miércoles, 16 de diciembre de 2020

Fusobacterium: de la boca a la metástasis

Microorganismos malignos haciendo sufrir de las maneras más crueles

La microbiología no es demasiado interesante. Unas bacterias malignas haciendo sufrir de las maneras más crueles. Es una deformación profesional. Los microbiólogos siempre tienen esa querencia de ser un poco asustaviejas. Cuanto más miedo mete la bacteria o el virus con el que trabajas más facilidad para encontrar fondos. Este relato es más o menos el que ha estado circulando desde hace 150 años que se empezó a saber que aquellas enfermedades devastadoras eran debido a microbios. En 1945, después de la segunda guerra mundial, con la producción masiva de penicilina se empezó a vivir una vida más cómoda. Prácticamente sabías que podías tener menos hijos porque gracias a los antibióticos mucho se tenía que torcer la cosa para que no llegasen a adultos. 

La divulgación de la microbiología estaba centrada en esos abnegados gigantes científicos que tuvieron que luchar contra la incomprensión de los grandes capos médicos de la época. Hay varios libros excelentes como “Arrowsmith” de Sinclair Lewis, “Cazadores de microbios” de Paul de Kruif, Semmelweis de Louis Ferdinand Celine, “Peste & cólera” de Patrice Deville sobre la vida de Alexandre Yersin…

Luego vino Hollywood y las películas tipo “Estallido” del género ¡Vamos a morir! En la película “Soy leyenda” de Robert Neville, es curioso porque se introduce un giro en el que el problema está originado por la prepotencia de unos científicos que creen que han encontrado la cura del cáncer y liberan un virus que prácticamente se carga a toda la humanidad. Los científicos ya no como santos laicos sino como neuróticos movidos por un narcisismo desmedido. 

En los años 2000 la resistencia a los antibióticos empezó a llenar titulares. Comenzaba “La era postantibiótica”. Los científicos se ponían seriotes con la próxima pandemia. Los virólogos también se apuntaron a jugar a Nostradamus y anunciar terribles pandemias. Cuando se les ponía el cuerpo de jota entonces sacaban la baza de la guerra biológica… 

A todo esto, los gabinetes de comunicación se encargaban de filtrar noticias con la inminente cura de…. O de que cierto compuesto era muy prometedor… Con especial atención a los científic@s joven@s, por esto de “Qué orgullo para un padre”. 

Poco más. Microorganismos malignos haciendo sufrir de las maneras más crueles. En esto llegaron los estudios de microbiomas. ¿Qué decir de esta área? ¿Transplantes fecales? Si, creo que esto era lo que tenía más tirón junto con los microbiomas asociados a la obesidad. En este apartado ha aparecido una nueva variante: ¡Esta bacteria me puede provocar cáncer! Es un poco como la lógica de Sharknado ¿Qué hay más terrorífico que los tiburones blancos y los tornados? ¡UN TORNADO LLENO DE TIBURONES BLANCOS!

Fusobacterium, no causa cáncer pero si estimula la metástasis

Para la espectacularidad, Fusobacterium no es lo que se dice un tiburón blanco, pero si, parece que es capaz de provocar la metástasis en varios cánceres. Ojo ¡No provoca cáncer! Pero si lo exacerba. Fusobacterium vive como parte de nuestra flora de la boca y la vagina. A veces, algunas especies de este género tenían algún comportamiento patogénico y parece que generaban partos prematuros en algunas mujeres. Para que una bacteria se comporte como un patógeno tiene que tener alguna característica que le permita causar daño y aprovecharse de otras células. Fusobacterium nucleatum tiene una adhesina llamada FadA. Esto es como si en un cacheo rutinario la policía le encuentra a alguien una navaja automática… Es una característica que te identifica como alguien que se ha pasado al lado oscuro. Pero hasta ahora no había habido una pista que la involucrase con la escena del crimen. Esto debido a que normalmente en microbiología tenemos que aislar la bacteria del sitio en donde se observa un proceso infeccioso. ¿Cáncer y bacterias? Nah decían los científicos.

Las placas Petri ya no solo se usan en 2020 para aislar microorganismos, ahora sirven para poner el ADN de las biopsias de cánceres. Así se encontró el ADN de Fusobacterium, allí donde no se le esperaba

 Hasta que las técnicas cambiaron. Nunca se aisló mediante placa Petri a las bacterias en los tumores, pero cuando se empezó a hacer secuenciación masiva de ADN a los tumores, de manera muy muy muy sospechosa siempre se encontraba el ADN de Fusobacterium en el lugar del crimen.  Recientemente se ha publicado una hipótesis sobre que hace una bacteria bucal en uno de los tumores más frecuente y mortal: el cáncer de colón. 

Parece ser que Fusobacterium pasa de la boca al colon y que siente especial predilección por unirse a unos azúcares abundantes en la superficie de las células cancerosas. Por eso se encuentra esta bacteria asociada a los tumores del cáncer de colon. Esta quizás sea le mejor prueba de porqué esta bacteria se asocia a los tumores

En el lugar correcto ¿Por casualidad?

Pero, además, a diferencia de otras bacterias intestinales como la famosa Escherichia coli, Fusobacterium induce la producción de IL-8 (Han et al, 2000). Esta interleukina atrae y activa a los neutrófilos. Otra señal química que induce Fusobacterium en las células cancerosas es la quimioquina CXCL1. En julio de 2020 se descubrió que estas dos moléculas secretadas por las células tumorales estimuladas por Fusobacterium favorece la metástasis (Casasanta et al, 2020)

Otros autores (Chen et al. 2020) muestran que además de promover la metástasis en cáncer de colon y pulmón, Fusobacterium puede aumentar la expresión de ARN antisentido en las células tumorales ¡La repanocha! Otro grupo (Chen et al 2020) han visto que Fusobacterium modula la autofagia de las células cancerosas, lo que favorece la metástasis. Resulta que nuestra bacteria tenía algo más que una navaja automática en sus bolsillos. ¿Estaría en el tumor por casualidad?

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