jueves, 10 de diciembre de 2015

Los indígenas de Ecuador dieron la quina al mundo

Los autores son alumnos de Facultad de Odontología de la UDLA, Quito: Manuela Camila Sáenz, que además lleva orgullosamente su nombre por la libertadora ecuatoriana Manuela Sáenz; Natasha Flores; Alisson Tulmo y Juan Mariño

Pedro Leiva descubridor de la quina

Pedro Leiva un indio nacido en “Malacates”, actual provincia de Loja, Ecuador, a principios del S XVII. Este indígena de la tribu de los “Malacatus” realizó un auténtico descubrimiento científico: el alivio de los los síntomas de la malaria. Para llegar a este conocimiento, Pedro Leiva, utilizó, de manera intuitiva el método científico. Este consiste en establecer una causa-efecto. La causa era que Pedro Leiva sufría de fiebres, posiblemente originada por la malaria. Cuando se bañaba en un río concreto de su localidad, un río rodeado de unos árboles determinados, observó que sus fiebres remitían. Posteriormente le comunicó este hallazgo a otras personas de su tribu que también padecían de estas fiebres y el resultado fue el mismo: las fiebres misteriosamente desaparecían. Lo que Pedro Leiva en su razonamiento hizo fue el "Principio de reproductivilidad" de la ciencia.

Pedro Leiva no se detuvo en esta observación. Siguiendo su intuición y razonamiento lógico, llegó a la conclusión de que esos árboles que había en ese río concreto, y no en otros, eran la causa de que se aliviasen los síntomas de las fiebres. Pedro Leiva se dio cuenta que era la corteza del del árbol llamado en quechua “kinia”, que significa corteza en este idioma. Leiva depositaba cortezas de el árbol kinia en unos cántaros de agua, a esta agua medicinal la llamaban “cara Chuccho”. Al árbol también lo conocían como, el árbol para los fríos, su traducción en quichua “yura chuccho”. De esta manera, consiguió aislar y enriquecer mediante una infusión de corteza el principio activo.

Cuando el padre jesuita Juan López en su misión a Malacates contrajo una fuerte infección que le provocó fiebre, fue curado con la corteza de Kinia suministrada por un indio llamado Pedro Leiva. De esta manera, la medicina oficial, entró en contacto con el conocimiento "científico" de los indígenas malacatos. O dicho de otra manera, Pedro Leiva comunicó al mundo su hallazgo. Algo que es propio del método científico. De esta manera el conocimiento se universaliza y se hace público para que otros investigadores sigan trabajando y haciendo que la ciencia progrese.

 Ahora bien, lo mismo que ocurre hoy en día, este tipo de conocimiento sólo se populariza cuando llega a curar a alguien famoso. Veamos como este conocimiento se volvió popular. En 1639 Juan de Vega, médico del Virrey del Perú, enfermó de fiebre de modo que los padres jesuitas le administraron la corteza antes ya utilizada y mejoró. Cuando la esposa del Virrey del Perú, Francisca Enríquez, condesa de Chinchón, contrajo malaria, aplicaron el mismo procedimiento, obteniendo muy buenos resultados, dado que la salud de la condesa mejoró significativamente. No habían descubierto la cura de la malaria, una enfermedad que en pleno SXXI todavía no tiene cura, pero habían descubierto como aliviar sus terribles síntomas. La buena noticia de este descubrimiento de importancia mundial fue anunciada por el jesuita Alonso Messia Venegas desde Ecuador, específicamente desde Loja llegando a Roma. De esta manera, Loja, y el Ecuador, comunicaron al mundo un nuevo principio activo que vendrían a formar parte de los diez o doce medicamentos con los que contaba la medicina en el SXVII. En Roma el cardenal Xoan de Lugo se encargó de difundir el increible descubrimiento. 

