Ecoporc Shiga consiste en un toxoide obtenido mediante
ingeniería genética, por lo que representa una herramienta
complementaria a las estrategias usadas hasta hoy (antibióticos y
formulas dietéticas), completamente segura (es una vacuna inactivada), y
muy eficaz (consiste en una toxina Stx2e genéticamente modificada que
provoca una fuerte respuesta humoral en 3 semanas, sin interferencia de
los anticuerpos calostrales).
Una
sola inyección de un mililitro a los 4 días de vida es suficiente para
proteger al lechón frente a esta toxina y sus efectos desde el destete
hasta el inicio del engorde, periodos críticos en los cuales coinciden
múltiples cambios alimentarios y factores estresantes, que desencadenan
tanto la sintomatología clínica como las reducciones en la producción
que ocasiona la presencia de la toxina Shiga.
En
Alemania y Dinamarca han estado utilizando esta vacuna mediante un
permiso especial durante casi un año, con unos resultados excepcionales.
Allí donde existen brotes, la mortalidad disminuye a menos del 1%, se
evitan tratamientos, dietas prescriptivas, colas y pérdidas de
homogeneidad.
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