Entrada dedicada a Katheryn Sacheri
Las bacterias del perfume de las flores
En un artículo publicado por la Universidad Autónoma de Barcelona, demostraron que cuando se trataba las flores del saúco con antibióticos de amplio espectro la cantidad de los compuestos aromáticos emitidos por las flores, que proporcionan el olor, disminuyeron drásticamente. Hay que decir que los antibióticos no afectaron a las plantas.
La sed de los camellos y las bacterias
Streptomyces coelicolor es una bacteria ambiental que produce geosmina, la molécula que produce el típico aroma a tierra mojada. Siguiendo la lógica de que una molécula debe de tener una función, Keith Chater, del John Innes Centre en Norwich (Reino Unido) ha sugerido que esta molécula podría ser la que guíe a los camellos hacia las fuentes de agua y explicar así como estos animales pueden detectar agua a 75 km de distancia.
Ambos son dos ejemplos de selección positiva. Las bacterias que, por mutación, han generado moléculas que hacían que su capacidad de transmisión aumentase expandieron sus poblaciones y el número de sus descendientes. ¿Cómo ocurre esto? Si una bacteria que vive en una planta consigue que a su flor vengan muchos insectos se transmitirá a más ecosistemas que una que vive en una planta que no logra atraerlos. Si lo que hace que los insectos vengan a la planta sea una molécula que produce la bacteria, entonces, esta bacteria va a ver aumentar el número de sus descendientes.
En el caso de la geosmina se ha sugerido que aquellos animales que sufren de sed por vivir en ambientes áridos podrían ser los que se encargasen de diseminar a las bacterias productoras de la molécula que asociamos con el olor de la tierra mojada: la geosmina.
Las bacterias intervienen en el control del comportamiento sexual de los eucariotas mediante la proteína EroS
Los coanoflagelados suelen dividirse asexualmente. Hasta ahora, los científicos solo habían logrado persuadirlos para que se aparearan negándoles la comida.
Un equipo dirigido por la microbióloga Nicole King de la Universidad de California, Berkeley, estaba estudiando cómo ciertas señales bacterianas inducen la división asexual en el coanoflagelado cuando descubrieron algo sorprendente: al agregar una bacteria marina llamada Vibrio fischeri al cultivo provocó que S. rosetta se apelotonasen en un frenesí de apareamiento y se reprodujeran sexualmente.
Otros experimentos revelaron que la bacteria secretaba una proteína, que los investigadores llamaron EroS, en honor al dios griego del sexo, que causaba el comportamiento de enjambre. Los coanoflagelados se agruparon en grupos de hasta 35 y se fusionaron de frente antes de duplicar y recombinar su ADN y luego dividirse en descendientes genéticamente distintos.
Lo más probable es que la presencia de V fisheri estrese a a la población de S. rosetta, por lo que decidan generar descendencia heterogenea para librarse de un posible depredador. Aún no está claro por qué las bacterias controlarían el sexo en los coanoflagelados. Pero los investigadores tienen algunas teorías sobre cómo la proteína induce el apareamiento. EroS es una enzima que fragmenta un compuesto que se encuentra en la matriz extracelular de S. rosetta, una colección de moléculas estructurales que rodean la célula. El compuesto al que se dirige, llamado sulfato de condroitina, está hecho de moléculas de azúcar, por lo que es probable que V. fisheri secrete EroS para alimentarse de esta molécula, dicen los autores.
Digerir enzimáticamente la matriz extracelular con la proteína EroS podría ablandar físicamente las células, de modo que dos coanoflagelados puedan fusionarse. Se está investigando una hipótesis diferente: se cree que el sulfato de condroitina puede ser una molécula de señalización que se activa solo cuando es escindida por EroS.
El hallazgo es uno de un número creciente de ejemplos de "señalización entre reinos", un proceso en el que un grupo de organismos capta señales de otro. Tiene implicaciones para la riqueza de la ecología química que queda por descubrir.
Ser atractivo es importante para transmitirnos, dispersarnos, aumentar nuestra frecuencia genética
En la novela de Eduardo Mendoza, un extraterrestre, Gurb, llega a la Tierra y adopta el disfraz de un cuerpo humano. Elige a Marta Sánchez, una cantante explosiva de los años 80 española. Aparece desnuda en medio de una carretera y el primer coche que pasa para... y desaparece. Su compañero se dedica a buscar a Gurb que está encantado con todas las atenciones que recibe.
Referencia bibliográfica:
Removal of floral microbiota reduces floral terpene emissions
Muy buena nota y una información super interesante, muchas gracias por la dedicatoria de entrada.
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