El medicamento fue enviado en forma de polvo, la famosa cascarilla de la quina, y pronto se volvió uno de los medicamentos más cotizados en la época, llegando a valer, la cascarilla de una corteza de un árbol ecuatoriano su peso en oro.


Ilustraciones de hojas, corteza, y flores de Quina (Cinchona pubescens Vahl) Franz Eugen Köhler, Köhler's Medizinal-Pflanzen (derecha). Fuente.

A partir de ese momento las mentes más brillantes de la época se encargaron de aprender más y más de este árbol. El primer paso fue la identificación del árbol de la quina para la ciencia. El encargado de su clasificación taxonómica no fue otro que el padre de esta clasificación el científico sueco Carlos Linneo, que rebautizó al árbol con el nombre de la paciente más famosa curada con este producto, la condesa de Chinchón, de ahí el nombre científico de la planta: Chinchona officinalis. Es un tanto indignante que, una vez más, el conocimiento ancestral de los indígenas, en este caso ecuatorianos, se vea ignorado y ofendido por la ciencia "oficial". Esto que ha ocurrido en el siglo XVII, en pleno SXXI sigue ocurriendo. Por ejemplo, el caso de la patente de la ayaguasca, una planta autóctona del Ecuador, utilizada con fines medicinales por los indígenas del oriente, que fue llevada a los EEUU y patentada en este país. Afortunadamente el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual consiguió en los tribunales revocar esta patente.
 
Cosecha las hojas de quina en Ecuador
 Método Original: Este método de cosecha consiste en pelar o raspar los árboles para que así se desprendiera la corteza, para aprovechar todo el árbol se tenían muchos cuidados especia les. Este proceso de cosecha se escucha fácil pero no, tenían diferentes dificultades alrededor del año como sus costos elevados principalmente, la corteza no se desprendía de una manera fácil en ciertas épocas del año y algunos árboles se enfermaban por así decirlo debido a que quedaban descubiertos.

Método actual: La forma de cosechar en la actualidad se basa en el aclareo selectivo. Se empieza extraer la quina a partir del tercer o cuarto año después de su trasplante, se eliminan los árboles enfermos y los que han comenzado a aglomerarse, la razón principal por la cual se realiza esto es para permitir que el resto de árboles se desarrolle de manera vigorosa puesto a que pueden dar rendimientos superiores.
Cosecha de la Quina.
La corteza de este árbol se cosecha según su finalidad, estos son dos, para comercializarla como quina comercial y para la industria farmacéutica, el proceso de la primera consiste en eliminar las ramas, más tarde eliminar los tallos, los tocones se extraen completos con todo y raíz, una vez cortadas estas partes de lavan de una manera muy minuciosa para eliminar partículas del suelo. Después de que los arboles han sido talados a ras del suelo se estiran las cortezas dejándolas secar aplanadas.

La quina un árbol con muchos secretos curativos

La quina roja es un árbol que posee propiedades tanto curativas como alimenticias. Dado a su extenso uso esta ha sido explotada a nivel comercial, por lo tanto en la actualidad se encuentra en peligro de extinción a nivel mundial. La corteza de las ramas, raíz, tronco disecado de este árbol son los que poseen propiedades curativas.

El árbol de la quina detenta propiedades curativas como pueden ser: Anestésico; antioxidante; antibiótico; antiséptico; febrífugo (que elimina las fiebres); astringente y digestivo. Dadas dichas propiedades esta sirve para tratar problemas de salud como es: paludismo, malaria, fiebre amarilla, diarrea, cólicos o malestares menstruales, dolor de dientes, dolor de cabeza, dolor de estómago, neuralgias, gota, anemia, gripe, falta de apetito. Como también disminuye la fiebre, trastornos musculares, bronquitis, facilita la digestión, fortalece el sistema inmunológico, heridas, ulceras, secreción gástrica, afecciones capilares como es la caída del cabello, la seborrea y la caspa.
 

