con una dosis de penicilina.
Los antibióticos son un arma
terapéutica formidable, son con la cirugía y quizás las células
madre las únicas herramientas que posee la medicina que realmente
curan. Son veneno para las bacterias y al mismo tiempo son inocuas
para las células de nuestro organismo. La bioquímica de las
bacterias es muy parecida a la de las células humanas. Es más, hoy
en día sabemos que las células de los animales y de las plantas
proceden de la simbiosis de distintas bacterias. Por tanto
compartimos con ellas las mismas herramientas bioquímicas con
algunas excepciones. Es ahí, en esas moléculas que tienen las
bacterias pero no nosotros donde ejercen su función los
antibióticos. Es lo que se llaman dianas, las dianas contra las que
actúan los antibióticos. Estas dianas se cuentan con los dedos de
las manos. Cada vez será más difícil encontrar antibióticos
nuevos mientras que habrá más bacterias capaces de contrarrestar a
todos lo antibióticos.
¿Qué hacer? seguir investigando es
una opción. La más barata y la más inmediata es incidir en la
educación de la población y extremar las medidas higiénicas. Si,
las medidas higiénicas. Lavar las manos en los hospitales, evitar
que entren plantas, flores, separar a los pacientes contagiados con
bacterias resistentes a los antibióticos, extremar la vigilancia.
Pero si no me creen, pregunten,
preguntes a las personas mayores si conocen a algún familiar,
conocido, vecino que se haya muerto en el hospital por una bacteria
que era resistente al tratamiento. Desde los años 50 del siglo
pasado hasta nuestros días hemos vivido en la era antibiótica, una
era en donde las enfermedades infecciosas parecían contenidas y bajo
control. Desgraciadamente la irresponsabilidad nos ha llevado a donde
estamos: la era postantibiótica. Cada vez que un empleado de
farmacia le ofrezca un antibiótico recuerde que Ud también es parte
del problema.
¿Es ético vender productos farmacéuticos utilizando las mismas estrategias que para vender caramelos? |
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