Mi amigo David Ortega me señala el siguiente video sobre organismos modificados genéticamente (en sus siglas OMG) por la calidad de los gráficos:
¿Los transgénicos son buenos o malos? La ingeniería genética y la comida
Ahí va mi análisis:
1 ¿Ciencia o tecnología?
En el video habla de científicos, y es cierto, muchos científicos han trabajado desarrollando esta tecnología, pero... los que trabajan para las compañías que venden los OMG no son científicos, son tecnólogos. Es parecido pero diferente. El científico comparte de manera pública sus trabajos. El tecnólogo trabaja para una compañía y su trabajo está protegido con una patente.
Una de las características de la ciencia es que es que genera conocimiento público. En la película "Ágora" de Alejandro Amenabar, sobre la matemática griega que vivía en Alejandría, y que fue asesinada por una turba enfurecida, se muestra de manera sesgada como la barbarie puede acabar con la vida de alguien notable, Hipatía, sino también con el repositorio más importante del saber de aquella época como era la Biblioteca de Alejandría. La película tiene un sesgo a favor de Hipatía claro, sin embargo, lo que la película no cuenta es que aquella biblioteca y aquel conocimiento estaba vedado para gran parte del pueblo que eran esclavos. Ese pueblo de esclavos se rebela contra los amos y quema la biblioteca que para ellos no era más que un símbolo de la opresión en la que vivían. La lección de todo esto es que o el conocimiento es público o al final será destruído por aquellos que viven sometidos por este mismo conocimiento.
La ciencia procura el avance del conocimiento y es pública, la tecnología procura mejorar el margen de beneficios de aquel que invierte en ella (lo cual es perfectamente legítimo), pero hay que aclarar este punto. Sonia Contreras, experta en nanotecnología que trabaja en Oxford, nos lo aclara en esta entrevista: “La gente reaccionará contra los abusos de la tecnología y acabará con la ciencia”
2 La estupidez no es un defecto intelectual sino moral
Hace años, participaba en un evento de divulgación científica. Me tocó al lado una estudiante de biotecnología... ella sostenía que "para ella" ciencia y tecnología eran lo mismo. Pongo entre comillas porque el único argumento que utilizó fue precisamente ese, que era su opinión. Dietrich Bonhoeffer, en su teoría de la estupidez dice que la estupidez no es una carencia intelectual sino moral. Si consideramos que este concepto es cierto, no ganamos nada haciendo divulgación científica. Si la persona está convencida de antemano de algo... por mucho que nos esforcemos no vamos a conseguir que se aparte del grupo al que se ha adscrito. Es como los antivacunas. Es más efectivo prohibir a los que no están vacunados el acceso al centro comercial al no tener el carnet de vacunación que tratar de convencerlos.
Si una persona no tiene conocimientos técnicos para evaluar una técnica no debe de ser consultada. La pregunta es ¿Tiene esa persona capacidad para distinguir el bien del mal? Ahí es donde entra el primer punto. Hasta hace poco, los científicos estaban considerados un referente ético social. En las novelas de Julio Verne se refleja esa confianza en el conocimiento. Cuando aparece la tecnología unida a desarrollos militares, o a grandes corporaciones que se mueven por ánimo de lucro... el valor ético de este conocimiento se empieza a resquebrajar. Por eso, antes que divulgar los conocimientos técnicos con la vacua esperanza de que así la ciudadanía pueda tener una opinión fundamentada, sería más correcto que aprendiesen a distinguir qué instituciones están encargadas de evaluar el bien común en este tipo de asuntos. Es una tarea difícil porque todas las instituciones están bajo sospecha de haber sido sobornadas.
No es twitter el que debe de elegir sobre temas importantes, son las instituciones que nosotros hemos decidido que deben encargarse de decidir sobre el bien común. Ni siquiera un presidente, y estoy pensando en D. Trump, debería de tener el poder de decidir sobre temas técnicos que no domina.
La buena divulgación debe de ir a contracorriente del marketing y decirle a la gente: tu opinión importa una mierda :) Pero bueno, paz y amor. También estaría fantástico explicarles que las OMG son buenas y que además hacen ganar dinero a quienes los producen, que aquellos que invierten en tecnología tienen derecho a ganarse el dinero. No pasa nada por dejar este punto claro.
3 ¿Quién asume el riesgo?
El video es falaz porque cae en la falacia de las verdades a medias. Es un truco antiguo y barato. ¿Qué tiene que ver los OMG y el granizo, o las sequías? nada ¿Verdad? Es como comparar el tocino con la velocidad. Pues bien, el problema de depender de semillas OMG es que cada año hay que comprarlas al proveedor, para comprarlas pides un crédito. Hasta ahí todo bien. Todo está pensado para que el agricultor gane dinero, la compañía de las OMG gane dinero y por supuesto el banco. Ahora bien ¿Si cae una granizada? ¿Si hay una sequía y la cosecha se agosta? ¿Quién asume el riesgo? Deja tu respuesta en los comentarios
Una de las grandes potencias que tienen los agricultores es poder utilizar una parte de la cosecha para resembrar al año siguiente. Las semillas modificadas genéticamente tienen que ser compradas cada año a la empresa que las produce, por lo tanto, obliga a los agricultores a pedir un crédito para comprarlas, crédito que se pagará con los beneficios de la cosecha. Si la cosecha es mala entonces el crédito no se paga y los plazos y los intereses se alargan. Esto ya lo vivieron los agricultores con el maíz híbrido, que es un maíz que por sus características genéticas no se puede replantar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cada vez que lees un artículo y no dejas un comentario, alguien mata a un gatito en alguna parte del mundo...