La quina roja, el único de los árboles de la quina con propiedades curativas

A través del tiempo se fue modificando el proceso de la obtención de la quina y ahora la podemos obtener en varias presentaciones como puede ser:

Quina en polvo: A este se lo consigue de la raíz seca de dicho árbol, sirve para estimular el apetito y facilita la digestión.
Quina en vino: Es utilizado para fines medicinales en adultos por su alta concentración alcohólica, una copa es suficiente para tener buenos resultados.
Quina en tintura: Se la usa para detener la caída del cabello, a esta se la coloca en el cuero cabelludo masajeando suavemente.
Quina en infusión: Se la usa como té medicinal, esta infusión es la más utilizada para limpiar heridas y curar enfermedades.
Usos de la quina

Maceración: En un litro de agua se deja reposar de 20-30 gramos de corteza de quina roja y se la administra vía oral ( una taza después de cada comida que es desayuno, almuerzo y merienda)

Infusión: Se unas media cucharadita de café o té de corteza de quina pulverizada por cada taza que se la administra antes de cada comida (desayuno, almuerzo, merienda).

Uso Externo: Se hierve por 10 minutos 30-40 gramos de corteza de quina por cada litro. Con el líquido obtenido, humedecemos las compresas y las colocamos sobre la herida o el cuero cabelludo por 10 minutos tres veces al día.

Tratamiento de quina roja contra la malaria: El tratamiento de la quina roja contra la malaria se lo administra en pequeñas dosis, debemos tener en cuenta que la quina no cura por completo la malaria solo ayuda a aliviar los síntomas de dicha enfermedad .

Precaución al efecto tóxico de la quina roja: El uso extenso en cantidades descontroladas o elevadas puede provocar síntomas. Estos pueden ser:Vómitos, dolores abdominales; alteraciones en la audición; visión; jaquecas y nauseas [S2]

¿Qué es la malaria?

La malaria o también llamada paludismo es una enfermedad provocada por parásitos del género Plasmodium, en base a las investigaciones científicas que se han realizado se ha llegado a la conclusión, de que los chimpancés son quienes originalmente padecían de esta enfermedad, en 1880 el militar Francés Charles Louis Alphonse Laveran realizó un estudio en los glóbulos rojos de las personas enfermas de malaria en donde se observó parásitos , esta ocasión fue la primera vez en que se encontró un protozoario que causó la enfermedad.

Glóbulos rojos teñidos de violeta. En el centro de la fotografía de microscopio óptico muestra más oscuro al parásito Plasmodium falcifarum
Los mosquitos propagadores de malaria habitan en climas lluviosos o húmedos.
En 1898 el británico Sir Ronald Ross realiza una investigación y descubre que es el mosquito de genero Anopheles, quien transmite la enfermedad de un humano a otro, únicamente las hembras son las que se alimentan de sangre, en el momento que una hembra Anopheles pica a una persona infectada es cuando adquiere el virus e inicia el proceso de formación de Plasmodium.
 
Los niños Africanos menores de 5 años son los más afectados, aproximadamente existen entre 200 y 300 millones de contagios anuales alrededor del mundo y un millón de muertes por esta enfermedad. En la actualidad hay cuatro tipos de paludismo y son: Falciparum; Vivax; Malariae y Ovale

Los síntomas de la malaria comienzan a aparecer desde los 7 hasta los 15 días después de la picadura. Los principales síntomas son: Fiebre; intenso dolor de cabeza; escalofríos y vomito.
Si no es tratado en las primeras 24 horas esta enfermedad puede complicarse.

La propagación de la malaria es un ciclo que sigue lo siguientes pasos: 1. El mosquito de genero Anopheles  hembra pica a la persona infectada y se contagia; 2. Este mosquito se alimenta de la sangre de otra persona y la contagia de malaria; 3. En el interior del huésped  el hígado es infectado; 4. Posteriormente infecta la sangre y 5. Y así comienza nuevamente el ciclo de contagio y la propagación de la malaria. Fuente.
Bibliografía:

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