viernes, 12 de agosto de 2011

El Trován es una fluoroquinolona de cuarta generación. Es uno de los cuatro antibióticos pertenecientes a la clase de las fluoroquinolonas en los que hice mi tesis doctoral. Ahora salta a las páginas de los periódicos por la millonaria indemnización de la compañía que lo producía a las familias de los niños participantes en un estudio clínico realizado en Nigeria. La ceftriaxona es un antibiótico perteneciente a la clase de las cefalosporinas. Os dejo el artículo publicado por Ángel Díaz publicado en el periódico El Mundo.

La farmacéutica Pfizer ha comenzado a entregar las compensaciones a 200 familias nigerianas por haber participado en un polémico estudio de un tratamiento experimental contra la meningitis. El ensayo se realizó hace 15 años, durante una fuerte epidemia de esta enfermedad, y ha sido objeto de un prolongado litigio que se saldó en 2009 con el pago de 75 millones de dólares (casi 59 millones de euros) por parte de Pfizer.

De esa suma de dinero, 35 millones de dólares (24,5 millones de euros) fueron destinados a un fondo para las familias de los niños que participaron en el ensayo. Sin embargo, sólo ahora se han podido entregar estas compensaciones a las cuatro primeras familias, cada una de las cuales ha recibido 175.000 dólares (123.000 euros), mientras que el resto deberá seguir esperando.

El motivo de esta tardanza, que se suma a los años de litigio entre el Gobierno de Kano y Pfizer, es que se han presentado 547 solicitudes, por lo que está siendo necesario comprobar escrupulosamente -incluidos análisis de ADN- quiénes son los auténticos padres de los niños que participaron en el estudio. En plena epidemia, Pfizer administró a 100 de ellos un fármaco en fase experimental llamado Trovan, y a otros tantos un tratamiento ya establecido, ceftriaxona.

El resultado fue que murieron cinco de los niños que tomaron Trovan y seis de los que recibieron ceftriaxona. Otros varios sufrieron daños cerebrales, parálisis o problemas del habla. A esta circunstancia, se añadieron las sospechas de que Pfizer no había informado debidamente a las familias de los niños que probaron Trovan, por lo que ni los padres ni las autoridades habrían dado el consentimiento requerido para que se administrara un fármaco experimental.

La farmacéutica siempre ha mantenido, a pesar del acuerdo económico al que ha llegado con las autoridades, que los daños fueron causados por la propia meningitis, y no por los antibióticos que administró a los niños. Trovan fue aprobado como medicamento en 1998 y posteriormente retirado de la circulación, tanto en Europa como en EEUU. Pero en ambos casos se debió a problemas hepáticos, y no a daños en el sistema nervioso central como los sufridos por los niños del estudio.

Las autoridades de Nigeria, por su parte, sostienen que Pfizer violó la normativa internacional al realizar ensayos con un fármaco sin obtener los permisos necesarios por parte del Gobierno del país.

Partes iguales

Los 35 millones de dólares serán ahora repartidos a partes iguales entre todas las familias que participaron en el estudio, tanto si sus hijos murieron, quedaron gravemente afectados o salieron beneficiados del tratamiento, según fuentes de Pfizer, aunque otras informaciones apuntan a que la cuantía que recibirá cada afectado es decisión de la Fundación Healthcare/Meningitis, encargada también de contrastar la veracidad de las reclamaciones.

En cualquier caso, los cuatro reclamantes que han recibido ya su compensación han cobrado la parte correspondiente de dividir la suma total -35 millones- entre el número de afectados -200 familias-.

Del resto del dinero que recibió el Gobierno de Kano en 2009, se destinarán 30 millones de dólares a distintos programas de salud, y los 10 restantes fueron abonados por la farmacéutica en concepto de costes asociados al litigio.

El padre de una niña que murió después de participar en el ensayo, y que no ha recibido aún su dinero, ha declarado a la prensa que la tardanza en el pago se debe a disputas locales y que aún no le ha dicho nadie cuándo podrá cobrar. "Nuestros hijos están muertos y otros están incapacitados. Pero algunos están siendo oportunistas con el dinero", ha comentado este padre afectado, según informa el rotativo británico 'The Guardian'.

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